Viviendas, espacio público y “tiendas ancla”
En la pandemia, el área central de Córdoba sufrió la paralización. Sin embargo, el “home office” y el comercio electrónico no tienen el impacto esperado. Las obras que se vienen y qué recomiendan los urbanistas.
La pandemia de Covid-19, que literalmente puso en pausa la vida que conocíamos hasta marzo de 2020, dejó a las áreas centrales de las ciudades al borde del colapso, y Córdoba no fue la excepción. La virtualidad obligada por las medidas de aislamiento impulsó el aumento de los trámites, compras y trabajo a través de internet, afectando la razón de ser de un centro: edificios públicos (trámites), comercios (compras) y oficinas (trabajo).
Sin embargo, a solo dos años de las últimas restricciones por el coronavirus, el impacto parece haberse mitigado. Los centros de las ciudades volvieron a tener potencial, aunque en el caso de Córdoba, necesita un impulso aún mayor.
El sociólogo y consultor Sebastián Lopes Perea plantea que en pandemia se pensaba que la compra y la vida virtual habían llegado para quedarse, que no se volvería a la compra presencial y que el home office era definitivo.
“La realidad, después de un par de años, demostró que las cosas no fueron tan así. Por ejemplo, la compra digital volvió a los niveles prepandemia. Esto no quiere decir que la gente dejó de comprar de forma virtual, pero hay rubros en los cuales la compra presencial volvió a ser muy fuerte. Los supermercados volvieron a tener gente en el punto de venta en Argentina y en el mundo”, ejemplificó el consultor.
“Segundo, el home office llegó, pero para algunos días de la semana y mucha gente está volviendo a la oficina; te diría que este último año se aceleró a nivel global. Y en muchos servicios el modelo híbrido es ya mayoritariamente presencial. Hay cuestiones que no tienen que ver solo con el transporte, sino también con el clima de trabajo y la cultura corporativa. O sea, hay muchas cosas que se pueden trabajar mejor de manera presencial que virtual. Quedaron aquellas actividades que se benefician de la presencialidad para mejorar la productividad”, añadió.
Para Lopes Perea, el saldo de la pandemia fue que las cosas volvieron a cierta normalidad con algunas diferencias. “Y en el medio aparece un factor adicional que es el turismo, que volvió a niveles incluso más altos que los que había previo a la pandemia. Hoy Europa está colapsada de turistas. Lo que está demostrando es que a las personas les gusta mucho el contacto con otras personas; esto tiene que ver con la naturaleza del humano, que es disfrutar estar con los demás, mirar las cosas”, planteó.
Entonces, el consultor remarca que hubo una refuncionalización de los centros urbanos, pero en Argentina –particularmente Córdoba, Buenos Aires o Rosario– tienen un problema grave: “En el mundo, los centros han tomado una nueva vitalidad, no solo vigor de turistas, sino un gran vigor con la gente local, porque han desarrollado y amplificado la presencia de grandes tiendas que ocupan el rol de ancla”.
Las “anclas”
Lopes Perea señala que en Europa, los centros tienen una estructura homogénea. Tienen un sector que es de marcas populares, tienen otro sector que son de marcas de lujo, con prendas que nunca bajan de 600 a 1000 dólares. Y en el eje comercial más relevante hay una estructura que tiene más o menos la siguiente forma: siempre hay un Zara en el medio, un H&M en el medio y un Primark en el otro extremo.
“Vas a ver siempre algún local de Adidas o de Nike, no siempre las dos marcas en simultáneo. Y a partir de ese eje, de esas anclas, en el medio vas a ver una infinidad de locales comerciales medianos y más chicos de marcas más o menos conocidas”, explica el sociólogo.
Y asegura: “Son esas anclas las que generan un gran tráfico. Podés ir a las 11 de la noche a la Gran Vía de Madrid, y ver un Primark explotado de gente. A eso se le suma, en otro eje, dos locales que suelen estar siempre presentes: sí o sí un Apple Store, y adicionalmente, alguna tienda puede ser o de Huawei o o de alguna otra marca de celular que venda productos electrónicos”.
En Argentina, no hay ninguna de estas tiendas de la que estamos hablando y que genere gran atractivo. “En Buenos Aires hay un local de Zara, pero la propuesta que tiene en la Argentina no tiene nada que ver con la propuesta en el mundo”, diferenció Lopes Perea.
“El desafío al que nos enfrentamos hoy en la Argentina para que estos viejos centros comerciales de Córdoba, Buenos Aires, Rosario, Mendoza, funcionen, es que la gente que visita esos lugares encuentre algo diferente a lo que tiene cerca de su casa”, dijo el consultor.
Claro está que la presencia de esas tiendas no depende de los municipios, sino de las condiciones macro de la economía del país.
“¿El Centro?, donde hay un Zara”
La arquitecta y urbanista Elvira Fernández coincide con la necesidad de tener anclas. “Pregunta de turista en ciudad europea: ‘¿Me puede decir dónde queda el centro?´. Respuesta esperada: ‘Busque Zara, ahí es el centro’”, cuenta la exdirectora del Instituto de Planificación Municipal.
