“El objetivo de la convocatoria es establecer medidas para reclamarle al jefe comunal, Othar Macharashvili, que firme la adhesión al decreto de autorización del traspaso del clúster Campamento Central – Cañadón Perdido”, declaró el dirigente gremial.
Ávila criticó duramente al municipio, acusándolo de obstaculizar una inversión de 30 millones de dólares programada para 2025. También alertó sobre las consecuencias laborales, destacando que “peligra la estabilidad de más de 300 empleos directos afectados al área”.
Enfatizó que esta es la primera vez en más de una década que un intendente rompe la paz social en la región, un logro clave para garantizar los puestos de trabajo en la principal actividad económica de la ciudad.
El conflicto marca un desafío importante para las relaciones entre las autoridades municipales, las empresas petroleras y los sindicatos, en una región donde el petróleo es el motor económico principal. Por ahora, el futuro del clúster Campamento Central – Cañadón Perdido y las inversiones asociadas dependen de encontrar una solución que contemple los intereses ambientales, económicos y laborales de todas las partes involucradas.