
En ese marco, los bloques opositores difundieron un comunicado donde justificaron su voto en contra, donde detallan que es por «el método de cálculo que impone la gestión actual desvirtúa el sentido de las tasas municipales, entre otras deficiencias, asemejándola a un impuesto».
«La tasa predial ya no se cobra según los metros de frente de cada inmueble, sino en base a la capacidad contributiva de los vecinos. Esto impide verificar si lo liquidado se corresponde con el servicio que efectivamente recibe cada uno, lo que además se agrava por la eliminación del desglose por ítem en las boletas», indicaron.
«A su vez, la documentación presentada sigue siendo incompleta: no incluye, por ejemplo, los costos de servicio de riego que debería prestarse, o de la tasa por inspección de seguridad e higiene que se cobra a los comercios, entre otros, aumentando la falta de transparencia sobre los valores establecidos», agregaron sobre el proyecto.
«En una ciudad con servicios deficientes y declarada en emergencia sanitaria, las consecuencias de los problemas estructurales en los sistemas de aguas, cloacas y desagües pluviales, son moneda corriente y no vemos que se prioricen las obras para dar una solución de fondo», concluyeron