Clave para la economía local y escenario de luchas obreras, iba de Puerto Deseado a Colonia Las Heras. Lo reactivan con un parque temático y un museo.
Para este segundo objetivo, se contempla la la conformación de un parque temático que integre instalaciones entre esas dos localidades vitales para la economía regional, y también la creación un Museo Petrolero y Ganadero, según anticipó el último jueves el gobernador Claudio Vidal.
En el proyecto de recuperación figura que el tren cubrirá los 285 kilómetros de recorrido y volverá a pasar por las estaciones Las Heras, Piedra Clavada, Koluel Kayke, Pico Truncado, Minerales, Fitz Roy, Jaramillo, Tellier, Puerto Deseado, algo que no sucede desde 1978.
Según se precisó desde Nación cuando nació el proyecto, varias veces postergados y ahora cerca de concretarse, las tareas planificadas permiten la rehabilitación de un ramal que “para la industria petrolera tiene una gran importancia”, a partir de que “los costos de flete para el transporte de insumos fundamentales para la explotación de nuevos pozos petroleros, como tubos sin costura y varillas, se reducirán notablemente”.
Además, se destaca que “el rápido acceso al puerto de aguas profundas y la conectividad ferroviaria contribuirá a dinamizar la actividad portuaria” en Puerto Deseado.
Pero más allá del eventual impacto en la economía de la región, la recuperación del ferrocarril tiene un valor turístico, cultural e histórico para Santa Cruz, vinculado a su importante papel en tiempos pasados.
“El tren estuvo muy ligado a Las Heras y es importante ver todo lo que significó, no solamente para la zona, sino para la región”, sintetizó Fabián Riquelme, vecino de Las Heras e hijo de un ferroviario, quien el 30 de agosto, en el Día del Ferrocarril, fue convocado por una radio local para rememorar la historia del ramal.
Riquelme destacó que “la traza desde Punta Rieles abarcaba lo que sería hoy Bajo Caracoles, Lago Posadas, Perito Moreno y Los Antiguos y también algo de lo que es actualmente Río Mayo para el lado del Lago Blanco”. Esa cobertura marca la importancia regional del recorrido.
La historia del tren de Santa Cruz
La construcción del ferrocarril que está próximo a volver tras más de 40 años comenzó a tomar forma entre 1908 y 1910, bajo la dirección del ingeniero Juan Briano, en un contexto de desafíos logísticos y geográficos.
La región, prácticamente deshabitada, presentaba un escenario desolado. De hecho, para llevar a cabo la obra hacían falta 600 trabajadores, lo que representaba seis veces la población de aquel momento en Puerto Deseado, que tenía apenas 50 habitantes.
A pesar de las dificultades, el 20 de septiembre de 1909 se inauguró la primera etapa del tren, marcando el inicio de un proceso que transformaría la región.
El proyecto generó rápidamente un impacto positivo en la economía local. La proyección de la línea atrajo inversiones y permitió la instalación de comercios en los alrededores, creando un movimiento que revitalizó la zona.
En 1911, las formaciones “híbridas” circulaban regularmente entre Puerto Deseado y Cerro Blanco, transportando tanto pasajeros como carga, consolidándose como un pilar fundamental del desarrollo regional.
Sin embargo, el progreso fue interrumpido por los recortes presupuestarios del gobierno nacional en 1914, como consecuencia de la crisis económica global que causó la Primera Guerra Mundial. Esto limitó la extensión del ramal, que llegó hasta Las Heras y no avanzó más.
Los desafíos no terminaron ahí. Durante los años 20, la región fue escenario de las luchas obreras de lo que más tarde se definió como la Patagonia Rebelde, cuando los movimientos de trabajadores fueron reprimidos violentamente.
En 1921, el ferrocarril fue testigo de los trágicos hechos en las estaciones Tehuelches y Jaramillo, donde obreros anarquistas fueron asesinados por soldados transportados en tren desde Puerto Deseado, en uno de los episodios más oscuros de la historia patagónica. Estos terribles hechos fueron posteriormente llevados al cine por el director Héctor Olivera, en la película argentina protagonizada por Héctor Alterio.
La llegada de un frigorífico en 1926, autorizado a exportar carne congelada por mar desde Puerto Deseado, revitalizó nuevamente la economía local, impulsando la actividad del ferrocarril.
En 1945, la nacionalización de los trenes bajo el gobierno de Juan Domingo Perón otorgó un nuevo impulso al ramal, que pasó a formar parte del tren Patagónico, viviendo una breve época dorada.
Con el paso del tiempo, la competencia del transporte de cargas por riuta y los avances en la infraestructura vial comenzaron a restarle protagonismo al tren en la zona.
Aunque hubo intentos de ampliación y nuevas propuestas para revitalizar el ramal, estos nunca prosperaron. Finalmente, en enero de 1978, el ramal fue cerrado definitivamente, poniendo fin a décadas de servicio.
Las instalaciones del tren fueron desapareciendo paulatinamente, pero la memoria de su existencia permaneció viva en las comunidades locales, que crecieron en torno a las vías y a los recuerdos de las luchas obreras de principios del siglo XX.
Hoy, la reactivación del ferrocarril no solo busca devolverle a la región un medio de transporte que fue vital en su momento, sino también integrar las distintas manifestaciones que existen en los pueblos sobre ese legado, en un recorrido temático e histórico orientado al turismo.
El anuncio del parque temático y el nuevo museo
Desde la Comisión de Fomento Jaramillo-Fitz Roy, el gobernador Vidal habló sobre la obra que potenciará no solo el desarrollo regional, sino que también atraerá visitantes a la provincia.
“Vamos a construir el parque temático más hermoso de Argentina; este proyecto es un paso fundamental para nuestra provincia, conectando el puerto de Puerto Deseado con la ciudad de Las Heras”, expresó Vidal, un dirigente sindical hoy a cargo de la provincia.
En este sentido, el mandatario indicó que este anuncio, este parque y este proyecto, “impulsará el desarrollo, pondrá en valor los museos existentes y permitirá la creación de nuevos espacios que reflejen la actividad agropecuaria y petrolera”, añadió.
Vidal aseguró que la provincia «está impregnada de historia, cultura y una vasta riqueza natural” y aseguró que no permitirá “que estos activos queden en el olvido”.
“Este ramal no solo fue una vía de transporte, sino que será una arteria que conectará a los vecinos y facilitará el flujo de turistas en la zona norte. Al integrar nuestro patrimonio histórico con la oferta turística, abriremos las puertas a un mundo de oportunidades, generando empleo y fortaleciendo nuestra economía”, concluyó el gobernador