En esta entrevista exclusiva, el CEO de Veladero analiza el legado económico de la mina, los aprendizajes tras los incidentes del 2015, los retos de proveedores e infraestructura, y los planes.
Impacto económico: sueldos, bienes y servicios
Veladero exportó en 20 años más de 13.000 millones de dólares, de los cuales el 88% permaneció en Argentina. Solo el año pasado alcanzó 1.300 millones de dólares en exportaciones, gracias a la producción de más de 500.000 onzas de oro, un récord de la última década y el precio histórico del metal.
En 2024, entre 700 y 800 millones de dólares se quedaron en San Juan: 560 millones en bienes y servicios locales, 170 millones en impuestos y regalías; y más de 160 millones en salarios de 3.800 empleados, de los cuales el 91% son sanjuaninos. La carga tributaria total de la mina es del 58%.
Proveedores locales y desarrollo empresarial
Más del 70% de los proveedores son sanjuaninos, aunque algunos insumos “insustituibles”, como diésel, energía o camiones Caterpillar, provienen de empresas foráneas. Para fortalecer la capacidad local, Veladero creó un área de desarrollo de proveedores, única entre las minas; y promueve la economía circular, reciclando materiales de la mina en productos utilizados nuevamente en la operación.
“Hoy se están fabricando más de 2.000 productos reciclados en distintas empresas sanjuaninas, que después vuelven a la mina o se usan como subproductos”, explicó Álvarez.
90 pymes de Iglesia y Calingasta facturan entre 20 y 22 millones de dólares al año, y en total unas 360 empresas trabajan con la mina.
Los desafíos, el cobre y la competencia chilena
Álvarez subraya uno de los grandes retos para la minería local: la falta de una industria minera consolidada. “El problema principal pasa porque todavía no hay una industria; hay Veladero, hay Gualcamayo, pero no hay una industria minera.”, indicó.
Esta fragilidad afecta a los proveedores, sobre todo cuando no obtienen contratos: “Cuando un proveedor fracasa, se destruye una familia, por eso hay que ser muy cuidadosos.”
El alto ejecutivo sostiene que de cara a los proyectos de cobre que se vienen, la clave será preparar a los proveedores locales, mejorar su competitividad y promover alianzas con empresas extranjeras sin dañar el tejido social.
“El mayor problema de los proveedores sanjuaninos es que no tienen la posibilidad de ser tan competitivos como los que vienen de afuera”, advirtió.
Pero confía en que el tiempo que queda antes del boom del cobre puede aprovecharse para crecer de manera ordenada y con visión conjunta entre Estado, empresas y comunidad. Su mirada es que existe un gran espacio para hacer acuerdos, sinergias y joint ventures (UTEs) con empresas proveedoras de afuera para que los proveedores locales se beneficien.
Preguntas y respuestas clave: desde los errores a los planes
-¿Qué errores se cometieron en 20 años y qué aprendieron?
-“Existe la posibilidad que haya un incidente, una fatalidad, y trabajamos todo el tiempo para protegernos. Pero a veces pasa, y en Veladero pasó. En 20 años podemos mostrar una mina que en los inicios fue la gloria de San Juan, con 12.000 empleados en Pascua Lama, y después pasó a ser la peor compañía de San Juan y Argentina producto del incidente de 2015. Nos recuperamos y hoy somos una mina madura, que ha aprendido que lo primero que hay que hacer es poner a la comunidad en el centro, escuchar a la gente y ser más humildes.”
-¿Qué cambió a partir del incidente?
-“Lo primero que pasó fue que se cambió todo el valle de lixiviación. El viejo valle se cerró. Hoy operamos a partir de la fase 6, con nueva infraestructura, más tecnología y seguridad. La mina cuenta con trazabilidad total del mineral gracias al GPS y opera bajo los protocolos internacionales de Hacia una Minería Sustentable (HMS).”
-¿Qué rol cumplió Shandong Gold, la socia china de Veladero?
-“En 2017, en medio de la crisis, llegó Shandong Gold, la mayor minera de oro de China. Su aporte fue clave: fortaleció la gestión en seguridad y medio ambiente, aportó conocimiento global y generó una sinergia positiva con Barrick. Veladero se convirtió en una excepción para Shandong, que usualmente no opera fuera de China, permitiendo además un intercambio cultural y de aprendizaje con la provincia.”
-¿Cuál es tu mirada sobre el déficit de infraestructura para la minería que se viene?
-“Es un tema crítico para la competitividad de Argentina. Las inversiones deben ser conjuntas entre el Estado y el sector privado. Toda la industria minera está abierta a financiar o cofinanciar obras que ayuden no solo a la minería, sino también al desarrollo de la comunidad y otras industrias, y a bajar la huella de carbono.”
-¿Cómo se traduciría en la práctica el RIGI solicitado para Veladero?
-“El RIGI que presentamos no tiene como fin aumentar la vida útil, sino la capacidad productiva dentro de la misma vida. Permitirá poner en valor reservas no rentables, mantener el nivel de empleo, generar dos obras de construcción (fase 8 y 9) que darán más empleo, invertir 400 millones de dólares y sumar 1.8 billones de exportaciones adicionales.”
-¿Cuál es la estrategia de exploración y cuánto se invierte?
– “Estamos enfocados en tres ejes: primero, desinvertir en propiedades sin potencial como Alturas o Del Carmen, liberando información útil para pymes mineras. Segundo, focalizarnos en Lama-Veladero, con más de 20 millones de dólares anuales en exploración, buscando otro Veladero o ampliar el actual. Tercero, actualizar proyectos en Chile, como El Alto, para poner en valor antiguas reservas y fortalecer el distrito Lama-Veladero a mediano y largo plazo.”
-¿Cómo es hoy el diálogo de Barrick con la comunidad?
-“La actitud hacia la comunidad mejoró, eliminando el asistencialismo y pasando a un sistema colaborativo. Además, es crucial diversificar la matriz productiva, por ejemplo en turismo o agricultura, para que las futuras generaciones puedan vivir de otras cosas cuando la minería termine.”
-¿Si tuvieras que resumir en una frase lo que significa Veladero para Barrick, cuál sería?
-“Aprendizaje, resiliencia y transformación.”