La situación del empleo registrado en la Argentina dista de estar en su mejor momento. Más bien, es casi todo lo contrario. De hecho, según relevamientos realizados por consultoras privadas en base a organismos públicos, en la Argentina se evidencia una pérdida del mismo en el último año y medio, relacionado a la fuerte contracción de la economía. En medio de ese contexto, Santa Cruz presenta un importante contraste según la evaluación de dos entidades de análisis de datos económicos: por un lado, está entre las provincias con mayor empleo privado cada mil habitantes (126 cada mil) pero, por el otro, también se encuentra entre los distritos con mayor caída interanual en empleo registrado (-8,9%).
126 cada mil
En un nuevo relevamiento del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IREAL), con sede en Córdoba, expuso la profunda desigualdad que hay en el país en términos de empleo privado. Por provincia hay una marcada heterogeneidad medida respecto a su cantidad de habitantes. Entre los distritos con mejores datos se encuentran la Ciudad de Buenos Aires (488 cada mil), Neuquén (211 cada mil) y Tierra del Fuego (181 cada mil), que se destacan por tener más empleo privado que el resto.
En tanto, por encima del promedio nacional se encuentran las provincias de Santa Fe (140 cada mil), Río Negro (140 cada mil), Chubut (134 cada mil), Córdoba (134 cada mil) y Santa Cruz (126 cada mil). El informe destaca que, mientras Formosa lucha por alcanzar los 40 empleos cada mil habitantes, en la cima de la pirámide la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) ostenta una cifra impactante de 488 empleos privados cada mil habitantes, más de ocho veces que la realidad formoseña.
En la franja verde, por encima del promedio nacional, se ubican Santa Fe, Río Negro, Chubut, Córdoba y Santa Cruz.
El podio de los distritos con mayor pujanza privada lo completan Neuquén, impulsada por el motor de Vaca Muerta, y Tierra del Fuego con 181. En la franja verde, por encima del promedio nacional, también se ubican Santa Fe, Río Negro, Chubut, Córdoba y Santa Cruz, consolidando un país de realidades muy distintas.
El gráfico es contundente y ubica a cinco provincias en la franja roja del ranking: La Rioja (70 trabajadores por cada mil habitantes), Corrientes (68), Chaco (58), Santiago del Estero (49) y Formosa (36). En otras provincias se dan los siguientes resultados: San Juan, 97 empleos cada 1.000 habitantes; Catamarca, 83 empleos cada 1.000 habitantes; Salta, 81 empleos cada 1.000 habitantes; y Jujuy, 72 empleos cada 1.000 habitantes.
Caída interanual
En los últimos días también se dio a conocer la cifra de pérdida de puestos de trabajo sufridos por el país desde noviembre de 2023 a la fecha. Según las estimaciones de la Secretaría de Trabajo, en base al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), la pérdida alcanzó a 223.796 asalariados, al tiempo que aumentó el número de monotributistas.
Las bajas más pronunciadas se dieron precisamente en Santa Cruz (-8,9%), Chubut (-5,6%), Salta (-4,7%).
Analizando los últimos datos mensuales, las jurisdicciones que registraron retrocesos con las mayores caídas fueron Neuquén (-0,7%), Chaco (-0,6%), Formosa (-0,6%), La Rioja (-0,5%), San Luis (-0,5%), Santa Cruz (-0,4%) y Tucumán (-0,5%).

En la comparación interanual, el panorama fue heterogéneo: doce provincias registraron incrementos en el empleo, mientras que otras doce mostraron descensos, entre estas últimas, Santa Cruz. Las bajas más pronunciadas se dieron precisamente en Santa Cruz (-8,9%), Chubut (-5,6%), Salta (-4,7%), Misiones (-2,5%) y La Rioja (-2,3%). Pero si la medición se hace a noviembre de 2023, apenas dos provincias muestran subas: Neuquén (2,9%) y Mendoza (1,4%). Por el contrario, Santa Cruz (-15%), La Rioja (-11,2%), Formosa (-8,2%) y Catamarca (-8%) fueron las que más empleo registrado perdieron en ese período, según IERAL.
Santa Cruz. La pérdida de puestos de empleo en el petróleo, impacta directo en la actividad económica.
En el caso de Santa Cruz, aunque no están especificadas los rubros en los que se asentaron estas caídas, muy posiblemente estén relacionadas a la caída en el empleo en la actividad hidrocarburífera y en la paralización de las represas hidroeléctricas sobre el río Santa Cruz, obras que precisamente desde noviembre del 2023 no volvieron a arrancar