El ministerio de Seguridad y Justicia tiene en estudio las pistolas Taser, pero también analiza las Byrna, que tienen características distintas y apuntan a otro tipo de situaciones.
La semana pasada la legisladora provincial por Primero Río Negro, Yolanda Mansilla, presentó un proyecto para dotar de armas no letales a la Policía provincial. La diputada provincial libertaria argumentó que “el objetivo (del proyecto) es darle a la Policía de Río Negro herramientas de armas no letales, teniendo en cuenta que hay muchos antecedentes delictivos donde la policía tuvo que defenderse y no terminó con el resultado más deseado”, explicó Mansilla.
En su presentación, la legisladora también argumentó que estas armas no letales permitirían a los oficiales resguardar la seguridad pública de una manera más controlada y, en ocasiones, menos violenta.
El 17 de abril de 2024 se había presentado en la Legislatura el primer proyecto de este tipo en la provincia, a través de la bancada del CC ARI Río Negro.
En aquel momento el legislador Javier Acevedo planteó que “el uso de armas no letales permitirá abordar situaciones en las que resulte necesaria la utilización de la fuerza sin el empleo de armas de fuego, siendo un medio intermedio para ejercer un uso racional y gradual de la fuerza ante situaciones de enfrentamientos con personas violentas o amenazantes”.
Cabe aclarar que este tipo de dispositivos son rechazados por organismos de Derechos Humanos y por organizaciones sociales desde que comenzaron a implementarse en otras jurisdicciones, como la Policía Federal en estaciones de subtes y lugares comerciales, y en provincias como Córdoba y Chubut.
Con este escenario de fondo, aunque sin avances por ahora en la Legislatura para el tratamiento de ambos proyectos en una sesión que no tiene temario definido, el Ministerio de Seguridad y Justicia de la provincia informó a Río Negro que actualmente se “evaluando el uso de dispositivos de proyección no letales como parte de la estrategia para garantizar el orden y la seguridad pública”.
En la Legislatura de Río Negro se presentaron dos proyectos para el uso de armas no letales: uno del bloque ARI-CC y otro, hace pocos días, de Primero Río Negro.
En este sentido, se indicó desde la cartera que dirige Daniel Jara, que se está analizando la implementación de la “pistola Byrna (u otras de iguales funcionalidad) y de las Tasers (u otras de asimiles funcionalidad)”.
Según el ministerio, este tipo de armas no letales son “herramientas que ofrecen diferentes características y beneficios en el control de situaciones de riesgo”.
La pistola Byrna, utiliza proyectiles de polvo inerte, gas pimienta, gas lacrimógeno y plástico sólido.
Este dispositivo permite “una intervención menos invasiva, con el objetivo de dispersar multitudes o inmovilizar temporalmente a individuos sin causar daño permanente”, se informó desde el ministerio de Seguridad y Justicia.
Se indicó además que es es una opción que favorece la “desescalada de conflictos”, reduciendo riesgos para la salud de las personas involucradas.
Características de la pistola Byrna
Desde el ministerio señalaron como principales características de esta pistola :
A) Proyección controlada de sustancias no letales: la Pistola Byrna permite el uso de proyectiles que pueden contener polvo inerte para señalar a individuos en situaciones de conflicto, o gas pimienta y lacrimógeno para dispersar multitudes de forma controlada sin causar daños permanentes.
B) Desescalada de situaciones de riesgo: el uso de estas tecnologías está diseñado para facilitar la desescalada de situaciones de tensión, protegiendo tanto a las autoridades como a los ciudadanos al evitar el uso de la fuerza letal.
C) Minimización del daño físico: los proyectiles de plástico sólido, aunque pueden causar incomodidad o dolor temporal, no presentan el mismo riesgo de lesiones graves o permanentes que otros dispositivos de control, como las armas de fuego o los dispositivos eléctricos de alto voltaje.
En cambio las pistolas Tasers, según se plantea desde el ministerio Jara, son dispositivos de electrochoque diseñados para inmovilizar a las personas mediante descargas eléctricas y en algunas situaciones la eficacia es limitada.
Si bien su uso está orientado a minimizar el uso de la fuerza letal, su efectividad y riesgos potenciales, especialmente en personas con condiciones de salud preexistentes, están siendo evaluados con detalle dado que genera un arco electrovoltaico de 50.000 voltios, provocando en el agresor a una distancia aproximadamente de 5 metros contracciones musculares y desorientación por un periodo de unos 10 segundos, se indicó.
“Los estudios revelan que las Taser no deben ser utilizadas bajo circunstancias especiales como niños, mujeres embarazadas, los ancianos, los enfermos mentales y aquellos bajo la influencia de drogas”, señaló la información brindada por el área de Seguridad y Justicia.
