
El vicepresidente del EPRE, Roberto Ferrero, dialogó con La Mil20 sobre la crucial audiencia pública para el plan de inversiones eléctricas 2026-2030, la preparación de la red ante el boom minero y comercial, y las novedades tarifarias que impactan en los hogares, incluyendo el fin del beneficio de «zona fría».
Así lo afirmó el vicepresidente del Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE), Roberto Ferrero, en una entrevista con la Mil20, donde detalló los preparativos para una audiencia pública fundamental que definirá el Plan de Inversiones en la red de distribución de electricidad para el quinquenio 2026-2030.
La convocatoria, que se realizará el 16 de septiembre de 2025 a las 9 en formato virtual, busca debatir y dar publicidad a las obras orientadas a mejorar la calidad y seguridad del servicio, así como la modernización de la prestación en la provincia.
Una mirada al futuro: la audiencia pública clave para San Juan
Ferrero destacó la importancia de esta audiencia, que forma parte de un proceso de revisión tarifaria ordinaria más amplio, dividido en múltiples encuentros para asegurar una participación profunda y no meramente testimonial.
El objetivo es «mirar hacia el futuro» con «propuestas fundamentadas, con propuestas técnicas, con la transparencia que necesita este tipo de cuestiones» para analizar las inversiones que deben realizarse y lograr que el servicio eléctrico sea «más confiable, más seguro».
El optimismo del EPRE se basa en el potencial «florecimiento de la economía de San Juan» si los «emprendimientos mineros» entran finalmente en producción.
Esta expansión no solo generará «miles de puestos de trabajo», sino también un aumento significativo en la actividad económica en general: «más comercio, eso significa más emprendimientos habitacionales, eso significa más actividad económica, más industrias, bueno, toda una serie de cosas que el primer insumo que necesitan es electricidad».
La red actual está adaptada para el crecimiento de la demanda, pero se requiere una planificación de mediano y largo plazo para afrontar este salto. La meta es clara: «que la electricidad no sea un pleno en mano de la economía».
Las inversiones previstas buscan «mejorar la confiabilidad del servicio» mediante nuevas estaciones transformadoras y el cambio de cableado obsoleto, vital para «reducir la frecuencia y duración de los cortes del servicio ante la creciente demanda (nuevos barrios, más consumo) y los eventos climáticos (viento Zonda, lluvias severas, olas de calor)».
Además, se apunta al «desarrollo de una red más inteligente y eficiente» con tecnología moderna para «detectar fallas más rápido, reducir pérdidas y optimizar los costos».

Un ejemplo concreto de la inversión en curso es la Estación Transformadora Nueva San Juan, una licitación ya adjudicada y en construcción, que «es la duplicación de la capacidad de conexión con el sistema argentino en extra alta tensión de la provincia de San Juan».
Esta obra, con una inversión provincial de «alrededor de 33 millones y medio de dólares», aunque «hoy no es necesario», será crucial «dentro de 5 años» para evitar problemas de abastecimiento.
La primera etapa de este plan de inversiones de referencia ya imputa «alrededor de 28.000 millones de pesos».
Es importante destacar, según Ferrero, que las demandas de las empresas mineras se gestionan por separado y no se cargan al bolsillo de los usuarios; la audiencia se enfoca en la electricidad para «hogares, comercios, industrias, emprendimientos productivos de la provincia de San Juan».
Contingencias recientes: la falla en Sarmiento y la respuesta del EPRE
En otro orden, Ferrero se refirió a las contingencias que generaron «incomodidad» en los usuarios, particularmente una falla que afectó a la estación transformadora Sarmiento (ubicada en Capital, abasteciendo la zona norte-noreste del casco urbano).
El vicepresidente explicó que el EPRE mantiene un «canal de información permanente» y «canales excepcionales» ante eventos como las lluvias recientes.
La falla se debió a «un cable que eh bueno, por alguna circunstancia que es Se investigará en su momento con los equipos técnicos respectivos ver por qué falló ese cable», y fue «solucionado relativamente rápido» gracias a la activación de protocolos de reconexión.
El proceso post-falla, según Ferrero, implica primero la «restitución del servicio en los menores plazos posibles». Luego, se procede a «identificar por qué» ocurrió, para determinar si la razón es «atribuir a la empresa, se aplican las sanciones respectivas», o si se trata de fuerza mayor, lo cual la empresa debe demostrar. El objetivo primordial es «intentar que ese tipo de fallas no ocurran».
Novedades tarifarias: aumentos nacionales y el fin de la zona fría
Respecto a las tarifas, el funcionario aclaró que, aunque algunos titulares nacionales hablan de una «baja del 0,5% mayorista», a nivel nacional ha habido un «incremento de los costos mayoristas» de generación y transporte, ya que el gobierno busca «ir acompañando la inflación para esos costos».
Este aumento, alrededor de un «1%», impactará en las facturas de los usuarios, siendo una decisión de la nación sobre la cual la provincia no tiene facultad.
En contraste, la provincia de San Juan ha mantenido una política diferente respecto a los costos de distribución. A fines del año pasado, el EPRE dispuso una «reducción del valor agregado de distribución» que impactó en una «reducción del 5% de la tarifa final de los usuarios».
Además, en julio, se decidió «congelar, mantener esos valores que ya estaban reducidos hasta los consumos de enero del 2026, facturas de marzo del 2026», debido a que los costos vigentes son suficientes para atender la distribución.
El futuro de estos costos dependerá en gran medida de la evolución económica, advirtiendo que una devaluación drástica como la de diciembre de 2023 tendría un «impacto fuerte en todo lo que son los costos asociados a la electricidad».
Finalmente, Ferrero informó sobre el fin del beneficio de «zona fría» a nivel nacional, que «finalizó el domingo» pasado. Este beneficio implicaba un aumento del consumo base subsidiado para los usuarios N2 (menores ingresos) y N3 (medianos ingresos), que era de 650 kWh y 550 kWh respectivamente.
Ahora, «vuelven los valores eh habituales», del orden de los «250 kW horas subsidiado», y «todo lo que supere eso va sin subsidio». No hay subsidios para usuarios N1 (mayores ingresos), comercios ni industrias.
El EPRE, consciente del «uso intensivo en el verano» de la electricidad en San Juan, realizó gestiones el año pasado ante la Secretaría de Energía para incrementar los valores subsidiados en esa época, y «La volveremos a hacer en este año, pero bueno, depende de la voluntad de la nación».
Ante este panorama, el vicepresidente del EPRE enfatizó la «recomendación a todas las personas usuarias de ser lo más eficiente. posibles en el consumo de sus suministros electos». Además, ofreció el apoyo del organismo: «Cualquier duda, acercarse por el EPRE e intentar averiguar por qué razón el consumo se ha disparado. Si es que hay alguna razón que sea que hay un mal funcionamiento al medidor, una mala lectura, las razones que puedan que puedan hacer se acerca por el lepra y intentaremos ayudar»