Los vecinos, sin respuestas, decidieron quemar la casa de un grupo que siembra pánico en la toma.
Cansados de la creciente inseguridad, los vecinos del barrio La Sal de Cinco Saltos decidieron actuar por su cuenta. Incendiaron una vivienda que se había convertido en refugio para delincuentes que siembran miedo en la comunidad. Durante la madrugada, hubo tiros justo cuando el intendente, Enrique Rossi, estaba en el lugar.
La situación es muy compleja. El intendente y varios funcionarios municipales llegaron al barrio con la intención de calmar a los vecinos. Sin embargo, la reunión se tornó caótica al sonar disparos en las cercanías. Se reportaron al menos ocho detonaciones, generando pánico entre los presentes.
El incidente llevó a la intervención del COER que llegó al lugar para controlar la situación. Los residentes, frustrados por la falta de respuesta ante la inseguridad, expresaron su indignación y temor. Remarcaron la falta de seguridad y la desprotección porque en la Comisaría 43°, solo hay tres policías por guardia.
Durante las últimas horas de la tarde, los vecinos decidieron prender fuego una casa, en la que vive el grupo de delincuentes. Confiaron que se trata de unos cipoleños que intentan apoderarse del barrio.
La reacción popular se desencadenó luego de que este grupo ingresará por la fuerza a una casa y bajo amenaza de armas y golpes sacaran a un abuelo que vivía allí. Un hermano de la víctima intentó intervenir y fue apuñalado