Inspirado en el concepto de “ciudad jardín” surgió a principios del siglo XX; muchos de los primeros habitantes de origen británico llegaron con la extensión del ferrocarril
Delimitada por la avenida Del Libertador, la calle Urquiza, la avenida Maipú y la General Paz, la zona conocida como el “barrio inglés” de Vicente López tiene más de 100 años de historia. Aún se conservan muchas de las casas de estilo anglonormando construidas a partir de la década de 1910 e inspiradas en el movimiento de “ciudad jardín” surgido en Londres varios años antes.
Explica el arquitecto Jorge Bayá Casal, paisajista y presidente del Instituto Histórico Municipal de San Isidro, que Buenos Aires comenzó a expandirse hacia 1860 y Vicente López, particularmente, se consolidó a partir de 1905 cuando se separó del partido de San Isidro y formó uno nuevo.
“San Isidro era una zona de quintas de veraneo de lotes muy grandes de una hectárea o mayores. A principios del siglo XX, los dueños de las tierras de un sector, en lo que hoy es Vicente López, decidieron separarse porque las ordenanzas urbanísticas no les permitían lotear lotes más chicos”, asegura Bayá Casal.
“Ellos querían subdividir la tierra porque veían una posibilidad muy importante de ganancia inmobiliaria”, añade. Se unieron, consiguieron una ley provincial para crear un nuevo partido y, finalmente, lotearon terrenos más chicos mientras que los sanisidrenses conservaron el estilo de terrenos y quintas grandes.
Cuenta el arquitecto que fue en ese momento cuando empezaron a levantar este tipo de casas de estilo inglés, normando o francés, que respondían a un nuevo tipo de ciudad, la que se conocía como “ciudad jardín”, una alternativa a las urbes industrializadas. Un concepto anglosajón desarrollado a finales del siglo XIX e impulsado por el urbanista británico Ebenezer Howard.
Este difundía la idea de construir ciudades en donde la gente pudiera habitar la comodidad de la urbe y a la vez conservar las bellezas y las bondades de los jardines. Esta corriente se diseminó por todo el mundo y, particularmente en Buenos Aires, en zonas como San Isidro, Vicente López, también en Belgrano, en City Bell, en La Plata, o en la famosa Ciudad Jardín, en el partido del Palomar, que fue la primera de Sudamérica o el Barrio Saavedra, próximo a la General Paz. El movimiento también alcanzó el interior del país y, según Bayá Casal, se trató de una tendencia que hizo que los suburbios de las grandes ciudades fueran ajardinados.
“El estilo inglés de muchas de esas casas respondía a que, a veces, se trataba de barrios donde residían gerentes de las líneas de ferrocarriles, pero también porque era el estilo que imperaba en ese momento para este tipo de ciudad de jardín. Era uno de los que más representaba ese sueño de un hogar en una ciudad ajardinada”, advierte Bayá Casal.
“En ese momento, la ciudad criolla, tradicional, de casas con patios, empezó a cambiar por un modelo de ciudad de casas con jardines”, agrega. Y asegura que muchos de los arquitectos que las construyeron eran de origen extranjero, pero no todos realizaban el proyecto sino que tomaban modelos de ciertos catálogos internacionales de aquel entonces, de manera que eran chalets un poco estandarizados.
Otro punto que destaca el presidente del Instituto Histórico Municipal de San Isidro se refiere a la gran cantidad de árboles que se plantaron debido a que las calles de las ciudades jardín tenían que ser arboladas y eso es algo que se observa en esta zona de Vicente López.
Casas con historia
Claudio Negrete Williams, historiador local e integrante de la asociación Fundadores y Pioneros de Vicente López, cuenta que la llegada del ferrocarril de Buenos Aires a Rosario generó un proceso de crecimiento demográfico de buena parte de población inglesa en la zona norte de Buenos Aires. Esto se produjo a principios del siglo XX cuando muchos trabajadores, operarios y directivos de altos rangos de la empresa construyeron sus viviendas de estilo inglés en torno a la estación Vicente López de la actual línea Mitre.
“Por esta razón las viviendas con muros de ladrillo a la vista y techos a dos aguas son características del barrio. Aunque el clásico Café París, ubicado en la esquina de Azcuénaga y Ramon Melgar, ambas calles que confluyen en un triángulo con Roca, le pone un toque francés que se conoce como la Petit París”, advierte.
El historiador, descendiente de los primeros pobladores de Vicente López, destaca que en la punta de la estación hacia el norte se encuentra el hito histórico más antiguo del partido: los pilares de la Quinta San Antonio, en la calle Azcuénaga al 1100. Cuenta que esta era una propiedad que en sus inicios estaba destinada al descanso de Juan José de Vértiz y Salcedo, segundo virrey del Río de la Plata. “También se los conoce como los Pilares del Virrey y hasta allí solían llegar varias personalidades de la Revolución de Mayo como Juan José Paso, Juan José Castelli y Cornelio Saavedra”, dice.
Y explica que, con el paso del tiempo, el lugar cambió sucesivamente de dueños y de fisonomía. “En la década de 1920 transformó su identidad para convertirse en el Hotel Edén que, en los años 30, adoptó el nombre de Parque Hotel. Sin embargo, en 1934, esta estructura histórica fue demolida, aunque se conservan los pilares las escalinatas construidas en 1763, en la subida de la calle Julio A. Roca”, advierte Negrete Williams.
Y aclara que, en 1994, estos pilares fueron declarados de Interés Histórico Municipal, aunque “no son debidamente cuidados por el municipio y son vandalizados constantemente”, advierte.
Otro lugar histórico en el barrio inglés, se encuentra en la calle Gaspar Campos 1065, donde se alza la casa que habitó Juan Domingo Perón, en su regreso del exilio, en 1972 hasta que asumió la presidencia en 1973. Cuenta que se construyó en estilo anglonormando en 1936 por pedido de Alfonso von der Becke, procedente de una familia de militares de origen alemán radicados en Argentina. “Gran parte de la vida política argentina de los años 70 pasó por ese lugar, desde los acuerdos políticos como el abrazo de reconciliación entre Perón y Ricardo Balbín. Esta residencia se encuentra protegida patrimonialmente por una ordenanza municipal del partido de Vicente López desde el año 2005, como también por una ley provincial del 2001”, finaliza.
A pesar de haber sido construido hace más de 100 años, el barrio inglés de Vicente López conserva su arquitectura elegante y señorial y su frondosa arboleda característica. Aquella planificación que huía de los bloques de cemento gris de las ciudades industrializadas le dio ese encanto que aún enorgullece a sus habitantes y atrae los más curiosos visitantes