A menos de tres semanas de que los primeros 34 proyectos de Malargüe Distrito Minero Occidental (MDMO) tengan su audiencia pública por los estudios de impacto ambiental, un dato podría complicar el rápido avance administrativo, ya que la gran mayoría se encuentran en zonas de alta vulnerabilidad.
Para definir qué grado de vulnerabilidad tiene una zona, se combinan factores ambientales, glaciares, ríos, flora, fauna, paisaje, arqueología, paleontología, puestos, pueblos originarios y trashumancia.
De esta manera, dependiendo el grado de afectación de estos factores en las diferentes zonas, se determina el grado de vulnerabilidad del espacio.
En este punto, hay un dato no menor que puede complicar las discusiones, sobre todo, cuando lleguen a la Legislatura provincial, ya que la gran mayoría de la están en zonas de alta vulnerabilidad.
Sin embargo, desde el Gobierno aseguran que señalizar la zona dependiendo el grado de sensibilidad ambiental es una de las fortalezas del MDMO, ya que estos proyectos deberán cumplir con mayores estándares de seguridad y una serie de medidas para garantizar la sostenibilidad ambiental de la zona.
“Que haya una herramienta de estas características que permita a la ciudanía ver que está pasando y donde están los lugares sensibles ambientalmente es una fortaleza. Nosotros hemos señalado cuales son las zonas donde los proyectos van a tener que cumplir una importante cantidad de requisitos para asegurar la total protección del entorno”, afirmó la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre.
En líneas generales, los principales factores ambientales que atraviesan los proyectos mineros son las rutas de traslado de ganado para pastoreo (trashumancia), zonas de puesteros, sitios arqueológicos y paleontológicos.
Estos datos se puede observar a través de un sitio web interactivo que habilitó Impulsa Mendoza en el cual la ciudadanía puede no sólo conocer los proyectos, sino también detalles geográficos y del estudio de impacto ambiental. Además, permite segmentar las zonas en baja, media y alta vulnerabilidad, dependiendo el grado de “conflicto” con el entorno que tengan los sitios afectados por los proyectos.
En algunos casos, como el del proyecto Las Estrellas, al norte del MDMO, tiene un grado de vulnerabilidad baja. En otros, como en el caso de El Perdido, que está compuesto de dos propiedades, una se encuentra en una zona de riesgo alto y la otra en riesgo bajo; y hay algunas como el proyecto Elena, en donde todas las propiedades que lo componen están en zona roja.
El MDMO se ubica en el sector cordillerano y centro-sur del departamento de Malargüe. Cuenta con una superficie de 1,9 millones hectáreas. En tanto, las propiedades mineras ubicadas dentro de esta zona representan el 37,5% de la superficie total del distrito, es decir, 703 mil hectáreas.
En total son más de 100 los proyectos que están incluidos dentro del MDMO, de los cuales 34 tendrán su audiencia pública el próximo 14 de septiembre. En esa instancia obligatoria, los interesados podrán plantear sus dudas ante el impulsor de esta propuesta, Impulsa Mendoza.
La discusión legislativa
La cuestión ambiental es sin duda lo que más resquemores genera en la esfera política, por lo que la mayoría de los proyectos se encuentren en zonas de alta vulnerabilidad puede llegar a ser el eje de discusión más importante.
Hasta el momento se desconoce si el Ejecutivo enviará un megadecreto para refrendar las 34 Declaraciones de Impacto Ambiental, o si lo enviará de manera desagregada.
En el caso de que se envíe un proyecto que abarque todas las DIAs (el escenario más probable), no está claro si los legisladores podrán “desmembrar” el decreto y tratar algunas que generen más dudas de forma individual