
Gracias al RIGI y a nuevos acuerdos entre petroleras, se prevé una suba del 130% en las exportaciones de hidrocarburos para 2030.
Por La Nueva.
El Gobierno apuesta al sector energético, junto con el agro y la minería, como uno de los pilares para aumentar la entrada de divisas, reforzar las reservas del Banco Central (BCRA) y consolidar la recuperación económica.
En 2025, las exportaciones de petróleo y gas podrían superar los US$11.300 millones, un 16% más que en 2024, logrando un superávit de US$7400 millones, equivalente a un aumento interanual del 30%.
Estos cálculos, realizados por la consultora Economía y Energía, apuntan a que el sector energético alcanzará cinco años consecutivos de superávit en la balanza comercial, tras más de dos décadas de déficits estructurales.
La consultora, de acuerdo a lo publicado por TN, destaca que estas proyecciones no incluyen aún el potencial de nuevos desarrollos no convencionales en Santa Cruz (Palermo Aike) y Mendoza, ni otras iniciativas planificadas, como una planta en Río Negro para procesar gas de Vaca Muerta y exportarlo como gas natural licuado (GNL).
Si se concretan estas inversiones, las exportaciones de hidrocarburos podrían superar los US$22.400 millones en 2030, con un superávit estimado de más de 18.000 millones de la moneda estadounidense.
Además, la instalación de un buque-planta para procesar gas en las costas argentinas podría sumar hasta US$6000 millones anuales adicionales en ingresos.
Vaca Muerta, la segunda mayor reserva mundial de gas y cuarta en petróleo no convencional, ya es una realidad, aunque aún tiene margen para expandirse.
El reciente vínculo con el gasoducto a Buenos Aires y el plan para el oleoducto hacia el Atlántico han acelerado las inversiones y nuevos negocios en el sector.
Con el Régimen de Inversiones de Grandes Infraestructuras (RIGI) y la reforma en la ley de hidrocarburos, el sector se prepara para un crecimiento significativo en 2025.
Tres proyectos claves
Hasta ahora, se han presentado proyectos por US$13.200 millones para adherirse al RIGI, de los cuales US$7400 millones se destinan al segmento Oil & Gas, destacándose tres megaproyectos:
Buque de licuefacción de gas en Río Negro (US$2900 millones)
Southern Energy, junto a Pan American Energy y la noruega Golar LNG, lidera este proyecto para instalar un buque-planta en el Golfo de San Matías, operativo en 2027. Con capacidad para procesar 11,5 millones de metros cúbicos diarios de gas natural, la sociedad incluye también a Pampa Energía e YPF.
Oleoducto Vaca Muerta Sur en Río Negro (US$2500 millones)
Este oleoducto, liderado por YPF, Vista Energy, Pampa Energía y Pan American Sur, transportará 550.000 barriles diarios desde Neuquén al Atlántico. La obra de 437 kilómetros comenzará en 2025.
Desarrollo Los Toldos II Este en Neuquén (US$2000 millones)
Liderado por Tecpetrol (grupo Techint), este proyecto incluye la perforación de nuevos pozos en Vaca Muerta, con la meta de producir 35.000 barriles diarios para 2026 y duplicar esa cifra en 2027.
La apuesta por el GNL
Fuera del RIGI, destaca el megaproyecto Argentina LNG de YPF, que busca posicionar al país como un proveedor global de gas licuado.
Este plan requiere una inversión de más de US$30.000 millones para desarrollar infraestructura que permita exportar GNL desde Río Negro. Se proyecta que en 2030 podría generar ingresos por US$15.000 millones anuales.
Aunque la petrolera malaya Petronas abandonó el proyecto, YPF firmó en diciembre un acuerdo con Shell para avanzar en una primera fase, con una capacidad de licuefacción de 10 millones de toneladas anuales