
Un informe técnico de CREA analizó la situación de este cultivo y el maíz para la nueva campaña agrícola
Luego de que el 30 de junio pasado finalizara la rebaja temporal de las retenciones para la soja y el maíz, en el sector volvieron a encenderse las alertas sobre los efectos negativos que provocan los Derechos de Exportación (DEX) en la actividad agrícola. En este nuevo contexto, CREA presentó proyecciones para la campaña agrícola 2025/26 que muestran un panorama preocupante.
Según el análisis, con los precios esperados a la fecha y bajo el actual esquema impositivo, la soja gravada con un DEX del 33% se tornaría inviable en el 80% de la superficie agrícola argentina. En el caso del maíz, ponderando temprano y tardío, con retenciones al 12%, el área viable se reduce al 39%. En cuanto al doble cultivo trigo/soja de segunda, se trata del caso más comprometido porque un aumento de las retenciones torna inviable el negocio en el 87% de la superficie agrícola.
En una presentación ante legisladores nacionales del Espacio Legislativo Interpartidario del Agro (ELIA), Ariel Angeli, líder de la unidad de Investigación y Desarrollo de CREA, expuso un detallado informe técnico que advierte sobre el daño económico que genera este impuesto, tanto a corto como a largo plazo.
“En el corto plazo los DEX distorsionan los precios relativos y promueven una menor producción agrícola, mientras que en el largo plazo tienen un impacto negativo sobre la sostenibilidad de las empresas, las cadenas de valor y la economía argentina”, señaló Angeli, durante la exposición.

El informe cobra especial relevancia en este momento luego de que ayer terminara esa baja transitoria de las alícuotas de retenciones para varios cultivos, que volvieron a sus niveles previos: del 26% al 33% en soja y del 9,5% al 12% en maíz y en sorgo. En girasol aumentó de 5,5 a 7%.
En este escenario, CREA presentó proyecciones para la campaña agrícola 2025/26 que muestran un panorama preocupante. Según el análisis, con los precios esperados a la fecha y bajo el actual esquema impositivo, el cultivo de soja de primera no lograría cubrir los costos de producción en un 39% del área agrícola nacional. Sin embargo, si se eliminaran los DEX, la ecuación cambiaría radicalmente.

“Si se considerasen los márgenes proyectados de la soja de primera 2025/26 con un precio sin DEX, entonces el cultivo sería económicamente viable en casi toda el área nacional”, remarcó Angeli. Y advirtió: “Con precios de la soja gravados con un derecho del 33%, el cultivo se tornaría inviable en el 80% de la superficie”.
Lo mismo se proyecta para otros cultivos. En el caso del maíz, ponderando temprano y tardío, con retenciones al 9,5%, el negocio sería viable con los precios actuales solo en la mitad del área sembrada. Pero nuevamente con el 12% de DEX el área viable se reduce al 39%.
El panorama es aún más preocupante para el doble cultivo trigo/soja de segunda, donde el incremento de retenciones torna inviable la actividad en el 87% de la superficie. “La proporción territorial de la inviabilidad económica del negocio agrícola 2025/26 se incrementó de manera notable en las últimas semanas a causa del deterioro de los precios internacionales de los principales granos”, explicó Angeli.
En este punto, el estudio también subraya un fenómeno estructural: el castigo que sufren las regiones más alejadas de los puertos y con condiciones más marginales para la agricultura. “Estas zonas son las más vulnerables a la pérdida de rentabilidad que generan las retenciones, agravando las desigualdades regionales”, sostuvo.
Impacto
Otro de los datos salientes del trabajo es el impacto indirecto sobre la inversión en tecnología y fertilización. Angeli detalló que existe una correlación directa entre el precio esperado de los granos y el nivel de inversión en insumos clave como los fertilizantes.
Sin DEX, la mejora esperada del precio (+12%) se traduciría en una mayor dosis de fertilización (+6%) en la primera campaña posterior a la implementación de la medida, explicó.

También se prevé un efecto similar en el cultivo de soja, con mayor aporte de nutrientes y mejores rindes. De esta manera, eliminar las retenciones no solo tendría un efecto positivo sobre la rentabilidad inmediata del productor, sino también sobre el volumen total producido y el ingreso de divisas para el país.
Angeli recalcó que, sin desconocer el contexto macroeconómico actual, “es urgente poner el foco en los DEX porque afectan directamente la sostenibilidad de los sistemas productivos y la capacidad de incorporar tecnología para incrementar la producción y el valor agregado en la cadena agroindustrial”.
El especialista concluyó que no solo debe analizarse la pérdida de área sembrada por efecto de los DEX, sino también la reducción en la inversión tecnológica. “Además del área potencial que podría no sembrarse en la campaña 2025/26, también es necesario considerar el impacto de la menor inversión en tecnología”, advirtió.