Fernández sostuvo que la revalorización de un área se da por la convergencia del sector público con el sector privado y se asienta sobre un programa de actividades interesantes.
“En nuestro caso, además de las actividades residenciales, se dieron las religiosas (Iglesias), educativas (dependencias universitarias), comerciales (shopping a cielo abierto), turísticas (Manzana Jesuítica) y culturales (los teatros). Como dijo un colega, el centro de una ciudad es el área donde muchas cosas se concentran”, consideró.
En esa línea, valoró los cambios que se hicieron en el centro cordobés en los últimos años, como la eliminación del tránsito de ómnibus por San Jerónimo – 27 de Abril y la bulevarización de Chacabuco-Maipú.
“Pero hay una cuña entre lo que está al norte de avenida Colón, al este de Maipú y el borde del río Suquía donde hay que redoblar el pensamiento y acciones. Algunas acciones estatales de calidad detuvieron el proceso de deterioro de lo que se percibía como borde del área central. Esta percepción se modificó a partir de la construcción del Centro Cívico, la nueva Legislatura, el Concejo Deliberante y la recuperación del parque Las Heras”.
El ancla está, pero hay que ayudarla con el espacio público
El concepto de “ancla” está en el Centro de Córdoba, y así lo impulsan los privados que vienen realizando intervenciones junto a (y algunas veces a pesar de) la Municipalidad y el Gobierno provincial. La Asociación Córdoba Nuestra impulsó en los últimos 20 años la puesta en valor del espacio público de las calles Caseros-Entre Ríos, Independencia, la rambla de Yrigoyen y la plaza San Martín.
Y con innovadoras propuestas como cafés, restaurantes, hoteles y tiendas de calidad, hacen que cordobeses de otros barrios lleguen al Centro. Tienen otros proyectos, como la propuesta gastronómica en la Recova, que aún aguarda por las autorizaciones municipales.
Ahora, trabajan en la modificación de San Jerónimo-27 de Abril, que está en la última etapa. El arquitecto y urbanista Alberto Roganti sostiene que hay que tomar conciencia del espacio público, del espacio privado y del colectivo.
“Hay que tener en cuenta que no hay autores salvadores, el Centro no es para arquitectura de autor, sino de conciencia colectiva. Es el colectivo que toma conciencia y mejora el espacio. No hay que buscar iluminados. Es arquitectura al servicio de la comunidad. Vocación a la mejora del espacio público. Y la mejora se logra con calidad”, remarcó.
Centro habitable
El arquitecto y docente universitario Jorge Taberna comentó que en la Universidad Blas Pascal se está estudiando el Área Central, “aplicando de alguna manera los conceptos de la “Ciudad de los Cinco Minutos”: “En el Centro podría caber una forma de habitar donde no necesitaras grandes desplazamientos para poder habitar desde el punto de vista de la vivienda. ¿Por qué? Porque están todos los servicios”.
Y agregó que “en el Centro, si bien podés vivir aislado en tu casa, también tenés las posibilidades de disfrutar el espacio público, cultural y demás, y conocer gente “.
“También está sucediendo una gran transformación de muchos edificios, sobre todo dedicados a la administración. Todos esos edificios, muchos de ellos están sobre galerías comerciales, muchos edificios en el centro que están como, entran en desuso por falta de uso, podrían transformarse en un modelo de vivienda que pensamos que podría funcionar para el centro de la ciudad de Córdoba”, subrayó el docente.
Se trata de un mix entre un nuevo modo de habitación de estudiantes y de personas mayores: los estudiantes, con el formato de cohabitación; y gente más grande, gente sola, para quienes la cercanía y la proximidad del espacio público, de la oferta cultural, religiosa y social y de encuentro, está al alcance de un paseo a pie.
“La clave sería rehabitar el Centro, encontrando nuevas tipologías de viviendas para grupos sociales a los que la tendencia de la ciudad a irse cada vez más a la periferia no les resulta atractivo”, agregó Taberna.
Elvira Fernández, por su parte, amplió: “Es importante pensar en términos programáticos, sobre cuáles serían los programas para asentar población, cómo serán las nuevas tipologías y a quiénes estarán destinadas. Hay que investigar cómo reconvertir tantos edificios de oficinas devaluados en residencias, programas de incentivo económico para poner en valor excelentes edificios de las décadas ‘70 y ‘80; y por último, cómo traer al área central negocios anclas que son atractores de gente”.
El secretario de Desarrollo Urbano municipal, Diego Peralta, adelantó que en el corto plazo habrá novedades sobre el Centro, aunque no anticipó cuáles serán. Sí manifestó que la intención del municipio es continuar con la reconversión de 27 de Abril-San Jerónimo hasta Vélez Sarsfield en el oeste y Chacabuco en el este.
“Tenemos algunas ideas vinculadas a la articulación público-privada, también a la promoción de lo que son las liberaciones de las plantas bajas y la articulación con el espacio público. Y complementando la ordenanza de microvivienda que se aprobó en la gestión anterior y sobre la que comienzan a aparecer algunos proyectos”, afirmó el funcionario