
La minería podría convertirse en uno de los principales motores de generación de divisas en Argentina en menos de una década. Con el avance de los proyectos en carpeta y un marco regulatorio estable, las exportaciones del sector podrían alcanzar los USD 25.000 millones hacia 2033, según estimaciones del último informe de Situación sobre Minería elaborado por BBVA Research. Hoy, la actividad representa menos del 1% del PBI y aporta menos del 6% del total exportado, pero los próximos años abren la posibilidad de una transformación estructural.
Litio y cobre impulsan el desarrollo minero
El informe publicado en noviembre, pone foco en el litio como el principal motor de corto plazo y al cobre como el gran impulsor de la segunda mitad de la década, con capacidad para instalar a la minería como uno de los principales pilares exportadores del país.
Argentina es parte central del denominado Triángulo del Litio y dispone de una de las carteras de proyectos más importantes del mundo. Según estimaciones del sector, el país podría proveer hasta un 20% de la oferta mundial de litio hacia 2033, consolidando su presencia en un mercado impulsado por el crecimiento de la electromovilidad y la necesidad de almacenamiento energético a gran escala. En 2024, el litio superó por primera vez a la plata en volumen exportado y pasó a representar cerca del 14% de los envíos mineros, confirmando su creciente peso en la balanza comercial.
El cobre aparece como el otro pilar fundamental del salto exportador proyectado. Aunque Argentina no produce este mineral desde 2018, posee proyectos de clase mundial con un potencial de inversión superior a los USD 35.000 millones. La ejecución de estas iniciativas permitiría que el país se posicione nuevamente entre los principales productores globales y que las exportaciones de cobre superen los USD 11.000 millones anuales hacia 2033. Este avance modificaría de forma sustancial la composición exportadora del sector, sobre todo en la segunda mitad de la década, cuando los emprendimientos entren paulatinamente en operación.
El crecimiento del litio y el cobre en el país está estrechamente ligado a la evolución del marco regulatorio. En este sentido, el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) se convirtió en un elemento clave dentro de la estrategia del Gobierno para brindar previsibilidad, estabilidad jurídica y condiciones competitivas a los capitales interesados en proyectos de gran escala. Este esquema, orientado a activos de larga maduración, fue presentado como una herramienta decisiva para destrabar inversiones que requieren compromisos financieros significativos y marcos regulatorios estables a lo largo del tiempo.
Oportunidades
El informe también destaca el rol estratégico de la minería como generadora de empleo formal y especializado, así como su potencial para fortalecer la cadena de proveedores locales e impulsar economías regionales con alta ruralidad. Según el documento, un desarrollo minero planificado permitiría integrar a más pymes, promover servicios tecnológicos y ampliar la actividad económica en zonas con pocas alternativas productivas.
A su vez, subraya la necesidad de avanzar hacia un mayor valor agregado nacional, impulsando etapas de procesamiento y fabricación local de insumos. Para lograrlo, remarca que se requieren políticas públicas sostenidas que garanticen capacitación técnica, estabilidad fiscal y acceso a financiamiento competitivo, condiciones claves para inversiones de largo plazo.
Conclusiones
BBVA Research concluye que Argentina dispone de recursos geológicos y el mundo de una demanda creciente. Lo determinante será la capacidad del país para ofrecer reglas previsibles, infraestructura adecuada y un marco institucional confiable.
Si estos factores se alinean, Argentina no sólo podría multiplicar sus exportaciones mineras, sino también transformar ese impulso en desarrollo federal, empleo calificado y divisas estables para la próxima década