Por Facundo Budassi
El candidato acumuló más de siete millones de votos
Javier Milei logró canalizar la bronca, el malestar y la apatía social en más de siete millones de votos. La alquimia erigida por el desfachatado economista obliga a repasar su hoja de ruta.
¿Qué incluye el plan dinamita? Es la pregunta que se abre de cara a las generales de octubre y que los contrincantes de la Libertad Avanza buscarán atacar. Despidos, privatización en la salud y la educación, dolarización, entre otros son algunos de los hitos pensados en el seno de la libertad
Reducir el Estado, eliminar ministerios
En el discurso que improvisó al conocerse su triunfo el economista apuntaló sus conocidas definiciones. “Vamos a eliminar esa nefasta concepción de que adonde hay una necesidad, nace un derecho”, dijo. Sosteniendo una de las premisas más antiguas de la teoría económica anglosajona, el referente de Avanza Libertad pretende alejar de la funciones del Estado todas aquellas incumbencias que no sean «proteger el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad». En esta simplificación atemporal el “León” da por fenecidos, entre muchos otros, el derecho laboral.
“Nuestra primera acción de gobierno va a ser promover una reforma completa del Estado para volver al modelo de Estado que teníamos antes de la llegada del kirchnerismo del poder. En ese sentido, vamos a eliminar todos los ministerios salvo siete, que son Economía, Justicia, Interior, Seguridad, Defensa, Relaciones Exteriores e Infraestructura”, sostuvo Milei en un video lanzado a través de twitter el día 2 de agosto.
En esa aparición agregó lo obvio: “Este proceso implica necesariamente que muchos empleados públicos quedarán sin funciones debido al cierre de ministerios, organismos, direcciones, secretarías y demás. No vamos a echar a ningún empleado de carrera del Estado”.
Sosteniendo su retórica cavallista prometió avanzar en el cierre de todas las empresas públicas, incluidas Télam y la Televisión Pública. También cerrará el Incaa, el Inadi y “todos los demás organismos que se utilizan como refugios de la política”.
Si algo nos enseñó el menemato, y el interregno de liberalismo de Martínez de Hoz en plena dictadura militar, es que una reforma del Estado siempre se acompaña de una reforma económica. En este caso, la vida, la libertad y la propiedad serán el único límite que la hipotética administración Milei imponga sobre las misteriosas “fuerzas del mercado”.
Reforma Económica
Aquel indefectible conector entre economía y configuración estatal se solidifica, y concretiza, en el segundo punto de este “plan dinamita”. Según las cuentas del candidato presidencial, la eliminación de ministerios, el desempleo público y otras reestructuraciones permitirán “reducir gastos por 15 puntos del PBI, cuestión que más tarde se completará con una reducción de los impuestos”.
Es decir, que el alivio impositivo tendrá lugar en un segundo momento, luego de la reducción del empleo y la mitigación de derechos. Para experimentar la tan ansiada reforma impositiva, primero se tendrán que acelerar reformas que pueden ser resistidas, que pueden generar contrapuntos y que pueden no solucionarse con un simple telegrama.
Un ítem siempre importante en una reestructuración económica es el lugar que un Estado ocupa en el comercio mundial. En este sentido, el libertario sostiene lo esperable: “Procederemos a avanzar en una apertura comercial unilateral a la chilena, que les abrirá un mercado de 8.000 millones de seres humanos a las empresas para que vendan sus productos y al mismo tiempo permitan a los argentinos comprar productos de cualquier parte del mundo de manera libre”.
La receta de comercial de siempre oculta los cuestionamientos evidentes ¿Qué se venderá al mundo? Por el momento, Argentina sólo comercializa bienes primarios con escasa incidencia salarial ¿Las importaciones desplazarán a la producción local? ¿Con qué dólares se comprarán esas importaciones? ¿Acaso las discusiones mundiales no transitan los carriles contrarios? En esta apertura ¿qué posibilidad tiene un industrial pyme contra la fábrica mundial China? ¿Qué pasará con quienes se empleen en las industrias que serán devoradas?
En torno a las exportaciones, apela a una argentina que ya no existe y un mundo que tampoco lo hace. El candidato pretende “volver a ser el granero del mundo” y para eso propone la eliminación de la brecha cambiaria “al momento de liquidar el Banco Central y eliminar todas las retenciones y derechos de exportación”. También propone negociar “la eliminación del impuesto a los ingresos brutos”.
En medio de una quita de las retenciones a la exportación de bienes que se consumen localmente ¿el asalariado argentino pagará el pan a precio europeo? o ¿ cómo se contendrá el acople de precios?
La sequía dejó en evidencia que la menor recaudación por Ingresos Brutos produjo un retroceso en cinco de los últimos siete meses ¿cómo se compensa esa caída en la recaudación?
Reforma Monetaria
La joya de la corona discursiva del plan dinamita es la abolición del Banco Central, cuestión realmente innovadora para un país del tamaño y el producto de Argentina. Hasta el momento sólo Andorra, Estados Federados de Micronesia, Islas Marshall, Kiribati, República de Nauru y Panamá no tienen autoridad monetaria ¿Compartirá Argentina el destino de estos paraísos fiscales o semicolonias?
“No hay otra alternativa para terminar con la inflación para siempre que no sea la eliminación del Banco Central como agente de emisión monetaria. Luego de su eliminación, los argentinos podrán comercializar en la moneda que prefieran”, comunicó el libertario.
El anuncio deja, al menos, dos cuestiones a resaltar. La primera, corresponde a la concepción unilateral de que los procesos inflacionarios son culpa de alguna emisión monetaria, desdeñando cualquier tipo de lectura sobre los desajustes de precios que motivan las devaluaciones, la escasez de divisas o la presencia de monopolio en la venta, distribución y producción de bienes y servicios básicos.
La segunda es una cuestión más llana y tiene lugar en la expresión “Los argentinos puedan comercializar en la moneda que prefieran”, desprendimiento obvio y evidente de que el proyecto de dolarización se mantiene indemne. Proceso que siempre encarna una devaluación, recesión mediante.
Reforma energética
En este punto, el candidato más votado en las primarias sostiene la urgente necesidad de “para invertir crecer y lograr un sistema energético eficiente para ello vamos a eliminar los subsidios económicos”.
La experiencia reciente, de este mismo gobierno, indica que la quita del tope en el costo que las empresas y las familias deben enfrentar en la materia producen inmediatamente un aumento de precios y una pérdida de competitividad. En este marco ¿pagarán los argentinos un precio del energético internacional o uno que refleje la potencia de tener insumos energéticos propios?
Las reformas de segundo grado se encarnan en torno a la salud y la educación. En ellas el economista sostiene: “El mejor sistema de salud posible es un sistema de salud privado, donde cada argentino pague su servicio, el mejor sistema educativo posible es uno donde cada argentino pague por sus servicios debemos aspirar la eliminación de la asistencia social directa, pero eso no puede ocurrir hasta que la Argentina sea un país próspero”
La Capital de Rosario