SAN CARLOS DE BARILOCHE.- La ruta provincial 62, en pleno Parque Nacional Lanín, busca estar a la altura del tradicional Camino de los Siete Lagos, el principal corredor turístico de la cordillera norpatagónica. El anuncio del gobierno neuquino sobre la pavimentación de un tramo de la ruta hasta el lago Lolog abre la puerta a la creación de una nueva vía de comunicación paisajística en la región.
“La ruta a Lolog ha sido toda la vida una ruta reclamada. Es uno de los caminos turísticos más destacados que conecta a San Martín de los Andes con uno de los circuitos más impactantes, sobre todo en época estival”, destacó Gustavo Fernández Capiet, ministro de Turismo de Neuquén.
Si bien el sector a pavimentar se restringe al tramo entre la zona de Rincón Radales (ubicado a unos 8 km de San Martín de los Andes y lindero a la laguna Rosales) y la cabecera del lago Lolog, pasando por el puente de río Quilquihue, la idea es potenciar la zona centro del parque Lanín, que se destaca por sus múltiples espejos de agua y por estar entre los lugares menos afectados por la presencia humana.
Partiendo de Junín de los Andes, el recorrido por la ruta 62 permite conocer los lagos Curruhué Chico, Curruhué Grande, las lagunas Verde y Del Toro, así como los lagos Epulafquen y Carilafquen. Y si se elige empezar desde San Martín de los Andes, al viaje se le suma, en primera instancia, el lago Lolog, que tiene una amplia oferta de servicios y alojamiento.
Área turística Curruhué
Las características del camino y los escasos servicios turísticos conectan a los visitantes con el paisaje en su máxima expresión. A medida que la ruta 62 se interna hacia el oeste, el ambiente se vuelve más húmedo. A 26 kilómetros de Junín de los Andes aparece el lago Curruhué Chico junto a un bosque formado por cipreses de la cordillera.
El lago Curruhué Chico es un espejo de agua generado a partir de la acumulación de materiales sedimentarios que, en tiempos geológicos relativamente recientes, dividieron en dos al antiguo lago de origen glaciario. De difícil acceso y rodeado de juncos, es el primero de un interesante encadenamiento de muestras del accionar volcánico en la región. El lago tiene un estratégico mirador, ideal para la observación de gran cantidad de avifauna acuática que tiene allí su hábitat.
Siguiendo el circuito aparece el lago Curruhué Grande. De origen glaciario como todos los espejos de agua del Parque Nacional Lanín, se extiende en un cerrado valle cordillerano, encajonado entre altas montañas. Ofrece puntos panorámicos de privilegio. El lago tiene una espléndida playa de arena en su cabecera, con un sector de camping.
La vegetación que lo rodea, favorecida por el abundante régimen de lluvias que caracteriza al área, muestra además un interesante bosque puro de araucarias, ubicado a la vera del camino principal. De gran porte y ubicadas fuera del área de dispersión habitual, un camino permite recorrerlas y apreciar su milenaria conformación natural.
El próximo atractivo del recorrido es El Escorial, la mejor y más reciente muestra de actividad volcánica en la región. Se trata de un río de lava solidificada de 7,5 kilómetros de longitud, en pleno proceso de colonización vegetal, que desemboca en las aguas del lago Epulafquen.
Originada tras la erupción del volcán Achén Ñiyeu, hace 400 años, esta notable muestra del poder de la naturaleza puede comprenderse mejor siguiendo el rastro del fuego que bajó de la montaña, sobre la ladera del volcán ubicado a la izquierda. El lento proceso colonizador de pequeños árboles que brotan de la roca otorga al paisaje una característica única.
Un sendero peatonal que desciende hasta la angostura del lago y su unión con el Huechulafquen permite recorrer todo el río de lava. Unos metros más adelante aparecen a la izquierda del camino las lagunas Verde y Del Toro, dos espejos de agua temporales, generados a partir de la acumulación de material volcánico. Su lecho es particular, con paredes grises y porosas de lava solidificada.
La laguna Verde es una extensa y tranquila zona en la que se destacan las playas de origen volcánico. Las arenas oscuras típicas de la región acentúan el intenso verde de sus aguas. Sobre la margen derecha de esta desemboca el río que trae aguas del lago Curruhué.
Recorridos
Existen diversas opciones para los fanáticos del senderismo: uno de los caminos más interesantes es el que lleva al mirador Curruhué Grande, que demanda menos de media hora de caminata, por un sendero de baja exigencia. Hay otros trekkings que implican una mayor exigencia y que requieren de varios días, como el sendero de Huella Andina que va hasta Puerto Arturo.
La costa suroeste de la laguna Verde está ocupada por una antigua corriente de lava debido a una erupción significativa del volcán Achen Niyeu que aplastó la parte occidental del espejo de agua. Este volcán se encuentra unos cuatro kilómetros al suroeste de allí y esa erupción ha marcado significativamente la orilla sur del lago Epulafquen, situado al noroeste de la laguna Verde.
Finalmente, pasando el lago Epulafquen (que se conecta hacia el norte con los Huechulafquen y Paimún) están las termas de Lahuen Co y luego el cruce a Chile a través del paso Carirriñe. Desde San Martín de los Andes hasta el límite fronterizo hay 86 kilómetros. Durante todo el recorrido se transita por caminos de montaña, por lo que desde el parque nacional recomiendan viajar con extrema precaución y en autos altos o 4×4.