San Juan volvió a demostrar esta semana que el desarrollo minero responsable solo es posible cuando se lo construye colectivamente. La jornada considerada ‘histórica” por los protagonistas del sector -funcionarios, cámaras empresarias y colegios profesionales- marca un hito en la elaboración de la ley que busca promover el empleo local y potenciar la cadena de valor minera. Tras nueve meses de trabajo sostenido, la Mesa de Trabajo Minera presentó el borrador del proyecto, un documento que condensa debates, acuerdos y un claro espíritu de consenso.

Este avance no es menor. En un contexto donde la minería se posiciona como uno de los pilares estratégicos de la economía sanjuanina, disponer de un marco normativo transparente, moderno y orientado al desarrollo territorial resulta indispensable. La futura ley pretende reafirmar ese camino. Fomentar la participación de proveedores y trabajadores locales, robustecer las capacidades productivas de la provincia y asegurar que la riqueza generada por la actividad tenga un impacto concreto en las comunidades.

Durante el encuentro, el borrador fue analizado punto por punto. Cada sector expuso su mirada sobre los desafíos que enfrenta la industria. Desde la necesidad de mejorar la competitividad de los proveedores locales hasta la importancia de garantizar estándares claros para la contratación de mano de obra sanjuanina. La construcción colectiva del proyecto quedó de manifiesto en cada intervención. No se trata de imponer un modelo, sino de diseñar una herramienta eficaz y duradera que represente el equilibrio de intereses y responsabilidades.

El sector oficial insistió en que esta ley debe ser ‘construida en conjunto”, una definición que sintetiza el espíritu de la Mesa de Trabajo Minera. Pero ese consenso no sería posible sin la amplia participación institucional de organizaciones como CAPRIMSA, CASEMI, CAPRESMI, la Unión Industrial, la Cámara Argentina de la Construcción y diversos colegios profesionales que aportaron conocimientos técnicos, experiencia en territorio y una lectura realista del presente y futuro de la actividad.

El desafío ahora es transformar este borrador en un instrumento legal que fortalezca el entramado productivo y mejore la competitividad regional sin perder de vista la sostenibilidad. La minería, como motor económico, tiene la capacidad de dinamizar industrias asociadas, generar empleo calificado y promover inversiones. Pero para que esto sea posible, se necesitan reglas claras, previsibles y orientadas al desarrollo local.

La jornada de esta semana demuestra que San Juan no solo discute el futuro de su minería, sino que lo construye activamente. Y lo hace del modo más sólido, con diálogo, pluralidad y consenso, los pilares indispensables de cualquier política pública que aspire a perdurar y transformar