En el departamento de Jáchal, el debate sobre la adhesión al Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) ha generado una serie de tensiones y cuestionamientos que ponen en el centro de la escena al exintendente y actual diputado departamental Miguel Vega. Rodolfo Aballay, presidente de la Cámara de Proveedores Mineros de Jáchal, expresó su preocupación ante la indecisión de los concejales del departamento respecto a este régimen, que podría impulsar significativamente la inversión en la región.
La composición del Concejo Deliberante de Jáchal está dividida en partes iguales: dos concejales de Juntos por el Cambio, dos del espacio del actual intendente Matías Espejo y dos que responden al exintendente Miguel Vega. Esta distribución crea un panorama incierto en cuanto a la votación sobre el RIGI, especialmente considerando que Vega, quien tiene una notable trayectoria como gestor de obras financiadas con recursos provenientes de la minería, votó en contra de la adhesión en la legislatura provincial. Este voto sorprendió a muchos y generó críticas, entre ellas, las de Aballay, quien señaló la contradicción en la postura del diputado: «Miguel Vega ha cortado mucha cinta de obras con la plata que le dio la minería», afirmó.
Una relación de beneficios mutuos
La minería ha sido un pilar fundamental para el desarrollo de Jáchal. Durante los últimos años, el departamento ha recibido significativos beneficios de proyectos como Gualcamayo y Veladero. Aballay resaltó que estos proyectos han generado importantes fondos que han sido utilizados para llevar a cabo obras trascendentales en la localidad. «La historia indica que el departamento ha tenido algunos beneficios interesantes con el tema de la minería», comentó, refiriéndose al impacto positivo que estos proyectos han tenido en la economía local. Sin embargo, también reconoció que es necesario revisar cómo se han dispuesto esos fondos para asegurar su uso adecuado y maximizar su impacto en el bienestar de la comunidad.
Desde la Cámara de Proveedores Mineros de Jáchal, fundada hace aproximadamente tres años, se ha promovido la unidad entre comerciantes y empresarios locales para fortalecer su posición frente a las empresas mineras. «La idea de asociarnos surgió para defender el ‘compre local’ y pedir mejoras en las condiciones laborales y económicas de la región», explicó Aballay. Esta asociación agrupa a más de 30 proveedores.
Una mirada crítica a la postura de Miguel Vega
La posición de Miguel Vega ha sido duramente cuestionada por los miembros de la Cámara, quienes ven en su negativa al RIGI una postura incoherente con su historial de gestión. «No se puede desconocer lo que la minería ha aportado a Jáchal. Vega ha cortado mucha cinta en sus ocho años de gestión de obras, muchas de ellas financiadas gracias al aporte de la minería», insistió Aballay. La Cámara sostiene que la minería es, actualmente, el único factor de desarrollo con potencial real para generar empleos y dinamizar la economía local. «La agricultura es importante, pero no mueve tanto servicio como la minería», comparó, señalando que cultivos como el olivo, el pistacho o incluso la cebolla no generan el mismo volumen de negocios ni la demanda de servicios que requieren los proyectos mineros.
Aballay también destacó el impacto de proyectos futuros, como la construcción de un campamento para 5.000 operarios en el proyecto Josemaría, que promete generar un importante movimiento económico en la región. «Esos 5.000 operarios necesitan vestimenta, alimentación, atención médica, y todo un entramado de servicios logísticos y de transporte. Este es el tren al que queremos subirnos porque no vemos otra oportunidad así de clara en este momento», agregó.
La necesidad de un cambio de rumbo
Para Aballay y la Cámara de Proveedores Mineros de Jáchal, es esencial que el Concejo Deliberante del departamento tome una postura clara a favor de la adhesión al RIGI. «Estamos en un momento complicado donde hay que generar oportunidades laborales. La falta de empleo y la informalidad son problemas graves, y la minería puede ser una solución a corto plazo», afirmó. Destacó, además, que la recesión económica y el deterioro del mercado interno han afectado profundamente a la comunidad, y que la adhesión al RIGI podría traer «alivio a la recesión y mejorar las condiciones de vida de los habitantes».
Aballay mencionó que, a pesar de las críticas hacia Vega, la decisión final no depende directamente del exintendente, sino del Concejo Deliberante y de los concejales que responden a su partido. Sin embargo, cuestionó que la postura de Vega podría influir negativamente en la votación. «Uno infiere que los concejales de su partido seguirán su línea, pero esperamos que reconsideren su postura», comentó