El antiguo reclamo de la ciudad de Rosario y el mandato constitucional establecido en la reforma nacional de 1994 –que cumplió tres pacientes décadas de espera- sobre la autonomía de los municipios, se hizo realidad ayer cuando la Convención reformadora del texto magno santafesino aprobó facultades soberanas para las ciudades y pueblos de la provincia, en la que ya no habrá más comunas. Los cambios –que no fueron acompañados por todas las bancadas- contemplan que las localidades de más de 10 mil habitantes pueden dictar sus cartas orgánicas a través de una convención municipal convocada a tal fin; establece que los Concejos se renueven cada dos años; y dispone que las transferencias de facultades estén acompañadas de los recursos necesarios por parte de la provincia. En cambio, no tuvo consenso el planteo del bloque del panperonismo de Más para Santa Fe de fijar que la coparticipación se distribuya a partir de un piso y mediante transferencias automática y criterios objetivos que definan sus porcentajes.

La convencional de Unidos y representante del intendente rosarino Pablo Javkin en la Convención constituyente, Josefina Del Río, recordó que “hasta hace un tiempo casi nadie hablaba de autonomía municipal” y que “Rosario reclama poder elegir su destino con voz propia”. Sostuvo que “hasta hace un tiempo no tenía autonomía ni para caminar tranquilo por las calles, por la violencia que había”.

“A 30 años de la reforma constitucional de 1994 (que estableció que los municipios deben ser autónomos) y a más de un siglo de la de 1921, celebramos por la memoria de quienes lo soñaron y por nuestros vecinos”, abundó.

El convencional de Más para Santa Fe e intendente de Pérez, Darío Corsalini, dijo que con la sanción de las autonomías municipales en la Constitución provincial “nos permite saldar una deuda histórica”.

“Pensar en la autonomía también es pensar en la vida cotidiana de nuestros vecinos. Contar con recursos claros, previsibles y acorde con las funciones que el Estado tiene que asumir, porque la autonomía sin recursos es un título vacío. La coparticipación discrecional no es justicia, sino sometimiento”, dijo, y se quejó porque la bancada mayoritaria, del frente Unidos, no aceptó la propuesta de avanzar en el texto magno con la distribución de la coparticipación, para evitar favoritismos de color político.

La modificación del artículo 106 de la actual Constitución, que en la nueva establecerá la autonomía de las localidades “en los órdenes institucional, político, administrativo, económico y financiero”, fue aprobada por 50 votos a favor y 15 en contra.

Menos consenso

El artículo 107, que establece las atribuciones de los intendentes, la forma de organización de los municipios, sus órganos legislativos, sus deberes y competencias, obtuvo en cambio 47 a favor 18 en contra, porque parte del bloque de Activemos no dio su consentimiento. El jefe de la bancada, Marcelo Lewandowski, cuestionó dos incisos de los siete que tiene el artículo y mocionó que se vote en particular cada uno para poder acompañar los cinco con los que acordaba. Unidos no habilitó esa posibilidad.

En ese punto, el convencional Juan Monteverde cuestionó que la nueva Constitución establezca la renovación de los Concejos Municipales cada dos años, y no como la Legislatura provincial cada cuatro, en forma conjunta con los cargos Ejecutivos.

“Estamos renovando esta Constitución con una crisis de representación enorme. Esta Convención tenía la posibilidad de reducir esa crisis, pero primó el sin sentido de tener que ir a votar cada dos años en las ciudades”, sostuvo el concejal rosarino, que paradójicamente fue chicaneado por Unidos durante toda la reforma por estar en “campaña permanente”.

Dijo Monteverde que, al establecer ese límite a la autonomía, “nos obligan a esta locura de la campaña permanente, donde un año se gobierna y el otro se va a elecciones. El que gobierno está más preocupado por las listas que por gobernar, que es para lo que la gente los elige”. Para el edil, “hay que pensar en políticas de largo plazo” para temas complejos, “pero hay que revalidar las políticas a poco de asumir”.

A la vez, la nueva Constitución fija un límite de una sola reelección para los intendentes en períodos continuos, y solo podrán volver a presentarse a ese cargo electivo dejando pasar cuatro años. Lo mismo regirá para los concejales.

Al no tomarse el planteo de Más para Santa Fe para fijar un piso coparticipable, el texto quedó redactado de manera tal que se debe dictar una ley que determine los criterios de distribución de recursos públicos de la provincia a los municipios.

Los de más de 200 mil habitantes –sólo cumplen esa premisa Rosario y Santa Fe- podrán tomar créditos sin autorización del Gobierno provincial hasta la doceava parte de su presupuesto.

Ordenamiento y derecho a la ciudad

La reforma también incluye la facultad de los municipios de celebrar convenios entre sí, con entes supramunicipales, con la provincia, con otras provincias y sus municipios, con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y con la Nación para desarrollo regional, prestación de servicios, obras públicas, cooperación técnica y financiera, fortalecimiento de capacidades, y políticas públicas de interés común.

Para ello podrán constituir áreas metropolitanas y regímenes de asociación intermunicipal y supramunicipal, creando organismos y entes, que el convencional Juan Pedro Aleart de La Libertad Avanza cuestionó –de acuerdo a su irreductible lógica discursiva- porque va a ser “para crear nuevos entes y llenarlos de cargos”, como los que ocupan en el Pami los candidatos legislativos libertarios.

Sobre el cierre de esta edición, la Convención también se aprestaba a aprobar los dictámenes mayoritarios de ordenamiento territorial –que establece una política integral de planificación y ordenamiento del territorio urbano, periurbano y rural, para favorecer su desarrollo integrado- y el de Derecho a la Ciudad, que busca garantizar en el texto constitucional su uso pleno y equitativo, su función social y ambiental y los principios de participación ciudadana, gestión democrática, justicia espacial, equidad social e intergeneracional y respeto a la diversidad cultural