
El Concejo aprobó dos nuevos planes urbanísticos
Los ediles aprobaron por unanimidad indicadores urbanos en Nuevo Alberdi y por mayoría un nuevo barrio frente al aeropuerto.
El Concejo de Rosario aprobó el plan urbanístico para la conformación de dos nuevos barrios en la ciudad. Por un lado, la Supermanzana 7 en Nuevo Alberdi, en el noroeste de la ciudad, donde se fijó la altura de las futuras construcciones y la apertura de calles, en una zona donde se prevé la construcción de viviendas para uso residencial, con la autorización para la edificación de comercios o complejos educativos. Por otro lado, los ediles dieron el visto bueno a un desarrollo inmobiliario en la curva de acceso al Aeropuerto Internacional de Rosario “Islas Malvinas”. El primer proyecto se aprobó por unanimidad, mientras que el segundo no tuvo el acompañamiento de los bloques de la oposición. En ambos casos, se fijan una serie de compensaciones que deberán cubrir los desarrolladores. “Va a tener un impacto en términos del propio crecimiento del distrito noroeste y también del área metropolitana de la ciudad”, sostuvo el concejal del oficialismo, Fabrizio Fiatti.
Las iniciativas se votaron en la sesión de este jueves, luego de su análisis en diferentes comisiones. Los dos planes urbanísticos fueron ingresados por el Ejecutivo municipal, ante el interés de desarrolladores privados para la urbanización de dos zonas en crecimiento en la ciudad: Nuevo Alberdi, en el noroeste de Rosario; y el sector del aeropuerto al oeste de la ciudad, en el camino hacia Funes. Ambos proyectos fueron aprobados, aunque con diferentes acompañamientos de los bloques políticos que conforman el Concejo.
El Plan de Detalle de la Supermanzana 7, en la zona de Nuevo Alberdi, establece los indicadores para las futuras construcciones de esa zona, como el factor de ocupación de suelo o los niveles de impermeabilización. La ordenanza también fija los usos de residencia individual y colectiva, tanto en modalidad permanente como transitoria, pero también se autoriza para usos comerciales, de servicios, de salud, bancarios, gastronómicos, educacionales, profesionales, de oficinas y depósitos de bajo porte. La iniciativa está enmarcada dentro del Plan Especial Urbano Ambiental Canales Ibarlucea y Salvat, y tuvo el voto positivo de todos los concejales.
La normativa también fija las alturas posibles de construcción: para las parcelas tipo A y B se definió una altura máxima de planta baja y tres niveles superiores; para las tipo C, planta baja y cuatro niveles superiores; y para las parcelas tipo D, una planta baja con hasta cinco niveles superiores. Como parte de las compensaciones, el urbanizador deberá donar una serie de calles para el municipio, así como también determinada cantidad de superficie para espacio verde, y garantizar la provisión de servicios como agua, energía, cloacas y alumbrado.
Frente al aeropuerto
En tanto, el Plan de Detalle Avenidas Newbery y Alberto J. Paz, prevé el desarrollo del proyecto urbanísitico Fisherton AER, una iniciativa de la firma Administradora de Tierras del Oeste SRL, que tiene como cara visible al empresario Juan Félix Rosetti. Contempla una extensión de 16 hectáreas, dividida en 8 manzanas, que se encuentra sobre la curva de acceso al Aeropuerto Internacional de Rosario “Islas Malvinas”.
La normativa fija dos sectores para usos mixtos, donde se prevé la edificación de residencias colectivas, oficinas, locales comerciales y recreativos, mientras que un tercer sector quedará reservado para la construcción de viviendas en la modalidad individual. La altura máxima permitida en la zona será de 18 metros (planta baja y hasta cinco pisos) con la posibilidad de extenderse hasta 19,50 metros en los casos en que la napa subterránea imposibilite la construcción de los subsuelos de cocheras enterrados en su totalidad. Para el urbanizador también se fijaron una serie de compensaciones consistentes en el trazado de calles para el municipio, y la donación de parte del terreno, que se destinará a uso público.
Durante su exposición en el recinto, Fiatti planteó que el plan de detalle “viene a sentar las condiciones para un desarrollo urbano en una zona en franco crecimiento de la ciudad” y destacó que se destinará principalmente a viviendas. “Es un proyecto que va a tener un impacto en términos del propio crecimiento del distrito noroeste y también del área metropolitana de la ciudad. Nos parece que es una iniciativa que tiende a darle más dinamismo a la ciudad, que respalda el movimiento económico que necesitamos en un momento en que la ciudad tiene otro nivel de actividad. Es un apoyo a las inversiones que la ciudad necesita que sean promovidas”.
A diferencia del de Nuevo Alberdi, la iniciativa no se aprobó por unanimidad: hubo 15 votos a favor y 7 en contra, correspondientes a las bancadas Justicialista, Iniciativa Popular, Frente Amplio por la Soberanía, Ciudad Futura y Justicia Social. En sus redes sociales, Fiatti criticó el voto de la oposición: “No nos sorprende que una vez más el kirchnerismo y sus aliados no acompañen las iniciativas para el desarrollo de la ciudad, ni que además de eso hagan falsas acusaciones. Tenemos las manos limpias y las uñas cortas, como siempre se ha hecho en esta ciudad”.
Sobre este proyecto, la oposición acusó una presunta falta de diálogo por parte del oficialismo. Juan Monteverde, de Ciudad Futura, explicó que el caso presenta sus diferencias con respecto a la urbanización que se planifica en Nuevo Alberdi. “Uno es un proyecto de expansión de la mancha urbana, una nueva urbanización donde tienen que ir apareciendo planificación por parte del Estado. Esto es una zona que ya tiene indicadores, que ya está planificada”, expresó durante el debate parlamentario. “Lo que intentamos es que en esos proyectos, que aumentan el valor de la tierra, se desarrolle la zona en base a un interés general que beneficie al privado, pero también a toda la ciudad. Nada de eso sucede en este caso”, añadió.
Pero además, Monteverde argumentó que el proyecto no respeta los elementos de planificación que hoy tiene la ciudad. “Se crea una nueva figura que no existe en el código urbanístico, que es el proyecto urbano definitivo. Este plan de detalle da los indicadores y un determinado tiempo para presentar un plan urbano definitivo, que no existe como categoría”, criticó y agregó: “Lo que queda en evidencia es que no se está generando un instrumento de planificación para generar inversiones para el desarrollo de la ciudad. No sabemos ni qué se va a construir, ni cómo, ni cuándo. Este grado de desordenamiento va a traer consecuencias”