La primera de las protestas comenzó en la noche del lunes con un acampe y fogata en el acceso al edificio central del municipio ubicado en la calle 25 de Mayo.
Corresponde a una veintena de desocupados que desde hace tiempo aseguran que colaboraron con la campaña electoral del intendente Pablo Carrizo con la promesa de que serían insertados laboralmente.
Otro grupo, integrado en su mayoría por mujeres y de menor número, también demanda puestos laborales y permanece en una de las veredas del edificio del Concejo Deliberante, frente al de la municipalidad.
La policía estuvo en el lugar como medida preventiva ya que no hay ninguna orden judicial de desalojo y además no hay quema de cubiertas sino de maderas, por lo cual no se violan normativas vinculadas al medio ambiente.
El jefe comunal reiteró a medios periodísticos que nunca hizo campaña a cambio de puestos laborales y a pesar que igualmente intercedió para responder a sus reclamos, asegura que los manifestantes solo aceptan ser insertados en la actividad petrolera o minera.
El restante reclamo corresponde a hombres y mujeres de la Fundación Santa Cruz Sustentable y sus voceros fueron invitados a ingresar al despacho del Carrizo, quien los recibió junto con el jefe de Gabinete, Luis Melo (foto).
Vale señalar que la gente de la Fundación, depende ahora del municipio pero sus haberes son aportados por el gobierno provincial.
Por razones burocráticas en oficinas de Río Gallegos, los trámites para cancelar lo adeudado se demoró, pero el intendente también reconoció que parte de esa responsabilidad es de la comuna.
Por ello, en horas del mediodía se comunicó telefónicamente con el ministro de Gobierno, Pedro Luxen, para destrabar las cuestiones burocráticas, asegurando en las primeras horas de esta tarde los trabajadores tendrían depositado el sueldo (que ronda los 200 mil pesos) y el medio aguinaldo el sus cuentas bancarias