BHP y Lundin crearon Vicuña Corp, firma que explotará Filo y Josemaría.
El 15 de enero quedará como día del cierre de un proceso legal y administrativo que empezaron el 30 julio de 2024 las firmas Lundin Mining y BHP. Es a la vez la vuelta oficial de la segunda empresa al país, luego de se retirara de Argentina en 2018 luego del cierre de Mina La Alumbrera en Catamarca. En su momento, la minera de origen británico anunció que estaba interesada en adquirir Filo del Sol, un proyecto en el que ya había invertido. Esto iba a servir como primer paso, ya que con esta compra pensaba unirse a la firma canadiense para desarrollar en conjunto ese yacimiento junto con Josemaría, que se encuentra en preconstrucción.
El paso clave que tenían que dar es el que cerraron ayer: formar una empresa conjunta, lo que en la industria se conoce como un joint venture. Para poder hacerlo debían transitar un largo proceso legal en Estados Unidos y en especial en Canadá, que debían aprobar la creación de la nueva firma. La autorización llegó y así nació Vicuña Corp, un sello que tiene participación en partes iguales de BHP y Lundin Mining y que cuenta ahora con orígenes canadienses.
El nombre que eligieron tiene un fuerte significado para la provincia. Es que Distrito Vicuña es el nombre que tiene toda la región noroeste de la provincia y una parte también Chile donde ya encontraron al menos cuatro proyectos de importancia mundial de cobre. En el lado argentino están Filo del Sol, Josemaría y Lunuahuasi. Del otro lado del límite están Los Helados y Caserones, dos proyectos que también está desarrollando Lundin, con participación de otras empresas. Algunos de los objetivos, como el caso de Filo, todavía no están del todo explorados, por lo que si bien ya es uno de los más grandes del mundo tiene potencial de crecer. Si bien la joint venture sólo tiene injerencia en dos proyectos, el nombre elegido señala nuevamente la importancia de todo el distrito.
Vicuña Corp tiene ahora por delante una tarea central: decidir cuáles serán los siguientes pasos para el megaproyecto que conforman juntos Filo y Josemaría. En la actualidad, el más avanzado de los proyectos es el segundo, ya que tiene su Declaración de Impacto Ambiental (DIA), una infraestructura avanzada que incluye un campamento para 4.500 personas y otro de menor tamaño para cerca de 2.000. A la vez consiguió el aprobado ambiental tanto para una línea eléctrica de alta tensión como para iniciar el camino hasta el proyecto y una licitación iniciada para esta segunda obra.
Filo del Sol, por su parte, se consideraba un proyecto en exploración avanzada, aunque todavía no termina de determinar los límites del yacimiento. Esto es a la vez un signo de que faltan trabajos, pero también de su potencial. Es que el depósito de cobre y oro ya es considerado uno de los más grandes del mundo incluso antes de que los técnicos hayan determinado hasta donde llega y la cantidad de metal que contiene. La sospecha es que podría convertirse en el mayor del país y uno de los top 10 del mundo una vez que hayan terminado los estudios.
Con esto sobre la mesa, ahora Vicuña Corp deberá decidir cómo seguirán los trabajos. Josemaría está en condiciones de avanzar en la construcción de sus instalaciones, que gracias a la cercanía con el otro yacimiento, servirán para los dos proyectos a la vez. Incluso, no descartaron producir en la misma planta aunque ampliando sus capacidades. Pero todos estos planes se crearon cuando solo Lundin estaba a cargo de los proyectos. Ahora, las empresas conformarán una nueva mesa directiva que tomará las decisiones. Lo que dejaron claro es que será independiente tanto de BHP como de Lundin, pero a la vez sumará la experiencia y tamaño de la primera y los desarrollos ya hechos en Iglesia de la segunda.
En el comunicado que publicó en su web Lundin Mining aclaran cuáles serán los primeros pasos del megaproyecto. “Vicuña tiene como objetivo conseguir una estimación de recursos conjunta de Filo del Sol y Josemaría para el primer semestre de 2025”, aseguró Jack Lundin, CEO de la empresa candiense. Con esa estimación de cuánta riqueza tienen ambos proyectos, deben hacer un reporte técnico con el que harán el plan de desarrollo “en fases” del distrito. Una vez que esté listo ese paso se definirán también puntos centrales, como el total de la inversión. Para uno el proyecto más avanzado habían calculado que la construcción de la mina podía rondar los 4.000 millones de dólares, pero para ambos ese valor pasó a ser de entre 6.000 y 7.000 millones de dólares