Río Grande atraviesa una situación inédita con el servicio de internet satelital Starlink: la fuerte demanda de nuevos usuarios provocó una saturación en la capacidad disponible para la zona, generando recargos por demanda que superan ampliamente el valor del propio equipo.
Actualmente, el plan Residencial tiene un costo mensual de $56.100, con un descuento de $11.100 durante el primer mes. Sin embargo, el verdadero impacto está en el pago inicial. En el caso del Kit estándar, el valor de hardware es de $249.999, pero el recargo por alta demanda alcanza $1.180.000, más $24.400 de envío, lo que eleva el total a $1.454.399. Quienes opten por el Kit Starlink Mini, más compacto y diseñado para aplicaciones básicas, pagan $189.000 por el equipo, pero enfrentan un recargo por demanda de $1.580.000, más envío, con un total de $1.793.400. Especialistas en telecomunicaciones explican que estos recargos responden a la limitada capacidad satelital asignada a Río Grande y al número elevado de solicitudes. El sobreprecio funciona como un mecanismo de prioridad para quienes desean activar el servicio en zonas saturadas.
La situación contrasta fuertemente con lo que ocurre en Tolhuin y Ushuaia, donde los valores se mantienen en rangos normales y sin recargos extraordinarios. Por ejemplo, en Ushuaia el plan Residencial Lite cuesta $38.000 mensuales (con un descuento de $4.000 el primer mes) y el pago inicial por el kit estándar es de $249.999 más $24.400 de envío, totalizando $274.399. Con el kit Mini, el monto inicial es de $213.400. Vecinos de Río Grande señalan que, a pesar de los altos costos, Starlink sigue siendo una alternativa atractiva frente a la limitada oferta de internet por fibra óptica o ADSL, especialmente en barrios periféricos y zonas rurales.
La tendencia evidencia un cambio en el mercado fueguino: mientras en Tolhuin y Ushuaia aún es posible acceder al servicio con precios regulares, en Río Grande la saturación ya convirtió a Starlink en un bien escaso y costoso de obtener.