Informe de la Fundación Mediterránea. Se proyectan márgenes menores que en 2022, con valores cercanos a los u$s318 en la zona núcleo y u$s145 en la zona extra pampeana
Por Patricia Martino
Sebastián Suarez Meccia
Soja abajo. La caída del precio de los granos afectó la rentabilidad de los productores agropecuarios.
¿Cómo viene la rentabilidad agrícola este año? ¿Qué pasará en la campaña 2024/25? En la última edición del Monitor Productivo, el economista de la Fundación Mediterránea Franco Artusso analizó los márgenes agrícolas y arribó a la conclusión de que en zona núcleo los márgenes netos después de impuestos promediaron u$s373/ha entre enero y agosto de 2024, con una mejora del 42% respecto a 2023, mientras que en la zona extrapampeana los márgenes siguen siendo negativos, con un promedio de u$s 102/ha, un 16% por debajo del año anterior. El análisis avanza sobre los márgenes agrícolas “entre algodones” para la siguiente campaña.
En tanto, respecto al impacto de los impuestos, determinó que la carga tributaria sigue siendo significativa, con el 62% de la renta capturada por impuestos en zona núcleo y el 77% en zona extrapampeana. Esto implica que los productores solo se apropian del 38% y 23% de la renta generada, respectivamente.
Sobre las perspectivas para 2025, Artusso habló de que se proyectan márgenes un 65-70% menores que en 2022, con valores de u$s 318/ha en zona núcleo y u$s 145/ha en zona extra pampeana, debido a los precios esperados para soja y maíz.
“En este documento se presenta una estimación de la rentabilidad agrícola antes y después de impuestos para el caso de dos modelos con distintos niveles de eficiencia en la producción de granos: uno captura las particularidades de la zona núcleo (región pampeana) y otro intenta representar a la gran región extra-pampeana. Las principales diferencias entre ambos se deben a la productividad de la tierra (rendimientos de cultivos) y las distancias a puerto (costo transporte de cargas), pero también influyen los distintos requerimientos de insumos y labores según ubicación geográfica (costos directos de producción)”, explicó Artusso.
Específicamente, el informe consideró los rindes medios de cada región, excepto del maíz en zona extrapampeana (centro–norte del país) que se ajusta un 30% por debajo de la media para captar el efecto negativo que tuvo “la chicharrita” en estas zonas, se estima que entre enero–agosto de este año el margen neto del productor (después de impuestos) promedió u$s 373/hta en zona núcleo (sudeste de Córdoba) y u$s102/hta en zona extrapampeana (supuestos generales: 500 hectáreas, campo propio, 50% soja – 50% maíz).
Zona núcleo
En zona núcleo se observa una mejora del 42% respecto a los márgenes de la sequía 2023 (u$s 263/hta), pero en zona extrapampeana se encontraron incluso 16% peor (u$s 122/hta) y se acumulan ya dos años consecutivos de malos resultados en la región. “En perspectiva, los márgenes de este año se ubican 60-80% por debajo de los registros 2022 previos a la sequía, debido fundamentalmente a la caída en el precio de los granos”, resalta el economista de Ieral.
En ambos casos “lo que se lleva” el Estado vía recaudación de impuestos a la actividad agrícola es mayor que “lo que queda” finalmente al productor. Entre enero y agosto de este año el margen antes de impuestos (ingresos menos costos) fue de u$s 968/hta en zona núcleo y de u$s 445/hta en zona extrapampeana, el pago de impuestos (nacionales y provinciales) ascendió a u$s 595 y u$s 343 por hectárea y al productor le quedaron u$s 373 y u$s 102 por hectárea, respectivamente.
De lo anterior se desprende que la carga tributaria total fue del 62% en zona núcleo y del 77% en zona extrapampeana. Esta se define como el porcentaje de la renta que el productor genera (ingresos menos costos) pero no puede apropiarse a causa de las obligaciones tributarias que debe afrontar y/o las distorsiones que estas generan sobre la actividad. Visto de otra manera, luego de pagar impuestos, al productor agrícola de zona núcleo le quedó tan solo el 38% de la renta que generó con su actividad y al de zona extrapampeana el 23%.
¿Cómo sigue?
Los márgenes proyectados para 2025 suponen rendimientos medios “normales” en ambas zonas, tanto para soja como para maíz. Se asume que en zonas extrapampeanas la variable de ajuste por efecto “chicharrita” del maíz será el área de siembra y no tanto el rinde medio (productores que prevean mermas de rindes similares a las de 2024 directamente no sembrarán el cultivo). Permaneciendo todo lo demás constante, dado los precios esperados para la soja y el maíz en Chicago en 2025 (u$s389 y u$s197 por ton, respectivamente), los márgenes (después de impuestos) están dando u$s 318/hta en zona núcleo y u$s 145/hta en zona extrapampeana, un 65-70% por debajo del último año en que se registraron rendimientos “normales” en ambas zonas (2022).
“Algo que se observa en esta proyección es que, con la caída de los precios y a contramano de los márgenes, la carga tributaria total sobre los productores agrícolas aumentaría hacia finales del año: del 62% al 67% en zona núcleo y del 77% al 92% en zona extrapampeana”, explicó el economista de Fundación Mediterránea.
En tanto, se aclara en el informe que dado el escenario de precios esperados para los granos en 2025, suponiendo que los costos permanecen constantes en dólares y que los rindes se ubican en el promedio habitual de las zonas para años “normales” (sin eventos extraordinarios como sequías o plagas inesperadas como la “chicharrita”), de no haber cambios en la estructura tributaria (impuestos y alícuotas) la carga sobre el productor se mantendría en torno al 63% en zona núcleo y bajaría del 81% al 71% en zona extrapampeana. Esto último está sujeto a la normalización de los rindes en maíz luego de la chicharrita, que es en definitiva lo que está determinando la decisión de sembrar o no el cultivo en estas zonas, se aclaró