Merlo, Pilar y José C. Paz son los lugares donde es más cargo carga nafta, mientras que la estaciones de la Ciudad de Buenos Aires siguen siendo las más económicas
Precio del litro de nafta súper en cada estación de servicio
Sofía DiamanteMiguel Bevacqua, Nicole Reiman
Llenar un tanque de 48 litros de nafta súper cuesta al menos $2500 más en los municipios de Merlo, Pilar y José C. Paz, que en la ciudad de Buenos Aires o en otras localidades del conurbano bonaerense, como Exaltación de la Cruz, Berisso o San Martín. La disparidad en los valores de los combustibles no depende en estos casos de los costos logísticos, sino de las tasas viales que cobra cada municipio sobre la nafta y el gasoil.
Según un relevamiento que realizó LA NACION Data, los lugares más caros para cargar combustible en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) son justamente Merlo, Pilar y José C. Paz, donde el precio promedio del litro de nafta súper cuesta $1146. En estos municipios, los gobiernos locales cobran una tasa vial de entre 2,5% y 3% en Merlo; de 2% en Pilar y de $9,28 en José C. Paz.
Otros municipios que figuran entre los lugares más caros para cargar nafta súper son Moreno ($1140 el litro), que cobra una tasa vial de 2,5%; Marcos Paz ($1139), con una tasa de $20,96, y Hurlingham ($1138), con tasa de 1,55%.
La semana pasada, la Secretaría de Energía dispuso a través de una resolución que todas las estaciones de servicio que cobren tasas municipales deben informarlo a los clientes mediante un cartel en el surtidor. “En esta jurisdicción se aplican tasas viales y/o municipales sobre el precio de los combustibles”, deben exhibir las bocas de expendio en un lugar visible.
En promedio, el precio del combustible puede llegar a ser 4% más caro entre distintos municipios del AMBA, dependiendo de la tasa vial que se aplique. De hecho, los lugares más baratos para cargar combustible dentro de la provincia de Buenos Aires son Exaltación de la Cruz ($1101), Berisso ($1105), San Martín ($1107), Esteban Echeverría ($1110) y Cañuelas ($1110), donde no se cobran tasas viales.
El lugar más barato para cargar combustible del AMBA, sin embargo, sigue siendo CABA, donde el litro promedio de nafta súper vale $1093, pese a que, en los últimos meses, YPF buscó eliminar la brecha de precios entre ambos lados de la General Paz.
Los precios de la nafta súper en el AMBA
En diciembre pasado, cuando asumió Javier Milei, la diferencia de precios entre la Ciudad y el conurbano bonaerense era superior al 13%. Esto era producto de que la gestión anterior de YPF buscaba amortiguar el impacto de la suba de precios en las bocas de expendio porteñas, donde generalmente suelen ir los móviles periodísticos a cubrir los aumentos. En los últimos dos meses, YPF aplicó subas mayores en las estaciones de CABA y redujo significativamente la disparidad.
En el mapa nacional, la diferencia de precios entre el norte y el sur del país es muy marcada. En las provincias del norte, el litro de nafta se paga hasta un 25% más caro que en el sur. Esto se debe a dos factores: por la complejidad en el traslado de los combustibles (costo logístico) y por el subsidio de las provincias patagónicas.
En el último año, el precio de los combustibles subió 340% en la Ciudad de Buenos Aires, muy superior a la inflación interanual, en torno a 236%. Esto se debió a dos razones principales. En primer lugar, a que el Gobierno actualizó los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que la administración anterior dejó sin actualizar durante 10 trimestres consecutivos, desde julio de 2021. Estos impuestos deberían actualizarse cada tres meses según la inflación acumulada del trimestre anterior, como se estableció en el decreto N° 501, de mayo de 2018.
Junto con el impuesto PAIS, el de los combustibles fue el que más creció en recaudación en el último año, permitiéndole al Ministerio de Economía compensar la caída de ingresos de otros tributos vinculados a la actividad económica. En agosto, último dato oficial, la recaudación del impuesto a los combustibles creció 357% nominal (35% real), según cálculos de la consultora Outlier.
La segunda razón detrás del aumento de 340% en los precios de los combustibles se debe al objetivo de YPF de cerrar la brecha de costos entre el barril criollo y el de paridad de exportación. El año pasado, mientras las productoras de petróleo vendieron sus barriles en el mercado interno a las refinerías a un precio promedio de US$61, el valor de exportación fue US$72, acorde con la cotización promedio del Brent, que se toma de referencia en el país. Era una brecha de 18%.
Actualmente, según datos del sector, mientras que el barril criollo se comercializa a US$68, el de exportación está en torno a US$70 (el Brent menos el 8% de retenciones que se cobran a las exportaciones de petróleo). De hecho, a mediados de mes, el Brent tocó un piso US$69, lo que motivó la idea en YPF de que tal vez podría haber una baja de precios en octubre, como adelantó el presidente de la petrolera, Horacio Marín. Hoy el Brent cotiza en torno a los US$73.
La situación, sin embargo, no es la misma para naftas que para gasoil, explican en el sector. “Las naftas siguen estando atrasadas. Recordemos que en la Argentina, históricamente fueron más caras que el diesel y hoy la situación es inversa”, dijo un empresario refinero. De hecho, mientras que el litro de nafta súper de YPF cuesta $1059 y la premium, $1309, la de gasoil súper vale $1084 y la premium, $1334.
Otros factores que también impactan en el valor del surtidor son la devaluación mensual de 2% del tipo de cambio, ya que los principales costos de las materias primas del sector están dolarizados; el aumento de los precios de los biocombustibles; la inflación sobre costos de operación, logística y proyectos, y los impuestos.
De hecho, todavía hay quedan aumentar del ICL y del IDC la inflación acumulada del primer y segundo trimestre del año, lo que implicaría una suba en torno a $139 para las naftas y de $86 para el gasoil, según cálculos de Guillermo Lego, gerente de la Confederación de Entidades de Comercialización de Hidrocarburos y Afines (Cecha).
Para octubre, sin embargo, el Gobierno estableció una suba de $10,79, lo que representaría un incremento en el precio de la nafta del surtidor de 1,02%. En gasoil, el aumento sería de $9,55, lo cual la suba sería de 0,88%, que se podría ver compensando con la baja del Brent.
“Sin duda el tema de la baja del Brent merece análisis y atención, pero hay que tener en cuenta todos los factores a la hora de evaluar acciones y también entender donde aterrizan las variables en los próximos días”, dijo Lego.