A pasos del Parque Nacional Los Alerces, Pueblo Alto Lodge ofrece aventuras en la naturaleza, cocina casera a leña y vistas que quitan el aliento. Canopy entre lengas, senderismo y té de campo, en un rincón patagónico que se disfruta todo el año.
Esta vacaciones de invierno podés despertar en plena cordillera, con el lago Futalaufquen desplegándose como una postal viva frente a tus ojos. Caminás entre coihues y lengas centenarios, el crujido de las hojas acompaña tus pasos, y un perfume cálido, a leña encendida y pan casero, te guía hasta Pueblo Alto Lodge. Pronto, estarás volando entre las copas de los árboles, en un bosque que se vive desde el suelo y desde el aire.
Este refugio de montaña, muy cercano al cordón Situación, es una invitación abierta a vivir la Patagonia en su estado más puro. A solo 30 minutos de Esquel, y a pasos de la Portada Centro del Parque Nacional, se transforma en una base perfecta para explorar, descansar y reconectar. Canopy, mountain bike, caminatas y cocina con alma: acá el ritmo lo pone la naturaleza.
Si hay una experiencia que define a Pueblo Alto, es el canopy. No solo porque invita a volar entre las copas de árboles nativos, sino porque permite ver el bosque desde un ángulo absolutamente distinto.
La adrenalina se entrelaza con la contemplación en un circuito de cinco estaciones que recorre dos kilómetros entre coihues, lengas y cipreses.
Los cables dobles seguros, firmes, hilados según estándares internacionales, se extienden hasta 500 metros, cruzando incluso el cañadón del arroyo Fontana. Desde plataformas que se elevan a casi 50 metros, la sensación es total: libertad, altura y bosque.
Pero no es solo vértigo, es también el silencio, los cantos del Chucao, y el aire limpio que perfuma la travesía. Una actividad ecológica, de bajo impacto y profundamente conectada con el entorno.
Té de campo y cocina a leña: la pausa perfecta
Después del movimiento, llega el momento del sabor, y ahí, Pueblo Alto vuelve a brillar. La propuesta es simple y reconfortante: una casa de madera con vista al cordón Situación, cocina a leña encendida, y una mesa donde se combinan tortas fritas, tartas dulces y pan casero con mermeladas de estación.
El té de campo se sirve con cariño y sin apuro, cada receta sale del horno como antes, sin prisa, con sabor a hogar. Los colores del mantel, el aroma del pan y el vapor de la infusión son parte de una experiencia que no se olvida fácil.
Cuatro estaciones, mil maneras de vivir la montaña
Como las lengas que cambian de color en cada estación, Pueblo Alto se transforma con el paisaje. En verano, las bicis recorren senderos junto al lago. En otoño, los rojizos lo tiñen todo. En invierno, el calor del té y el fuego de la cocina abrazan a los viajeros. Y en primavera, el lodge florece con nuevas caminatas, aromas y miradores.
Pueblo Alto a pasos del Parque Los Alerces, es un rincón de Chubut que vale la pena vivir, sin importar la época del año.
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