“Hay municipios en donde las tasas son elevadas y no hay contraprestación”

Desde la Unión Nacional de Emprendedores, Pymes y Productores para reformas laborales, sindicales y tributarias pro iniciativa privada (UNEPP), están preocupados por las altas tasas que cobran distintos municipios bonaerenses, y que terminan afectando a la actividad. Christian Sculco, emprendedor de La Matanza, contó cómo afecta al sector de la construcción las diferencias entre municipios.

Este sábado, en el streaming “Es la economía, ¡estúpido!”, el empresario pyme Christian Sculco, dialogó con Fabricio Moschettoni sobre los principales problemas que afectan a su sector, y en particular puntualizó en las dificultades “históricas” para acceder a créditos, pero también al recurrente problema de ingresos brutos elevados, y tasas municipales que, en algunos casos, incumplen con su objetivo específico.

Sculco, que pertenece al espacio la Unión Nacional de Emprendedores, Pymes y Productores para reformas laborales (UNEPP), dijo: “soy contador público, me dedico a empresas de construcción y también tengo un pequeño emprendimiento de fábrica de placas antihumedad, y además en la construcción haciendo edificios y reformas en general”.

En cuanto a las problemáticas que los afecta, dijo: “tenemos distintas cosas. El primer problema y fundamental de la historia argentina, y es desde hace varios gobiernos, es la financiación. En Argentina la financiación es a tasas muy altas, y cuando uno hace un emprendimiento siempre se encuentra con los mismos problemas. En momentos se puede tomar una tasa razonable y otros momentos imposible”, y agregó que “otro problema importante es la parte impositiva, con dos partes importantes como son la provincial y la municipal”.

En referencia a impuestos provinciales, dijo: “por ejemplo, en tasas de ingresos brutos son muy altas. En treinta años tuve tasa cero en construcción a tasas de 3.5%, y son costos que, para emprendimientos a largo plazo y montos muy grandes, es algo importante. Y a nivel nacional hay un montón de actividades relacionadas con la construcción que son costos (indirectos) que hay que tener siempre en cuenta, como tasas que se cobran por el hecho de existir como constructora, después la UOCRA, y también registros”.

“En la última pandemia fue el rubro que ingresó último, y eso hizo que muchas constructoras abandonen. Hoy dentro de todo se está trabajando. En mi actividad siempre trabajé en todos los gobiernos, pero es por mi forma de trabajar. En mi rubro hoy se está trabajando en Capital Federal, y en algunas zonas de provincia de Buenos Aires, aunque no en todas”, dijo.

Volviendo al crédito y sus tasas para el tomador, dijo: “es una situación medio rara porque uno en su afán de querer crecer arriesga para tomar un crédito, porque las tasas son muy altas. Para una vivienda una tasa del 40% o del 50% es muy alto, porque hay que devolverlo entre 10 y 30 años. En dólares así y todo estamos caro porque es 16% o 18%, cuando en el mundo está en 4% o 5%, así que sigue siendo un rubro en el que no cualquiera puede comprar una vivienda. A veces hay que juntar dos o tres integrantes de la familiar para calificar. Y mucha gente quiere salir de un alquiler para pasar a una vivienda propia y la verdad que le cuesta”.

“Por ejemplo, la compra de material en Provincia de Buenos Aires tiene 5% (de ingresos brutos), y eso es muy alto, y se incrementa con otros impuestos y tasas. Las tasas municipales son bastante altas en el sentido de que no hay prestación por esa misma tasa. En Tres de Febrero en combustible es cero”, aunque en el distrito de La Matanza, lugar de donde es oriundo el empresario, a septiembre del año pasado era de 1.55%: “no es lo mismo trabajar en Tres de Febrero que en La Matanza, ya solamente por el costo que hay en el combustible para transportar mercadería”.

“El presidente decía de bajar seis o siete impuestos y que las provincias busquen ser competitivas entre ellas compitiendo, y en los municipios está pasando lo mismo”, dijo Sculco.

El empresario atribuyó a los fuertes costos de tasas en algunos municipios, diciendo que “en la Provincia de Buenos Aires no hay reducción de personal tampoco en muchos municipios. Quieren mantener la misma actividad del 2023 con una situación distinta del país, en donde no reciben fondos extraordinarios y por eso sale del bolsillo de matanceros en el caso de La Matanza”.

“Tuve el privilegio de estar el 26 de diciembre en La Matanza (como mayor contribuyente acompañando a un concejal) y veía como algunos votaban sin saber lo que decían. El aumento fue del 100% en alumbrado, barrido y limpieza”, consignó, y agregó que “las tasas municipales se empezaron a incrementar el año pasado, no solo la de combustibles o supermercado, que lleva a que el gasto diario aumente. Hay mucha diferencia entre los municipios. En Tres de Febrero o Capital esa (presión) no existe”.

En cuanto a nuevas inversiones y el análisis de radicación por parte de emprendedores, dijo que “hay cuestiones puntuales que hay que analizar. Cuando se hace un análisis de negocio en general, el tema impositivo es parte de ese análisis”, y dijo que en provincia de Buenos Aires las diferencias entre municipio y su presión fiscal “se notan mucho”.

“En varios lugares se planifica para el crecimiento, pero en La Matanza no hay nada. No existen barrios privados en La Matanza, que son los que pudieran generar alícuotas distintas, pero no los puede generar porque eso no existe. Y hay zonas a 20 minutos de la General Paz que podrían estar urbanizadas, pero no. En Ezeiza, por ejemplo, se hace, y hay muchos emprendimientos en donde el que quiere tener un poco más de tranquilidad pudiera tenerlo”, sostuvo.

Acerca de la relación entre la contribución de una tasa municipal y los servicios que se brindan como contrapartida, contó: “uno se da cuenta que no hay una prestación de servicio. La tasa vial en La Matanza tiene el objetivo de prestar servicio de mantenimiento de vía pública. Y desde el 1 de enero del 2024 se aprobó en Matanza, y recién en octubre se vieron algunas máquinas haciendo bacheo. Entonces en todo ese tiempo con esos ingresos se podrían haber ido a cubrir otros gastos. Es tan obvio como lo que se ve en vía pública, y hoy no se ven obras. Pasó a ser un servicio específico para ir a una cuestión general, o sea que las tasas no van a su objetivo, en este caso a mantener la vía pública. A septiembre en La Matanza era de 500 millones de dólares, y esa plata no se ve (en el objetivo que tendría que estar dispuesto)”.

“Cuando se ve el balance (municipal) es muy difuso porque uno no sabe qué es gasto o inversión”, dijo y cuestionó la adquisición de letras de provincia de Buenos Aires: “es plata no se puede usar porque la realidad es que está en papeles”.

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