Sólo el 6 por ciento de los proyectos en el país está en etapa de producción.
Los proyectos mineros en estados avanzados (producción, construcción, factibilidad y prefactibilidad) representan el 34% del total, mientras que los que se encuentran en estado inicial, el 66%.
Del estudio se deprende que apenas el 6% del total de los proyectos mineros se encuentra en producción. Mientras que el 10% se encuentra en el paso previo, es decir, en la etapa de construcción.
El tercio de los proyectos en estado avanzado se completan con un 14% en estado plenos estudios de factibilidad.
Mientras que los dos tercios de proyectos que se encuentran en estado inicial se reparten entre etapa de evaluación económica preliminar; exploración avanzada; exploración inicial y prospección.
Por esta razón son importantes actividades como las desarrolladas por los gobernadores de las provincias mineras en Londres, donde intenta activar más inversores.
Consideran que están frente a una oportunidad única, por la denominada era del cobre, como elemento fundamental del futuro, incluso por sobre el litio.
El cobre, un metal en el que Chile es potencia, y Argentina, que comparte la misma cordillera, tiene toda la posibilidad de sumarse a ese selecto grupo por su extensión. Parece ser uno de los grandes minerales del futuro, y Argentina tiene la enorme oportunidad de subirse a ese tren y cambiar positivamente su economía. El cobre no solo mantiene su valor, sino que se vuelve cada vez más necesario.
El avance hacia las energías renovables y sustentables requiere cada vez más cobre para trasladar esa energía. A diferencia de otros minerales que van encontrando alternativas, el cobre mantiene inalterable su reinado desde fines de la década de 1870.
Una realidad que exige atención y acción, para aprovechar la oportunidad.