Pese a los anuncios del Gobierno, las inversiones no solo no llegan sino que se retraen con fuerza. Falta de confianza, entre las causas de este desplome.
Pese a los ajustes que viene realizando el Gobierno Nacional para dar señales de confianza al mercado, las inversiones no solo no aparecen sino que continúan retirándose del país. El caso que tal vez más golpeó como señal hacia adelante, fue la retirada del grupo malayo que controla Petronas el que se había comprometido, a asociarse con con YPF, para hacer los trabajos de ingeniería de la planta de licuefacción de GNL a construir en Punta Colorada.
Dentro de las filas del Gobierno hay preocupación sobre el tema ya que no solo no están llegando las inversiones que se habían prometido desde el exterior, sino que existe también un ajuste sobre aquellos que tienen que seguir invirtiendo en activos hundidos en el país.
La percepción que había en el mercado fue confirmada por un estudio privado. La consultora de Orlando J. Ferreres, que hace un seguimiento mensual del área, indicó que en agosto la inversión bruta interna cayó 25,8% en términos interanuales. Se trata de una medición de volumen físico, que no cuenta el efecto de la inflación. En máquinas y equipos en agosto la caída fue de 23,7% en relación a igual mes del año pasado, debido a la marcada contracción de la importación de bienes de capital, que fue de 42,8%.
En términos del Producto Bruto, la tasa de inversión en lo que va de agosto es de 15,6%, el número más bajo de los últimos años. En 2021, el año post impacto de la pandemia, ese porcentaje había sido superior al 18% del PBI.
En este contexto, fueron dos los sectores que registraron un crecimiento en la comparación anual: el campo y la minería. Agricultura y ganadería mostraron en agosto un crecimiento de 4,4% interanual, muy por debajo de las cifras del segundo trimestre, y acumulan para los meses transcurridos una expansión de 44,8%. «La mejora sigue explicada por el sector agrícola, que en el octavo mes aumentó 29,7%, mientras que la ganadería se contrajo 4,2%, siempre de forma anual», indicaron desde la consultora.
En referencia al área minera, «este sector se afianza como el más dinámico de la economía, anotando para agosto una expansión de 11,4% respecto del mismo mes del año pasado, y acumula para los meses en análisis una mejora de 6,7%», remarca el escrito. En detalle, la producción de petróleo crudo aumentó en agosto 13,8%, y, por su parte, la producción de gas natural subió 6,0%.
En la Construcción, Ferreres mencionó que la inversión se contrajo en agosto 27,6% en la comparación anual, profundizando la caída que se había registrado en julio, que había sido de 16,3%. Este era un sector que dinamiza mucho la economía y se esperaba un repunte tras el blanqueo de capitales . En términos acumulados, el retroceso fue de 24,6% para los ocho meses transcurridos de 2024.
En cuanto a expectativas, el informe dice: “hacia adelante, los agentes económicos parecen mayormente adoptar una estrategia de esperar y ver, particularmente en relación a las decisiones que tome el gobierno sobre el cepo cambiario”. Identificaron otras razones como “la baja en la confianza en el gobierno, y la persistencia que muestra la inflación” y aseveraron que septiembre “será el primero en que el RIGI estuvo reglamentado y en plena vigencia, aunque no se han visto aún movimientos concretos”.
Ahora, la mirada está puesta en China
Frente a este derrumbe de las inversiones, que impactan en el corto y mediano plazo sobre un posible repunte de la economía, el Gobierno apunta a reforzar sus relaciones comerciales con China. La secretaria general de la Presidencia Karina Milei tiene previsto participar en la Exposición Internacional de Exposiciones que inicia en Shanghai en los primeros días de noviembre.
Ya anticiparon desde la Casa Blanca que la estrategia de Milei con China para asegurar las reservas del Banco Central y obtener inversiones pueden causar un cortocircuito con el Gobierno norteamericano. Y el eventual cortocircuito continuaría en el futuro, al margen del sucesor de Joe Biden en el Salón Oval: se trata de una posición bipartidista, que apoyan tanto Kamala Harris como Donald Trump.
A continuación, el informe completo de la consultora Orlando J. Ferreres.