
El primer proyecto de tokenización de tierras en Vaca Muerta fue anunciado en Senillosa, dentro del Triángulo Productivo de Vaca Muerta, y marca un hito para el acceso a inversiones en Neuquén y Argentina. Se trata de 1.000 hectáreas destinadas a desarrollos residenciales y agroindustriales, con parcelas de entre 1 y 5 hectáreas, orientadas a atraer capital de perfiles diversos.
Según explicó Rodolfo Vigliano, cofundador y CEO de PALA Blockchain, la operatoria se realiza mediante un software que habilita la “Tokenización Notarial Inmobiliaria”, a través de la cual los compradores adquieren derechos sobre porciones de tierra sin implicar su explotación directa. “El proceso es digital y da soporte documental a cada transacción mediante certificación notarial”, indicó.
Los tokens emitidos son nominados y no seriados, se crean en el momento de cada compra y cuentan con la intervención de un escribano en su generación y de un profesional inmobiliario en su comercialización. Cada adquirente obtiene una participación con vistas a una futura escrituración, lo que encuadra el instrumento dentro de un circuito formal y controlado.
Cuando un comprador reúne el 100% del lote, los tokens de los tenedores minoritarios de ese mismo terreno se retiran y cada uno recibe el pago proporcional correspondiente a su derecho. Este mecanismo —por diseño— evita la sobre-suscripción y asegura trazabilidad hasta la escrituración definitiva, que formaliza la transferencia de dominio.
La tokenización divide un bien físico en fracciones digitales llamadas tokens, cada una representativa de una parte del activo subyacente. Estas fracciones pueden comprarse, venderse o cederse entre participantes adheridos al proyecto, con el registro de todas las operaciones en una cadena de bloques, lo que otorga transparencia e inmutabilidad a la información.
En este caso, los tokens pueden comercializarse mediante cesión de derechos nominada dentro de la misma plataforma y entre participantes previamente verificados. “Los tenedores no necesitan esperar la escrituración para obtener liquidez, ya que pueden vender sus participaciones si detectan una oportunidad o requieren capital”, remarcó Vigliano.
La relevancia de iniciar este esquema en Vaca Muerta reside en su dinamismo económico y en la expansión de infraestructura asociada al desarrollo de hidrocarburos no convencionales. Para pequeños ahorristas, comprar derechos fraccionados supone una alternativa de ahorro y una apuesta a la revalorización de tierras en una zona con visibilidad internacional y proyectos industriales en marcha.
De acuerdo con proyecciones citadas en el sector, Vaca Muerta exhibe un fuerte potencial exportador y contribuye, a la vez, a reducir el costo de importación de gas natural licuado. Para 2024, las petroleras proyectaron inversiones por casi US$ 9.000 millones en la cuenca, con un plan de upstream estimado en US$ 8.629 millones, por encima de los US$ 8.039 millones de 2023 y con un incremento de US$ 732,89 millones sobre el pico originalmente previsto.
El emprendimiento en Senillosa contempla lotes de 1 a 5 hectáreas orientados a desarrollos residenciales y agroindustriales, lo que podría traccionar demanda de servicios, obras y proveedores locales. La integración de cadenas de valor vinculadas a energía, logística y construcción busca potenciar el derrame sobre actividades no extractivas.
La tokenización también promueve la participación de pymes y de un ecosistema de notarías, inmobiliarias y proveedores tecnológicos que dan soporte a la gestión documental y al cumplimiento de requisitos formales. La digitalización agiliza validaciones y reduce fricciones operativas, manteniendo trazabilidad sobre cada cesión de derechos.
En materia regulatoria, la Comisión Nacional de Valores (CNV) avanzó con la Resolución General N° 1009/2024, que proyecta un marco para ofertas privadas de valores negociables y diferencia estos esquemas de la oferta pública. Para Diego Martín Díaz, Head of Payments & Crypto en la Cámara Argentina Fintech, la norma incorpora un “puerto seguro” que otorga certeza jurídica a ciertos instrumentos y agiliza su operatoria, habilitando que más entidades accedan a las ventajas del mercado de capitales bajo condiciones específicas. “Especialmente para activos como los tokens, ofrece una vía legal clara para su oferta y comercialización”, señaló.
Las perspectivas del mercado global de activos tokenizados son expansivas y algunas consultoras estiman un volumen de hasta US$ 4 billones hacia 2030. En ese contexto, la primera tokenización de tierras en Vaca Muerta sienta un precedente en Neuquén: combina fraccionamiento digital, certificación notarial y un entorno regulatorio en evolución para habilitar nuevas vías de financiamiento y participación en la economía real