¿Qué lugar ocupa Bahía Blanca en el ránking de ingresos promedio?

Datos oficiales señalan que la ciudad es una de las cinco con mayores ingresos familiares promedio del país.

Por Francisco Rinaldi

Aunque las comparaciones son odiosas, nos ayudan a conocer mejor donde estamos parados. Una variable que aporta una primera mirada acerca de la situación socioeconómica de una localidad es el Ingreso Per Cápita Familiar (IPCF) del INDEC, que arrojó para nuestra ciudad un valor promedio de 335.861,33 pesos al segundo trimestre de este año, posicionándola, así, como una de las cinco con IPCF más altos de nuestro país.

El IPCF consiste en sumar todos los ingresos que puede percibir una familia a lo largo de un trimestre (se consideran tanto fuentes laborales como no laborables, como por ejemplo, una renta por alquiler o un plazo fijo) y luego se la divide por cada uno de los integrantes. Es importante aclarar que los ingresos no se atribuyen a ningún integrante de la familia en particular, es decir, simplemente se divide por el total de personas sin importar cual de todas lo generó.

El IPCF es una de las variables de ingresos que releva el INDEC en su Encuesta Permanente de Hogares (EPH), cuyo detalle, disponible en la web del organismo (www.indec.gob.ar) corresponde al segundo trimestre de 2024.

Así, con un IPCF medio de $ 335.861,33 al segundo trimestre del corriente, Bahía Blanca era, a ese período, uno de los cinco aglomerados de toda la Argentina (el INDEC releva 32 en total) con mayor renta per cápita familiar, muy por encima de localidades del resto de nuestro país como Resistencia (con 152.774,80 de IPCF promedio, el más bajo de todos los aglomerados), Formosa capital ($ 163.698,75), La Rioja ($ 165.924,93) y Santiago del Estero-La Banda ($ 195.411,17).

Por encima de la ciudad estaban CABA (IPCF medio de $ 515.444,98), Neuquén-Plottier ($ 389.371,58) Comodoro Rivadavia – Rada Tilly ($ 359.694.56) y Ushuaia – Río Grande ($ 355.338,32).

 

Mercado laboral bahiense

El INDEC difundió ayer datos de la EPH para el tercer trimestre del año, que tiene los primeros indicios acerca del desempeño del mercado laboral de Bahía Blanca.

De acuerdo con el Boletín de Estadísticas Laborales (BEL) del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UNS (IIESS), la evolución del mercado de trabajo en Bahía Blanca-Cerri en el tercer trimestre estuvo marcado por la disminución simultánea de las tasas de desocupación y de empleo.

Así y tomando como referencia los datos oficiales, los investigadores del IEESS señalaron que la tasa de desocupación entre el tercer trimestre de 2024 e igual lapso de 2023 subió desde 5,8 a 6,9% del total de activos, al tiempo que el empleo bajó del 46,9 al 45,4% del total de habitantes. Esta situación, en apariencia, contradictoria, surge de la forma de medir la desocupación, la que sigue convenciones estadísticas internacionales.

Es que como el INDEC considera desocupado solamente a quienes no tienen un empleo remunerado, pero que están en búsqueda activa, la suba de la tasa de desempleo no siempre va acompañada de una baja en la tasa de empleo, como indicaría la lógica.

La clave radica en un tercer indicador: la tasa de actividad, esto es, el porcentaje de bahienses activos con respecto al total poblacional, que mide la disposición a participar en el mercado laboral. Activo es quien tiene o busca empleo.

Consideradas en conjunto, si menos gente está buscando trabajo, la tasa de desempleo baja sin que tenga porqué subir la de empleo, ya que puede también caer la disposición a buscar uno, es decir, hay menos activos buscando empleo, lo que se vería a través de una merma en la tasa de actividad.

Y tal parece que ese sería el caso, ya que la tasa de actividad cayó de 49,8% en julio-septiembre de 2023 a 48,6% en igual período de este año, de modo que hay una mayor cantidad de inactivos en el aglomerado Bahía Blanca-Cerri.

Aunque no se puede conocer la o las causas de esa mayor inactividad, desde el IEESS explican que es poco probable que sea el reflejo de una menor necesidad de salir a buscar trabajo, ya que los ingresos reales de la población se deterioraron en forma considerable.

“La experiencia del mercado de trabajo bahiense muestra que gran parte de las personas desplazadas de la ocupación y de las que abandonaron la búsqueda de empleo (registradas ahora como inactivas) pasan a un estado de desempleo “oculto”, disponibles para volver a participar ante un cambio favorable de la coyuntura”, dicen, para finalizar

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