Más de 100 personas tomaron parte del primer congreso en el que disertaron expositores nacionales e internacionales. Foco en las experiencias de participación ciudadana, transparencia y desarrollo económico.
La finalidad de compartir experiencias y rescatar ideas valiosas para la mejora de los procesos que se llevan adelante en el ámbito municipal se cumplió con creces y quedó flotando la sensación de que el año próximo habrá que repetir la modalidad del encuentro.
Los participantes, en gran número jefes comunales y funcionarios de gabinete, tomaron apuntes, formularon preguntas a los disertantes, y se llevaron datos de contacto para seguir profundizando sobre los ejes temáticos del encuentro.
De hecho, el intendente anfitrión, Luis Picat, destacó esa posibilidad durante las palabras de bienvenida: “Nos gustaría que puedan armarse redes de contactos, que salgan entusiasmados de acá, que comencemos a hablar de buenas prácticas, y que alguno de ustedes pueda repetirlo y replicarlo el año que viene a este congreso”.
Más allá de la dificultad de resumir un congreso de varias horas de duración y 9 disertantes, el congreso de Jesús María mostró algunos puntos en común, con independencia del tamaño del municipio o de su ubicación geográfica o de la procedencia partidaria de sus dirigentes.
LA EXPERIENCIA INTERNACIONAL
Diógenes Galván (Panamá), Margarita Rivera Motato (Colombia), y Ana Gutiérrez (Bolivia) fueron los encargados de mostrar los caminos que se vienen encarando en Latinoamérica para lograr que la participación ciudadana sea clave en la transformación de sus territorios.
De todas ellas, quizás por ser la más conocida, destacó el relato sobre cómo la zona de Antioquía (Colombia), con Medellín como ejemplo más visible, pasó de ser un territorio narco y ganado por la guerrilla a ser un modelo de movilidad sustentable y destino turístico.
Pero en los tres casos, la respuesta fue la misma: no sirve la participación ciudadana sino se plasma en una hoja de ruta o un plan estratégico. Y tampoco sirve sino se crean los mecanismos de participación desde el Estado.
Y otro hilo conductor de ese bloque temático, que fue conducido por el periodista Diego Marconetti, fue que no importa el tamaño del territorio ni la densidad poblacional sino la decisión política de intervenir para cambiar desde una lógica que articule lo público, lo privado, y la iniciativa ciudadana.
“Sin los ciudadanos, la transformación no es posible. No hay que creer que la transformación se logra sólo con especialistas y técnicos”, destacó la comunicadora Rivera Motato en un tramo de su disertación.
TRANSPARENTE, OPORTUNO, Y ABIERTO
Vanessa Toselli (IERAL, Fundación Mediterránea), Florencia Galimberti (Red de Innovación Local – RIL), junto al intendente de Godoy Cruz (Mendoza), Tadeo García Zalazar, fueron los encargados del panel sobre transparencia y rendición de cuentas.
Toselli tomó la palabra en primer término para descargar una reflexión aguda: “Los gobiernos no transparentes fomentan la corrupción”.
“Hay que pensar -añadió- que los datos deben ser abiertos por defecto, y oportunos. De nada sirve que se publiquen las cosas dos o tres meses después. Tampoco sirve que como gobierno publiquen una vez por año porque el vecino no se apropia de esa información. Y tampoco demos la información a demanda. Si se puede, hay que publicarla siempre”.
IERAL lleva adelante un control de transparencias de 100 municipalidades de Argentina y en promedio la publicación de datos está por debajo del 40% de lo que sería deseable.
A su turno, Galimberti refirió que la eficiencia en la órbita pública está atada al uso optimizado de los recursos, con dirigentes que codiseñan sus políticas públicas con sus ciudadanos, que usan los datos como brújula, y que usan la tecnología para facilitar el día a día de las personas.
“Es mucho mejor para un vecino cuando va al municipio y soluciona sus problemas rápido y le queda tiempo para dedicarle a las cosas que más le gusta. Para ser eficiente, un municipio tiene que ser profesional y trabajar en gobierno abierto, capital humano, atención ciudadana y finanzas municipales”, destacó Galimberti.
El intendente de Godoy Cruz (Mendoza) aportó otra reflexión más: “Si no incorporamos el concepto de gobierno abierto en la planificación, no podemos pretender resultados. Desde el origen de la gestión, tiene que estar el concepto. Tenemos que pasar de un Estado digital a un Estado inteligente”.
REGLAS DE JUEGO CLARAS
El tercero de los paneles tuvo como disertantes a Diego Valenzuela (intendente de 3 de Febrero), Miguel Zonnaras (presidente de CaCEC, Georgalos), y a Ércole Felippa (empresario), quienes abordaron la problemática del desarrollo económico.
Fue el momento de la catarata de ejemplos y de sugerencias para ir diseñando las políticas que nos saquen del crítico momento económico y social.
Allí, se mencionó por ejemplo que en 15 años Argentina fue el segundo país que menor inversión extranjera recibió. El país donde hubo un crecimiento desmedido del empleo público. Donde existe un esquema impositivo tan complejo que incentiva la evasión y un Estado al que le es imposible controlar tal complejidad.
Y también que la inflación de los últimos 60 años en promedio fue del 60% y que el común denominador de la dirigencia política fue la falta de mirada de políticas de mediano y largo plazo.
“Urge generar una agenda de temas. Empezar por decirle a la población que los problemas que tiene nuestro país no se resuelven en cuatro años. Y hay que buscar consensos con la dirigencia. Hay que recuperar los valores del esfuerzo, del mérito, y terminar con el sesgo antiempresa”, señaló Felippa durante su exposición.
Y una mirada similar mostró el intendente Valenzuela: “Hay intendentes que inventan tasas delirantes para justificar el gasto público y castigan al sector productivo. Deberíamos facilitarle todo al que quiere trabajar”.
Como ejemplo de lo que se logró con la reducción de tasas municipales, Valenzuela destacó que 3 de Febrero tiene 2.500 empresas y 6.000 comercios, que heredaron un gasto público de 30 mil millones y lo bajaron a 20 mil millones.
“No necesariamente para recaudar más hay que aumentar los impuestos. Y yo está idea no la tenía cuando asumí. Interpelé el modelo de gestión ABL y entendí que había que abarcar ideas más amplias. No podemos cruzarnos de brazos y decirnos: no hay nada que hacer”, sentenció el intendente bonaerense.