Desafíos y expectativas de los proveedores mineros salteños en un año clave

Las empresas locales buscan superar una caída en la actividad de hasta el 50%.

Sin embargo, el sector tiene varias razones para vislumbrar un mejor panorama: la reciente aprobación del primer proyecto minero en el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) en Salta, que corresponde al proyecto Rincón Litio de la empresa Rio Tinto, y la posibilidad de que avancen hacia la etapa construcción los proyectos metalíferos Diablillos (plata) y Taca Taca (cobre). Además, se espera un repunte del mercado del litio, aunque no sería en el corto plazo.

Entre 2024 y comienzos de este año concluyó la edificación de las plantas de litio de la empresa surcoreana Posco, que tiene a su cargo el proyecto de litio Sal de Oro, en el límite con Catamarca; de la francesa Eramine (con Centenario Ratones), y de la compañía china Ganfeng Lithium (proyecto Mariana), que generaron un fuerte impulso en contrataciones y movimiento económico. Con la finalización de esas obras, muchas empresas debieron reducir personal y adaptarse a un escenario con menor demanda. Actualmente, las tareas se limitan a etapas de comisionado, puesta en marcha y obras menores.

En ese contexto, las expectativas del sector están puestas en la eventual aprobación de estudios de impacto ambiental de varios proyectos que se encuentran a la espera, como Taca Taca y otros emprendimientos de litio. También se observa con atención el avance del megaproyecto de Rio Tinto, que fue incorporado al RIGI. La reactivación de estas iniciativas podría implicar un repunte importante en contrataciones y obras.

Además del freno en las inversiones, otro problema que genera preocupación es el ingreso de empresas proveedoras de otras provincias que, en muchos casos, se adjudican servicios sin que se respeten los porcentajes de contratación local establecidos en las declaraciones de impacto ambiental. Rubros como catering y perforación han sido especialmente afectados por esta competencia externa. Desde el Gobierno provincial tomaron nota sobre ese tema y en las últimas semanas se organizaron reuniones entre mineras, representantes de la Cámara de Proveedores de Empresas Mineras de Salta (Capemisa) y la Secretaría de Minería y Energía para aceitar el sistema de contrataciones.

Las mineras deben cumplir con la ley provincial 8164 de Promoción Minera, que establece la contratación local como mínimo de entre un 40 y 70 por ciento de los servicios de proveedores para las mineras.

A pesar de la retracción, las empresas proveedoras siguen operando en general , brindando servicios tanto para operaciones en marcha como para tareas de mantenimiento en las plantas ya instaladas. La operación plena de la mina de oro Lindero y las etapas iniciales de producción de las tres plantas de litio permiten sostener un piso de actividad.

Por último, la falta de infraestructura adecuada en la Puna continúa siendo un obstáculo estructural para el desarrollo minero. Los cortes en el verano pasado en la ruta nacional 51 pusieron en evidencia la fragilidad de las vías de acceso a los proyectos. El mal estado de los caminos no solo dificulta la logística, encareciendo los costos en hasta un 30%, sino que además representa un riesgo para la seguridad vial y compromete la viabilidad futura de las inversiones

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