Valcheta celebra 192 años con identidad, raíces y proyección

En diálogo con RÍO NEGRO, la intendenta Yamila Direne compartió desafíos y avances. Convencida de la capacidad de su gente, apuesta a que puedan crecer, sin tener que migrar a centros poblados más grandes.

El vínculo con Provincia, uno de los pilares en Valcheta – Foto: Gentileza.

De casas bajas y árboles que marcan el inconfundible paso de su arroyo homónimo, en contraste con el resto de la estepa, el paisaje de Valcheta responde a su apodo de “Oasis” de la Línea Sur. Serena y la única organizada como municipio dentro de un departamento rionegrino que se reparte entre parajes, esa tierra no ha dejado que la distancia le gane a sus ansias de progresar.

Desde esa actitud, celebran este domingo 5 nada menos que 192 años de vida institucional, desde la fecha establecida por el arribo de las fuerzas del sargento mayor Ibáñez en 1833, pero con la profunda convicción de que el arraigo de las familias locales encuentra la huella de sus ancestros mucho antes, en la presencia de grupos originarios primero y en la llegada de inmigrantes después.

Desde ese encuentro de culturas, la actual intendenta Yamila Direne, define a su comunidad como “una gran familia”, diversa, de 9 mil habitantes aproximadamente, que se las ingeniaron desde siempre, para encontrar una fuente de sustento y que supieron heredar las tradiciones patagónicas hasta la actualidad.

Prueba de eso se puede ver aún en sus calles, que no han perdido el ambiente criollo, con vecinos de boina y alpargatas entre los locales y los que llegan de las poblaciones vecinas, que reparten sus vidas aún entre lo urbano y las labores de campo, como la ganadería ovina y bovina, que supo sobrevivir al impacto de la sequía, las cenizas volcánicas y otros desafíos.

Foto: Gentileza.

En un intento por diversificar su economía, hoy la expectativa de los valchetenses está puesta en el desarrollo del turismo rural y en la actividad extractiva, vista desde la minería del uranio y desde el impacto laboral que genera la traza del proyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), en su camino rumbo a Punta Colorada.

En cifras que maneja el municipio, al menos 100 habitantes ya encontraron allí una oportunidad, desde albañiles, a choferes, encargados de seguridad y hasta cocineros. Para eso, afirmó Direne, se realizó un trabajo conjunto con la Bolsa de Empleo, el Gobierno provincial y sindicatos como la UOCRA, en una línea que se reforzará en este aniversario, con la firma de un convenio para garantizar la contratación de mano de obra local.

Para lograr esta inserción, remarcó la jefa comunal, la inversión en educación terciaria fue fundamental, para brindar herramientas académicas acordes a la demanda, con la correspondiente certificación que les permita aspirar a puestos más calificados.

El Instituto de Formación sirvió entonces para reforzar el valioso aporte que ya representaba el Nodo del CURZA (Complejo Universitario Regional Zona Atlántica y Sur) de la Universidad Nacional del Comahue, la presencia de la Universidad Nacional de Río Negro y hasta en lo referido a lo artístico, la Escuela de Arte Popular que sostiene el IUPA (Instituto Universitario Patagónico de las Artes), en un entramado que busca en definitiva, frenar el éxodo de las nuevas generaciones, que no veían posibilidad de crecimiento en su pueblo natal.

Foto: Gentileza.

Consciente de un 2025 en el que los recursos económicos que llegan son cada vez más escasos y en el que Municipio se vuelve la caja de resonancia de las necesidades, Direne afirmó que “la educación es lo que nos ayuda a superarnos”, convencida de la capacidad de sus propios vecinos, con los convive a diario, para volcar sus talentos dentro de la misma ciudad.

Nacida en Valcheta, la funcionaria valoró “el pueblo hermoso” en el que se estableció con su familia y al que “ama por la calidez de su gente”, donde los más chicos aún pueden cruzar de un barrio a otro en bicicleta sin temer riesgos y donde la calidad de vida todavía se construye en la ayuda mutua entre familias.

“Faltaban oportunidades ante la distancia, el clima riguroso, la necesidad de fomentar el uso de los recursos”, reconoció, pero con la certeza de que será posible revertir el panorama, con obras extra, como la reparación de rutas que aseguren la conexión con la costa atlántica y el Valle del río Negro. “Cuando el pueblo define un destino, vamos todos para el mismo lado”, reafirmó, celebrando la capacidad de diálogo entre los distintos sectores y la búsqueda de salidas que beneficien en lo colectivo.

De cara a los meses más cálidos en la región, finalmente Direne aprovechó la oportunidad para anticipar que después de los festejos de este fin de semana, el calendario para los valchetenses continuará en noviembre con la Fiesta de la Tradición, para abrir una temporada en la que los visitantes se podrán encontrar con la belleza de los paisajes de la estepa, la historia del Museo y el Bosque Petrificado, la excelencia de la gastronomía típica, la frescura de la pileta recreativa, los camping y la zona habilitada para casillas rodantes, todo en un mismo lugar, sin hacer grandes distancias y en definitiva, sin salir de Río Negro. 

Foto: Gentileza.

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