Una vez que el Ministerio de Seguridad y Justicia haya concluido el análisis técnico junto con especialistas en la materia, se elevará un proyecto formal al Poder Ejecutivo para su consideración y eventual implementación, con el fin de garantizar que las decisiones sean las más adecuadas para la protección de la ciudadanía (intervención menos invasiva y con menor riesgo para la vida y la integridad física de las personas).
La reglamentación del ministerio de Bullrich
El Ministerio de Seguridad que preside Patricia Bullrich reglamentó el uso de armas no letales en julio pasado. De acuerdo a la resolución, son ejemplos de “armamento no letal para la inmovilización o incapacitación de agresores”:
- Las pistolas que inmovilizan al objetivo mediante descargas eléctricas no letales.
- Las pistolas que disparan municiones con substancias irritantes u otros productos químicos no letales.
- Los artefactos eléctricos específicos para uso policial que provocan descargas no letales.
- Los gases paralizantes.
- Cualquier otro armamento no letal aprobado conforme a la reglamentación y que cumpliera los mismos fines.
Neuquén y las armas menos letales: un debate entre seguridad y los derechos humanos
En una sesión marcada por el debate y la polémica, la Legislatura de Neuquén aprobó el pasado 6 de noviembre la Ley 3.474 que habilitó a la Policía provincial el uso de pistolas Taser y pistolas Byrnas, dispositivos conocidos como armas “menos letales”.
La iniciativa, impulsada por el diputado Marcelo Bermúdez, fue sancionada con 25 votos a favor y siete en contra. Entre los opositores se encuentran representantes del Movimiento Popular Neuquino, del Frente de Izquierda y de Unión por la Patria.
Los argumentos detrás de la ley
Marcelo Bermúdez, al defender el proyecto, destacó que el objetivo principal es ofrecer a los agentes una alternativa al uso de armas de fuego, como la pistola reglamentaria de 9 milímetros. Según el legislador, este tipo de dispositivos permitiría reducir riesgos tanto para los policías como para los involucrados en situaciones de conflicto, incluyendo víctimas y presuntos delincuentes.
Bermúdez argumentó que, en casos recientes como uno ocurrido en la ciudad de Cutral Co, la ausencia de herramientas menos letales dejó a un policía expuesto a lesiones físicas. “Con un arma menos letal, esta situación se evitaba”, afirmó.
La propuesta también apunta a solucionar un dilema recurrente entre los agentes de la provincia: las repercusiones legales y laborales del uso de armas letales, que muchas veces los lleva a no intervenir en situaciones críticas.
Las “armas menos letales” aprobadas para su uso en Neuquén son las conocidas Taser y las Byrnas, las mismas con las que que ahora Río Negro analiz dotar a sus fuerzas de Seguridad.
La primera de ellas es la más usada en situaciones puntuales de reducción de una persona. Por sus características, las Byrnas están más orientadas a situaciones donde intervienen más personas.
Cuestionamientos de organismos de Derechos Humanos
Sin embargo, el proyecto no está exento de críticas. Organismos de Derechos Humanos de Neuquén, encabezados por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), se manifestaron enérgicamente en contra. Walter Pérez, presidente de la APDH, cuestionó tanto la velocidad del tratamiento legislativo como los riesgos asociados al uso de las Taser.
“Le cambiaron el nombre de no letales a menos letales, reconociendo que pueden producir muertes. Con antecedentes como el caso Fuentealba o Pablo Ramírez, estas armas pueden generar desastres”, sostuvo Pérez.
“Le cambiaron el nombre de no letales a menos letales, reconociendo que pueden producir muertes. Con antecedentes como el caso Fuentealba o Pablo Ramírez, estas armas pueden generar desastres”.
Walter Pérez, presidente de la APDH de Neuquén.
También señaló dudas sobre la garantía de una capacitación adecuada y permanente para los policías que las utilicen, un punto que el propio cuerpo policial reconoció como fundamental.
Capacitaciones a la Policía de Neuquén
A pesar de las críticas, la Policía de Neuquén ya inició las capacitaciones para el uso de estos dispositivos.
Oficiales participaron recientemente en un encuentro regional en el Instituto Superior de Seguridad Pública, destinado a formar instructores a nivel nacional e internacional.
Según informaron, estas capacitaciones buscan preparar a los agentes para utilizar las Taser y las pistolas Byrna como una herramienta intermedia que minimice el recurso al arma de fuego.
El futuro del uso de las Taser
Con la ley sancionada, se abre un nuevo capítulo en la seguridad provincial, donde las pistolas Taser se presentan como una promesa de reducción de la letalidad policial.
Sin embargo, la implementación efectiva y el monitoreo de su uso serán clave para evitar los riesgos advertidos por los defensores de derechos humanos. La sociedad neuquina queda expectante ante el impacto que tendrá esta controvertida herramienta en la práctica