La Neuquinidad acentúa diferencias mientras Nación trata de evitar una crisis mayor

Panorama político de Vaca Muerta

Figueroa profundiza la estrategia de marcar distancias desde la gestión, en un escenario de inestabilidad macroeconómica que tendió a agravarse.

Figueroa junto a los candidatos al Congreso de La Neuquinidad.
Por Fernando Castro

La Neuquinidad eligió la zona centro de la provincia para realizar el acto más numeroso de la campaña hasta ahora. El último jueves, el lugar no fue casual: equidistante de varias localidades, permitió mostrar en Zapala fuerza territorial y capacidad de movilización en un tramo decisivo rumbo a las elecciones del 26 de octubre.

En el discurso central, el gobernador Rolando Figueroa profundizó la estrategia de marcar diferencias desde la gestión con el gobierno nacional. Un contraste que, también por el peso de la coyuntura política y económica nacionald, tiende a ser más notorio.

La relación con Nación se sostuvo hasta ahora con acuerdos puntuales, coyunturas en el Congreso y en lo que le importa a la provincia en torno a Vaca Muerta: el intento de avance sobre la potestad de los recursos hidrocarburíferos había provocado un cisma durante el debate de la Ley Bases, que acaso haya servido para encaminar miradas más coincidentes y constructivas en torno al mundo shale, por definición una de las pocas llaves para el ingreso de divisas genuinas en Argentina.

“Lo importante de poder ganar la elección es que nosotros le vamos a decir que sí a que los neuquinos nos sabemos gobernar”, dijo Figueroa ante una multitud este jueves. Y si bien “vamos a acompañar para que a los gobiernos nacionales les vaya bien, que no se metan con Neuquén porque ahí van a tener un límite”, sostuvo.

Denotó la baja del 31% del stock de deuda provincial en su gestión; y el ciclo de generación de empleo, que mantiene a la provincia como “primera” a nivel nacional, además de ser la cuarta que más exporta.

Instó a decir “sí a la universidad pública, a la educación pública, a las personas con discapacidad, a la salud pública, y sí a las obras de infraestructura”, para erradicar cualquier tipo de dudas de esa mirada contrapuesta.

El oficialismo neuquino, como en el grueso de las jurisdicciones provinciales, se mide con los candidatos de La Libertad Avanza. En ese escenario hay, también, una forma de dejar que los hechos hablen. Sin recurrir a confrontaciones que tienen “harta a la gente” luego de una década de “grieta” que decantó en el impacto local de la disrupción de outsiders que caracteriza esta era política (y no tanto) en parte del mundo.

Neuquén usufructúa de este modo parte de los errores autoinfligidos por Nación. Uno de los peores emergentes de este contexto es el modo de (no) relacionarse más constructivamente con la mayoría de los gobernadores. Porque la factura que le pasan por eso es más que severa: necesita gobernabilidad pero hasta ahora no la pudo edificar del todo. Al menos en el momento en el que más la necesita.

Entre estas carencias surgió Estados Unidos como gran sostenedor; eso sí, si es que puede ganar en las elecciones. “Ganar”: habrá una puja por definir el día después de los comicios qué significa. El tema es el piso de votos que le den legitimidad para el segundo tramo del gobierno, luego del duro traspié de Buenos Aires.

El primer test electoral de Figueroa

La contienda será el primer test electoral que afronte Figueroa ya como gobernador, luego del triunfo histórico que sacó al sello del MPN de la Gobernación de forma inédita.

El acto en el centro de la provincia tuvo otro componente clave. También puede leerse como un mensaje al entramado de intendentes con el que forjó una seguidilla de acuerdos de gobernanza con eje en la obra pública y cómo eso podría ser un pilar de ese andamiaje para el día de la votación.

Esa red municipal, que abarca tanto localidades grandes como pequeñas, funciona como base de apoyo político y como plataforma de gestión. La apuesta es que esa estructura permita sostener la construcción provincial más allá de los resultados electorales inmediatos.

La movilización de esta semana, la más importante hasta ahora, también fue un mensaje hacia adentro: La Neuquinidad tiene volumen político propio, con capacidad de convocatoria y con un proyecto que busca diferenciarse de la inestabilidad nacional.

Vaca Muerta, el centro de la escena

El cierre de la semana también sumó otro elemento desde el sector petrolero. Tiene que ver con la geología neuquina y con las continuidades históricas entre la provincia y el sector oil and gas.

El anuncio de GeoPark, la empresa de capitales colombianos que confirmó una inversión de 1.000 millones de dólares en dos bloques, va en esa línea.

La apuesta le permitirá a la compañía duplicar su producción, pasando de un promedio de 20.000 a 40.000 barriles de petróleo diarios, y revertir así la declinación que venía mostrando en los últimos años, como lo mencionó Felipe Bayón, el CEO de la empresa, que le compró por 115 millones de dólares dos bloques a Pluspetrol.

La disponibilidad de evacuación, el mercado exportador abriéndose, y el precio y la demanda global funcionan como aliciente en este año de consolidación del shale, que incentiva los mejores indicadores de producción de Argentina en 25 años

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