
Un informe del IARAF revela que los trabajadores formales deben laborar entre 173 y 182 días al año solo para cumplir con sus obligaciones impositivas. El sistema muestra una preocupante regresividad: quienes menos ganan, proporcionalmente, pagan más.
La carga tributaria formal en Argentina sigue siendo una pesada mochila para las familias asalariadas. Un nuevo estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) estimó que, en 2025, la presión impositiva sobre los ingresos y el consumo de los trabajadores alcanza entre el 47,3% y el 49,9% del ingreso anual, dependiendo del nivel salarial.
Esto significa que una persona trabajadora debe destinar casi la mitad de lo que gana en el año a pagar impuestos nacionales, provinciales y municipales. O, dicho de otro modo, recién entre el 22 de junio y el 1° de julio -según el nivel de ingresos del hogar- un asalariado argentino comienza a trabajar «para sí mismo»: es el llamado «Día de la Independencia Tributaria».
El informe analiza cuatro perfiles de familias asalariadas con diferentes niveles de ingreso y hábitos de consumo. A pesar de que entre el caso más bajo y el más alto hay una diferencia de ingresos del 360%, la carga tributaria integral apenas varía: todos aportan al fisco alrededor del 50% de sus ingresos totales.
Uno de los datos más reveladores es la regresividad del sistema. Los casos de ingresos intermedios pagan una carga tributaria proporcionalmente menor que el de menores recursos, mientras que el de mayores ingresos tiene apenas una carga 0,6 puntos porcentuales más alta. Por ejemplo, el trabajador con ingresos más bajos destina un 13,7% de su ingreso total a aportes personales, mientras que el trabajador del nivel más alto aporta apenas un 6,3%.

A esto se suma la regresividad de los impuestos indirectos, como el IVA y otros gravámenes sobre el consumo, que afectan proporcionalmente más a quienes dedican una mayor parte de su ingreso a cubrir necesidades básicas.

Estos resultados reavivan el debate sobre la necesidad de una reforma tributaria integral que corrija las inequidades del sistema. En un contexto de elevada informalidad y presión fiscal récord, el informe del IARAF invita a repensar el esquema actual para avanzar hacia un sistema más progresivo y equitativo.
Editó Carina Pérez