La industria se encuentra en plena transición de abocarse exclusivamente al mercado local a pensar en ser un jugador de clase mundial de la mano de Vaca Muerta.
Si algo ha cambiado en la actividad hidrocarburífera en los últimos años es dejar de pensar exclusivamente en abastecer el mercado local para hacer planes para que los recursos de Vaca Muerta cubran la demanda energética del mundo. La transición ha comenzado y las compañías buscan dar el próximo paso para que las exportaciones guíen el destino del país.
El evento por el 110° aniversario de Shell en Argentina fue la excusa perfecta para que los actores de la industria debatan sobre el cambio de paradigma que está atravesando el sector.
Las oportunidades son muchas, pero todos coinciden que el desarrollo de Vaca Muerta fue un antes y un después en la actividad hidrocarburífera. Un ejemplo del impacto del shale es que, en los últimos 10 años, se redujo considerablemente la cantidad de barcos importados de GNL (gas natural licuado): se pasó de 104 en 2014 a proyectarse que se necesitarán 20 cargamentos para el próximo año.
Las buenas noticias continúan con la terminación del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) y la inminente culminación de la reversión del Gasoducto Norte, que permitirá sustituir las importaciones de gas de Bolivia y comenzar a utilizar la infraestructura que el país andino no puede utilizar debido al declino de su producción.
El primer paso para ser un neto exportador de hidrocarburos consta en conquistar el mercado regional. El plan se basará en ocupar la infraestructura que durante mucho tiempo estuvo ociosa y permitirá generar divisas para el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Las condiciones
Las empresas consideran que la clave de la siguiente etapa pasará por la calidad de las normas y del respeto de los contratos. Se sabe que el mercado de exportación de gas es complejo, por los directivos de las compañías piden que se piense en cómo se va a desarrollar ese mercado y cómo se va a implementar la demanda.
Para Emilio Nadra, Co-CEO de CGC, no alcanza con saber que hay una gran disponibilidad de recursos o que se puede construir toda la infraestructura necesaria. Hay que ir más allá.
“Tenemos demandantes que ya tienen soluciones alternativas como Chile que tiene su planta de regasificación. Entonces, para poder reconquistar ese mercado hace falta permisos, derechos de exportación, ser competitivos y ser flexibles porque ellos pueden conectar un barco o desconectarlo cuando no lo necesitan”, aseveró y consideró que hay que buscar contratos de largo plazo y no estacionales.
Nadra, como los demás directivos de las compañías, es auspicioso con lo que viene para el país y se animó a pensar en Chile como un socio para intentar conquistar Asia. “Todos los esfuerzos que hizo Chile para sustituir el gas argentino con la planta de licuefacción, puede ser un vehículo para construir un producto de exportación más seguro y reconquistar esos mercados e incluso después pensar en poner plantas de licuefacción en Chile para mirar al mercado asiático”, subrayó.
La maraña del cepo
Una de las cuestiones que más preocupa a los actores de la industria energética son las restricciones que establece el cepo cambiario. El Gobierno es optimista de que se levantará en un corto tiempo y les transmite a las operadoras que serán el nuevo motor de generación de divisas del país. Una de las salidas que encontraron las compañías es reinvertir lo que se genera para obtener saldos incrementales de producción que van directo a exportaciones.
Pablo Vera Pinto, CFO de Vista, consideró que los inversionistas preguntan sobre el cepo, pero no es la preocupación preponderante.
“Mientras vos reinviertas a muy buenas tasas de retorno y ellos vean que hay luz al final del túnel, que hay una salida por delante, van a seguir confiando, y por eso tuvimos la capacidad que tuvimos de atraer préstamos y bonos, y también el interés en el equity, que se ve las compañías que cotizan en la bolsa, porque se ve claramente que hay una salida por delante”, aseguró.
En la misma línea, Ricardo Markous, CEO de Tecpetrol, sostuvo que, a pesar del cepo, las empresas argentinas logran colocar financiación en el exterior sin garantías del exterior. “Eso es algo bueno, con tasas que están bajando, tasas todavía un poco altas, cerca del 8%, pero están bajando. Con lo cual, cuando haya acceso al financiamiento, con las reglas de juego claras, no me cabe la menor duda que los privados tendrán un crecimiento bien marcado”, subrayó.
El directivo de la compañía del Grupo Techint también celebró que Nación deje que los privados se hagan cargo de los proyectos de infraestructura. “Tanto es así que la continuación del GNK 1 lo tienen que hacer los privados y ya hay un proyecto de TGS para que lo continúe. Es algo saludable”, afirmó.
Los tiempos de exportación
El gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, ponderó que el sector energético puede convertirse en una nueva Pampa Húmeda, pero con bajas emisiones de carbono. Las proyecciones son que para el 2030 se logre alcanzar el objetivo de 30.000 millones de dólares de exportación.
En este marco, Markous manifestó que el mercado argentino del gas es un mercado acotado por lo que hay que industrializar, conquistar los mercados regionales y llegar a la cumbre del GNL. Mientras que en materia de petróleo destacó que no hay limitaciones. “Una vez que estén los proyectos de infraestructura, nosotros mismos tenemos proyectos de 100.000 barriles en los próximos 4 o 5 años, así que la verdad que veo una oportunidad magnífica para la Argentina”, aseguró.
Una de las grandes preocupaciones es la ventana de tiempo para las exportaciones. Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, detalló que los países ponen un límite de tiempo para que el GNL argentino llegue a los grandes demandantes de energía. “En Alemania nos habían tachado porque hablábamos de 2035. Nosotros le dijimos que como máximo en 2031 ya íbamos a tener listo el GNL y volvimos a estar en el mapa”, aseguró el pope de la empresa de mayoría estatal.
Los directivos coinciden que el tiempo de crudo es más corto que el de gas, pero la buena noticia es que los estudios marcan que la necesidad de petróleo se extenderá mucho más de lo que se pensaba.
Es por eso que el CEO de Tecpetrol instó a acelerar los tiempos de los proyectos. “Es tan grande el recurso que tenemos y que podríamos aprovechar, que cuanto antes lo logremos va a ser mejor para la industria, para el país y para las compañías que estamos involucradas en esto y por supuesto para las provincias”, destacó.
En tanto, el CFO de Vista manifestó que otro cambio que tiene hacer la industria es dejar de hablar de oportunidad para hablar de necesidad. “Yo creo que la oportunidad es larguísima y que va a haber demanda de petróleo por 30 años más o 40 quizás también. La de gas va a crecer muchísimo, pero lo que necesitamos es acelerar y dar lo mejor que tenemos. La ventana es de necesidad y no de oportunidad”, sostuvo Vera Pinto