Federico Olivera, estudiante de Logística Minera y referente del sector pro minero Uspallata, se refirió a cómo se percibe en dicha localidad lasherina PSJ Cobre Mendocino -comúnmente denominado proyecto San Jorge– a horas del debate que se llevará adelante en la Legislatura.
Este martes, el Senado provincial tratará el proyecto de extracción de cobre en Uspallata, en un marco de expresiones a favor y otras en contra de la iniciativa minera metalífera.
Olivera hizo mención al impacto que podría generar PSJ para la actividad económica y destacó en diálogo con el programa Opinión de LVDiez que “la gente de Uspallata está muy tranquila y se espera lo mejor: que se cumplan todas las promesas“.
“Queremos tener un destino diferente. Es una conversación que nos estancó muchos años. No es sí o no, sino cómo podemos hacer minería. No tenemos que negarnos a estas oportunidades”, expresó el joven de 29 años que reside en Uspallata.
“Hay voces a favor y voces en contra, pero pienso que es parte de algo nuevo. Las oportunidades que PSJ ha brindado son muchísimas. Yo tuve la oportunidad de participar y ser un agente activo. Fui al proyecto, me interioricé, me metí a los Zoom, fui a los talleres y cursos. Es el futuro para la provincia y es un horizonte que no estamos dimensionando”, relató.
Para Olivera, “la gente está entusiasmada”, aunque resaltó que “tiene un poco de miedo porque va a ser algo histórico y emocionante” y, a su vez, debido a que “nunca antes habían puesto el foco en un uspallatino para capacitarse y aprender de esta manera”.
Respecto a ese miedo mencionado, indicó que “Uspallata es un pueblo muy tranquilo” y que “de minería recién hablamos ahora”. “Entonces la gente teme charlar y dar su opinión. Aunque creo que se terminó eso porque estamos cansados de que siempre sea lo mismo. Se puede decir ‘sí, estoy a favor’”, resaltó.
También hizo mención a lo ocurrido en 2011, cuando el proyecto San Jorge quedó trunco luego de que la Declaración de Impacto Ambiental no se aprobara en la Legislatura, bajo un contexto de presión y tensión social.
“No se podía hablar de minería. Era otro escenario. La llegada de la tecnología nos hizo poner los pies sobre la tierra. Ahora todos los que queremos a Uspallata nos interiorizamos de lo que se iba a hacer y cómo”, manifestó.
En relación a los controles exigidos en materia ambiental, Olivera consideró que “se creó un mito vs. realidad” y que “la minería no tiene que verse como una industria mala”.
“Me hizo confiar que la empresa dijo que podemos ser parte de los controles y, como ciudadano, entonces dije ‘bueno, quiero participar’. Tengo amigos en contra de la actividad minera, pero que van a formar parte de los controles. Asisten a talleres todo el tiempo”, expresó.
En tanto cuestionó a una porción del sector detractor de la minería al indicar que “vienen de afuera”, que muchos “no son de Uspallata” y que “tienen intereses propios”.