El fenómeno meteorológico generó perdidas millonarias que el Gobierno intenta subsanar con políticas sectoriales. La expectativa puesta en las próximas cosechas.
Esta semana, el Ejecutivo bonaerense anunció la extensión de la Emergencia Agropecuaria por lo menos hasta octubre. A pesar de eso, los representantes del sector hablan de una pérdida que ronda el 80 por ciento y advierten que necesitarán “cuando menos dos años buenos” para recuperarse.
Carlos Achetoni es el presidente de la Federación Agraria Argentina desde hace cuatro años y medio. “Es una situación muy difícil la que está atravesando el sector productivo, principalmente por las circunstancias de sequía y de heladas que afectan a las economías regionales, a la ganadería por falta de alimento a los tambos y a los cultivos extensivos de soja, girasol, maíz, y trigo”.
Producto de la sequía, Achetoni habla de pérdidas que rondan los 23 mil millones de dólares. “Cuando hablamos de productores que trabajan en tierras arrendadas, es decir que no son propias, en donde le van a llevar mucho tiempo recuperarse del impacto, si es que lo logran, siempre que haya algún salvataje de la producción», advierte.
En cuanto a la ganadería, explica que “los daños no son solo de bajo índice de parición sino de liquidación forzosa de vientre, ante la falta de pastura y el ingreso al invierno sin alimento”. “Se estima a que se va a retraer los números de rodeos a antes de la reapertura de la exportación, por lo cual se calcula que se perderá entre 3 a 5 millones de cabezas, algunas de muy buena calidad, que se deberán liquidar”, completa.