Aun si todos los contribuyentes pagaran, ambas tasas serían deficitarias respecto del costo de los servicios, que se disparó con los incrementos de luz y de Ashira. En el Ejecutivo ya evalúan cómo será el impacto del segundo aumento de tasas del año.
El primer trimestre de 2024, tras la devaluación que disparó la inflación, mostró una importante caída en la cobrabilidad de tasas, lo que afectó la recaudación del Municipio.
Alumbrado, barrio y limpieza (ABL) y Servicios Sanitarios, principales prestaciones del Estado local a los contribuyentes, tuvieron una baja en su cobrabilidad respecto del cierre del ejercicio 2023.
El problema no es sólo de cobrabilidad: la relación recaudación/costo del servicio en ambas tasas del último mes despertó alarmas en el Gobierno.
Por eso, ya comenzaron a evaluar cómo será el impacto de un nuevo porcentaje de aumento de tasas, tal como quedó previsto en la aprobación de la última ordenanza impositiva, confirmó a La Opinión el secretario de Economía, Roberto Borgo.
Durante el primer trimestre, la tasa de ABL tuvo un porcentaje de cobrabilidad del 55,76 por ciento, mientras que el cálculo de la Rendición de Cuentas 2023 —empujado por la moratoria— alcanzó el 65 por ciento.
El porcentaje quizás no dice mucho, pero los números en pesos son elocuentes: en marzo, prestar el servicio costó 230,4 millones de pesos. La recaudación fue de casi 59 millones. Son alrededor de 171,4 millones menos.
Pero incluso si todos los contribuyentes hubiesen pagado, es decir si ABL tuviera una cobrabilidad del 100 por ciento, tampoco habría alcanzado: la emisión mensual promedio fue de 105,7 millones, un 54 por ciento por debajo del costo.
Entre estas prestaciones se encuentra el servicio de recolección de residuos e higiene urbana que presta Ashira, que pasó a más de 140 millones de pesos tras los aumentos de combustible y la paritaria de Camioneros.
En la tasa de Servicios Sanitarios la situación es peor en términos porcentuales. La cobrabilidad bajó del 68 por ciento (Rendición de Cuentas 2023) al 59 %.
La relación recaudación/costo es de 58,7 por ciento por debajo: prestar el servicio en marzo costó poco más de 122 millones de pesos y la recaudación fue de 50,4 millones, es decir 71,7 millones de pesos menos.
Si todos los contribuyentes hubiesen pagado, la tasa todavía sería deficitaria un 30 por ciento: representa 85,3 millones sobre esos 122 de costo