Desafíos para una Argentina Federal

Falta exactamente un mes para la Procesión del Señor y la Virgen del Milagro. Los lapachos empezaron a florecer anunciando el final del invierno, pero todavía nos queda pasar la mitad de agosto.

Antonio Marocco

La Argentina pareciera no reposar nunca. Le cuesta el silencio y la pausa. Cada semana se destapa un nuevo escandalo que se instala con una fuerza aplastante en la agenda pública. Incidencias de un país en ebullición que casi siempre impide mirar más allá de las narices

Ahí está la trampa. Porque el verdadero escándalo –el que debería eclipsar la agenda política y mediática– es que más de un millón de niños argentinos se van a la cama con la panza vacía.

Ellos no tienen voceros, ni troles, ni abogados que los defiendan o que los instalen en las portadas de los medios nacionales. Difícil entonces que la Argentina se convierta en una potencia dentro de 35 años -como algunos prometen si hoy los chicos no llegan a cubrir las cuatro comidas diarias.

Mientras tanto, la inflación de julio registró un aumento del 4% según el INDEC. Para algunos, el dato fue motivo de festejo. Pero para una gran mayoría está lejos de serlo. Las boletas de los servicios, las tarifas, los surtidores de combustibles y los precios en las góndolas de los supermercados reflejan otra cosa. Un costo de vida cada vez más parecido al de países desarrollados pero con salarios tercermundistas.

EI bolsillo sigue golpeado y, por más que la inflación desacelere, el poder adquisitivo lleva 8 meses sin signos de recuperación. Con un agravante: no cesan los despidos en el sector público nacional ni tampoco en el sector privado. Ya son decenas de miles de pymes que bajaron sus persianas. La actividad económica sigue en caída libre.

El diagnóstico es abrumador. Pero no debe paralizar. La política económica del Gobierno Nacional condiciona, pero nuestra provincia y nuestra región deben seguir construyendo herramientas que nos permitan superar la crisis, protegiendo a los más vulnerables e impulsando un desarrollo económico que genere empleo, más producción y más infraestructura

Hay mucho en marcha y mucho más por hacer. Esta semana, sin ir más lejos, el Gobierno de la Provincia anunció la continuidad de las obras del IPV para hacerle frente al déficit habitacional: no son simplemente casas, son hogares que motorizan la vida familiar y social, el empleo y la construcción, la urbanización y la seguridad. También se inauguraron las obras en el Hospital Miguel Ragone: una deuda de décadas que por fin traerá dignidad a tantos pacientes y trabajadores de la salud que allí desarrollan sus tareas.

La Región del Norte Grande tampoco se detiene: la salida es colectiva. El gobernador Gustavo Sáenz participó en la 20° Asamblea del Consejo Regional junto a sus pares de las provincias vecinas para acelerar la implementación de políticas comunes de desarrollo. La agenda incluyó la problemática del transporte público de pasajeros, la situación de las obras de infraestructura pendientes, el estado de rutas nacionales y la búsqueda de financiamiento del corredor bioceánico para que nuestra producción crezca sin las limitaciones del sistema centroportuario argentino.

En este marco se inscribe también valiosa la nueva constitución de la provincia de La Rioja. Tiene muchos elementos similares a los que incluyó la reforma salteña de 2022 en la búsqueda de un arreglo institucional moderno que haga más eficiente y transparente el funcionamiento del Estado y garantice la participación de la sociedad.

El diagnóstico nacional es preocupante. Pero no es la primera vez que nuestra región se presenta como un faro y una oportunidad de salida ante la crisis. En tiempos en los que el país pareciera estar patas para arriba, bien vendría entonces mirar al norte como una guía .

Hasta la próxima

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