El reciente acuerdo fiscal sobre las retenciones al petróleo convencional reabre un escenario clave para los campos maduros del país. Tras años de caída productiva, pérdida de empleo y altos costos operativos, Chubut, Neuquén y Santa Cruz lograron que Nación adopte un reclamo histórico: reducir al 8% los derechos de exportación y mantener programas de regalías que incentiven la inversión.
El impacto real dependerá, sin embargo, de la capacidad de las empresas y las provincias de transformar este alivio fiscal en inversiones concretas, empleo y competitividad. Según los especialistas, el marco fiscal favorable es solo el primer paso; la ejecución efectiva será determinante para consolidar la recuperación.
Alivio fiscal y reinversión obligatoria
En Chubut, aproximadamente el 20% de la producción se destina a exportación y paga la retención, lo que afecta indirectamente los precios del mercado interno. El ministro de Hidrocarburos, Federico Ponce, estimó que las retenciones y regalías impactaron negativamente en 2024 por cerca de 370 millones de dólares, con pérdidas de 35 millones solo en regalías provinciales.
El acuerdo establece que los fondos liberados por la reducción de retenciones no se quedarán en manos de las empresas. Cada dólar debe reinvertirse en los campos convencionales, un mecanismo que la provincia controlará mediante un sistema de fiscalización que se definirá en los próximos 60 días. Pan American Energy ya confirmó su compromiso de reinvertir los incrementos de manera que generen economías de escala.
Competitividad y recuperación técnica
La combinación de incentivos fiscales y provinciales busca viabilizar la recuperación terciaria (EOR) en yacimientos maduros. Esta tecnología avanzada es clave para frenar el declive productivo y optimizar costos, permitiendo que los campos permanezcan operativos incluso con un barril en torno a los 70 dólares.
El consultor Leonardo Aldaba remarcó que la experiencia y disciplina técnica de los operadores será crucial. Según sus proyecciones, con un EOR adecuado y la reducción de retenciones, podrían generarse entre 1.500 y 3.000 nuevos empleos directos en las cuencas maduras, ampliando el impacto total a 7.500 puestos.
Rol provincial y control estratégico
El acuerdo fiscal es solo una parte de la ecuación. Las provincias participaron activamente, implementando incentivos previos, convenios con gremios y planes de competitividad que fortalecen la ejecución de inversiones. Además, en licitaciones clave, como la del bloque Manantiales Behr, la provincia mantiene poder de veto para priorizar operadores con capacidad real de inversión y gestión eficiente.
Ponce y Aldaba coinciden en que, si bien el acuerdo crea un marco favorable, su éxito dependerá de la combinación de inversión obligatoria, control fiscal y gestión técnica. La reducción del 8% entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2026, marcando el inicio de un ciclo que determinará la sostenibilidad de las cuencas maduras y su capacidad de generar empleo y competitividad