
El megaproyecto Vaca Muerta Sur avanza a paso firme y ya transformó el mapa laboral de Río Negro con la creación de 2.550 puestos de trabajo directos. Con un tercio de la obra ejecutada, el nuevo oleoducto se perfila como una infraestructura estratégica para el futuro energético del país y para el desarrollo económico de la región.
El ducto, que unirá la cabecera de bombeo en Allen con la terminal portuaria de Punta Colorada, permitirá evacuar hasta 700.000 barriles diarios de crudo, un incremento del 70% respecto de la capacidad actual. Esta expansión será clave para sostener el ritmo de crecimiento productivo de Vaca Muerta y para fortalecer la capacidad exportadora de la Argentina.
Impacto social y económico
La presencia de miles de trabajadores en la provincia ya se hace sentir en las localidades cercanas a la obra. Comercios, servicios y emprendimientos vinculados a la construcción se ven impulsados por el movimiento económico que genera la instalación de campamentos y la llegada constante de insumos.
Los cuatro frentes de obra
El proyecto está organizado en varios ejes:
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Tendido de ductos: las cuadrillas avanzan con la instalación de caños de 30 pulgadas desde Allen hasta la costa norte del río Negro.
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Cabecera de bombeo en Allen: allí se construyen tres tanques de 55.000 m³ cada uno, que funcionarán como nodo estratégico para direccionar el crudo hacia Bahía Rosales o Punta Colorada.
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Estaciones intermedias: tres instalaciones ubicadas a lo largo de la traza garantizarán el flujo de unos 390.000 barriles diarios promedio.
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Terminal en Punta Colorada: el complejo contempla cinco tanques de 120.000 m³ y un sistema offshore con dos monoboyas que permitirá la carga directa en buques de gran porte.
Proyecciones de exportación
El puerto de San Antonio Este ya recibió 8.000 toneladas de acero para los tanques y se esperan nuevos ductos en las próximas semanas. Una vez en funcionamiento, el oleoducto podría exportar más de 135 millones de barriles en su primer año operativo, con ingresos estimados en 4.500 millones de dólares. A plena capacidad, los ingresos anuales superarían los 12.500 millones de dólares.
Con este nivel de inversión y generación de empleo, Vaca Muerta Sur no solo se posiciona como un proyecto energético de escala internacional, sino también como un motor de desarrollo regional que marcará un antes y un después en Río Negro