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En el marco de la reversión del Gasoducto Norte, proyectan la posibilidad de abastecer de gas a los emprendimientos litíferos que operan en Catamarca, Salta y Jujuy. De esta forma, el gasoducto que llevará el combustible desde Vaca Muerta a la región NOA para brindar el servicio de gas a usuarios residenciales e industriales de estas provincias también aportará a la industria minera. Esto se concretará a través de lo que se conoce como el proyecto Vicuñas, que podría estar operativo en dos años.
Equilibrios precarios
Continuando con su explicación, Ridelener sostuvo que el desarrollo constructivo de la obra demandará unos 18 meses «y si todo sale bien, en enero de 2027 estaríamos entrando en operaciones». En este sentido, Ridelener advirtió que el reciente descenso en el precio del litio ha generado cierta incertidumbre en el sector, con algunas empresas reevaluando sus planes de inversión. A pesar de ello, enfatizó la importancia del proyecto para dotar de infraestructura energética a una región que históricamente ha carecido de ella.
Según lo planificado por TGN, la traza del ducto, que está previsto con un diámetro de 12 pulgadas, pasará por 10 salares, entre los que destacan Olaroz, Cauchari, Pozuelo, Rincón, Centenario Ratones y el Salar del Hombre Muerto.
De esta forma, recorrerá desde Susques en Jujuy para pasar a Salta y culminar, luego, en Antofagasta de la Sierra, ya en la provincia de Catamarca.
Según señalaron los medios especializados, alrededor de 17 proyectos de litio ya mostraron interés por el gas que se produce y transporte desde Vaca Muerta. «Además lo tenemos pensado (al gasoducto) con fibra óptica para abastecimiento no solo del ducto sino también para uso de los proyectos mineros», adelantó Ridelener.
La conexión del Vicuñas con el Gasoducto Norte sería a través del Gasoducto Norandino