
La digitalización dejó de ser una opción para transformarse en una condición de supervivencia para cualquier empresa. Facturación electrónica, homebanking, redes sociales, aplicaciones de gestión y sistemas en la nube se volvieron parte de la vida diaria de las pymes argentinas. Pero con esa dependencia también llegó un riesgo que no distingue tamaños ni rubros: los ciberataques.
Columna de opinión por Maximiliano Ripani. Experto en Ciberseguridad de ZMA IT Solutions (www.zma.la)
Durante años se creyó que solo las grandes corporaciones eran blanco de los delincuentes informáticos. Hoy la evidencia muestra lo contrario: las pequeñas y medianas empresas son objetivos frecuentes porque, en general, cuentan con menos recursos para invertir en seguridad digital. El robo de datos, el fraude a través de correos falsos y los secuestros de información mediante ransomware se convirtieron en problemas cotidianos que afectan desde estudios contables hasta talleres mecánicos o comercios de barrio.
El interrogante, entonces, es qué puede hacer una pyme —con presupuestos ajustados y equipos reducidos— para protegerse. Qué es un ciberataque y por qué afecta también a las pymes. Un ciberataque no es otra cosa que un intento de acceder sin autorización a sistemas informáticos con el fin de robar dinero, datos o interrumpir la operación de una empresa. A veces se concreta a través de engaños (phishing), en los que el delincuente se hace pasar por un banco o proveedor para que el usuario entregue claves. Otras veces consiste en instalar programas maliciosos que bloquean archivos y exigen un rescate (ransomware).
La idea de que “a mí no me va a pasar porque soy chico” ya no tiene sustento. En la práctica, muchos de estos ataques son masivos y automáticos: recorren Internet buscando vulnerabilidades. No importa si se trata de una multinacional o de una pyme con cinco empleados: si el sistema está mal protegido, será un blanco posible.
El impacto real en un negocio
El daño que produce un incidente de este tipo es múltiple. En primer lugar, paraliza la operación. Una empresa sin acceso a sus archivos o a su sistema de gestión no puede facturar ni cobrar. En segundo lugar, afecta la reputación: un cliente al que le roban datos a través de un proveedor desconfía en el futuro. Y en tercer lugar, genera pérdidas económicas directas: desde transferencias hechas a cuentas fraudulentas hasta el costo de recuperar sistemas y volver a funcionar.
En un contexto como el argentino, donde muchas pymes trabajan con márgenes estrechos, un ciberataque puede significar no solo una pérdida de dinero, sino la imposibilidad de continuar con la actividad.
Cómo protegerse: medidas realistas y efectivas
La seguridad digital no depende de una única solución, sino de un conjunto de medidas que, combinadas, reducen notablemente el riesgo. No se trata de llenar la oficina de tecnología costosa, sino de aplicar sentido común y constancia.
Cultura de prevención
La primera defensa no es un software, sino las personas. Capacitar al equipo para identificar correos sospechosos, verificar cambios de CBU por otro canal y desconfiar de mensajes urgentes es fundamental. La mayoría de los ataques exitosos no ocurren por fallas técnicas, sino por errores humanos.
Autenticación en dos pasos
Activar el doble factor de autenticación en las cuentas de correo, en la banca electrónica y en las herramientas de trabajo reduce drásticamente la posibilidad de que un intruso acceda con una contraseña robada.
Contraseñas seguras y únicas
Una contraseña débil es como una cerradura de juguete. Usar claves largas, únicas y administrarlas con un gestor de contraseñas evita que un solo descuido exponga a toda la empresa.
Copias de seguridad confiables
Los respaldos periódicos son el “seguro de vida” digital. Mantener copias en la nube y en dispositivos externos desconectados garantiza que, incluso frente a un ransomware, la empresa pueda volver a funcionar sin pagar rescates.
Actualizaciones al día
Los delincuentes aprovechan fallas conocidas en programas y sistemas. Mantener actualizados los equipos, routers y celulares es equivalente a cambiar la cerradura cuando alguien ya sabe cómo abrirla.
Separar lo crítico de lo secundario
En muchas pymes, la misma red Wi-Fi conecta la caja registradora, las computadoras de administración y los celulares de clientes. Separar las redes y limitar los accesos es una medida sencilla y barata que evita que una vulnerabilidad en un dispositivo se transforme en un problema mayor.
Proveedores y servicios externos
Cada vez más pymes dependen de sistemas en la nube para facturación, pagos o almacenamiento. Preguntar dónde se guardan los datos y qué medidas de seguridad ofrece el proveedor debería ser parte del contrato, igual que preguntar por plazos de entrega o costos.
Protocolos de respuesta
Saber qué hacer cuando ocurre un incidente evita improvisaciones. Cortar la conexión de un equipo comprometido, cambiar claves desde otro dispositivo y denunciar rápidamente son pasos básicos que cualquier pyme puede establecer de antemano.
El costo de no hacer nada
No implementar estas medidas no significa “ahorrarse un gasto”, sino asumir un riesgo enorme. La ecuación es simple: los costos de un incidente suelen ser mucho mayores que la inversión en prevención. En muchos casos, el 2FA, los backups o las actualizaciones no tienen costo adicional. Y herramientas más avanzadas, como un buen antivirus con administración central, representan un gasto accesible frente a las pérdidas que pueden evitar.
Una responsabilidad que empieza arriba
La ciberseguridad en las pymes no es un tema que se pueda delegar por completo al “chico de sistemas”. Es una responsabilidad de la dirección, porque impacta en el negocio, en la relación con los clientes y en la continuidad de la empresa. Así como se definen políticas para pagos, stock o contratación, también debe existir una política clara de seguridad digital.
El delito informático ya no es una amenaza lejana ni un problema exclusivo de las grandes corporaciones. Es parte de la realidad diaria de cualquier pyme que depende de la tecnología para operar. Y, en la Argentina, donde la resiliencia y la creatividad son marcas registradas de los pequeños empresarios, incorporar la ciberseguridad como hábito es una forma más de cuidar lo construido con esfuerzo.
Blindar la empresa contra los ciberataques no significa vivir con paranoia ni gastar fortunas, sino aplicar disciplina en lo esencial. Igual que cerrar la persiana a la noche o pedir una seña antes de entregar un producto, las medidas digitales de prevención deben ser parte de la rutina. Porque en tiempos donde los datos son tan valiosos como el dinero en caja, la seguridad informática no es un lujo: es una condición para seguir en pie.
Acerca de ZMA IT Solutions. Con más de 50 años de experiencia, ZMA IT Solutions es sinónimo de innovación y confianza en tecnología y ciberseguridad. Somos una empresa familiar que combina tradición y visión de futuro para ofrecer soluciones a medida, respaldadas por una red de más de 600 partners en todo el país. Brindamos software, servicios profesionales y capacitación que impulsan la transformación digital de empresas de todos los tamaños. Nuestra atención cercana y personalizada nos convierte en el aliado ideal para proteger, optimizar y hacer crecer tu negocio. En ZMA, transformamos desafíos tecnológicos en oportunidades de éxito.