
A media hora de Viedma, se testeó el rendimiento de biomasa y energía de 11 semillas híbridas. Los resultados fueron más que auspiciosos: en algunos parámetros, la productividad duplicó a la observada en localidades de Buenos Aires. Con una variedad, se logró 35 toneladas de materia seca por hectárea.
La estrella de la pampa húmeda que brilla en la Patagonia.
Ensayos agrícolas tuvieron lugar en Viedma, capital de Río Negro, y en las localidades bonaerenses de Tandil, San Miguel del Monte, Roque Pérez y Pila. En particular, se determinó el rendimiento y la calidad de la materia seca obtenida de un típico cultivo de Argentina, durante la campaña agrícola 2024/2025.
En esas cinco localidades, se evaluó la aptitud forrajera de 11 híbridos de maíz, y la Patagonia sobresalió. Particularmente en Río Negro, el experimento fue realizado por Matías Montero, estudiante de agronomía (UNRN), en un tambo de Rangitata en el Valle Inferior. El lote venía siendo utilizado desde hace varios años para la producción de maíz para grano. Participaron del relevamiento y procesamiento de resultados Maizar, la Secretaría de Agricultura de Río Negro y el INTA Valle Inferior.
La siembra se efectuó el 20 de noviembre último con sembradora directa en suelo seco mediante “precision planting”. Con surcos separados a 70 cm, se alcanzó una densidad de siembra de 85.000 pl/ha. La cosecha se realizó el 28 de marzo con un estado de madurez avanzada. Se aplicaron ocho riegos que totalizaron 592 mm, con una lámina promedio de 74 mm por riego.
En maíz para silo, Río Negro no tiene rival
Los 11 híbridos usados en los ensayos arrojaron excelentes resultados en Río Negro: en promedio, se obtuvieron 26.055 kilos de materia seca por hectárea para planta completa. Así, Viedma es la localidad donde se lograron los mejores rindes, superando en un 46% a la media de Tandil, en un 29% a Roque Pérez, en un 26% a San Miguel del Monte y en un 17% a Pila.
El híbrido que mejor desempeño exhibió en la capital rionegrina fue el 60-050 VIP3 FULL de KWS: arrojó un rendimiento de 35.228 kg MS/ha en planta completa. Para terminar de dimensionar este resultado, agregamos un dato: es un 121% mayor al que se obtuvo en Tandil. Lucio Reinoso, secretario de Agricultura de Río Negro, destacó las cualidades de ese material pensando en un cultivo para cortapicado. “Está exclusivamente destinado a silo. Su gran ventaja respecto de otros híbridos es que se mantiene verde por más tiempo, con lo cual es más fácil para hacer silo durante un plazo mayor. Al tener más stay-green, nos da una mayor ventana para el cortapicado”, explicó.

La superioridad del híbrido de KWS no se limita a la cantidad, sino que también se expresa en calidad, particularmente en términos de materia seca digestible producida. Se obtuvieron 109.866 Mcal/ha, más del doble de lo observado en Tandil y Roque Pérez y un 15,8% más que el segundo mejor híbrido incluido en el ensayo (el 60-950 VIP3, también de KWS).
En maíz para grano, los valles rionegrinos también están a la cabeza
Un aspecto de interés del maíz es su contenido energético, principalmente para quienes buscan el engrasamiento del ganado durante la terminación a corral. Al respecto, los rendimientos alcanzados en Viedma también superan a los de las localidades bonaerenses incluidas en el ensayo.

Al promediar los resultados de los 11 híbridos evaluados, se desprende que el 74,5% de la materia seca obtenida en Río Negro es digestible. Esa tasa fue de 66,1% en Pila, de 69,6% en Roque Pérez, de 69,9% en San Miguel del Monte y de 70,8% en Tandil. La semilla que mejor desempeño tuvo en este aspecto en Río Negro fue la NS 7624 VIP3 CL de Nidera, alcanzando una digestibilidad del 77,6%. Esto equivale a una energía digestible de 3,297 Mcal por kilogramo de materia seca, un valor muy alto para planta entera. Esto se debe a que “es un híbrido más granífero, pero tiene una ventana para cortapicado mucho más estrecha que el de KWS”, explicó Reinoso, en diálogo con este medio.
El funcionario ve con buenos ojos la implementación del NS 7624 VIP3 CL en sistemas con doble propósito. “Lo interesante del grano de maíz en Río Negro no es tanto la exportación, sino como complemento de dietas animales. El silo da energía pero no tanta como el grano, que a veces hace falta para la terminación. Una parte se puede destinar a hacer silo de planta entera, y la otra para concentrados energéticos usados en la terminación en feedlots. Nosotros bregamos para transformar toda la energía del maíz en carne o en leche”, sostuvo.
«Nosotros bregamos para transformar toda la energía del maíz en carne o en leche».
Lucio Reinoso, secretario de Agricultura de Río Negro.
Estos resultados no hacen más que ponerle números a una realidad cada vez más conocida: el potencial agrícola de los valles irrigados de Río Negro es enorme. A la abundancia de agua de calidad, se le suman condiciones climáticas óptimas . “En verano, tenemos dos horas más de sol al día que la pampa húmeda”, puntualizó el secretario de Agricultura.
Le consultamos a Reinoso si estos resultados son extrapolables a todos los valles irrigados del río Negro. “En el Alto Valle y el Valle Medio las temperaturas se incrementan más rápidamente que en el Valle Inferior, con lo que el maíz podría incluso rendir un poco más pero también tener golpe de calor. Lo extrapolaría a todos valles, pero con esa aclaración”, concluyó el funcionario. Con estos resultados, el maíz se consolida como uno de los cultivos más prometedores para los valles irrigados de la Norpatagonia