Por qué Bahía es la ciudad con más subastas judiciales electrónicas

La Corte provincial confirmó que, en 7 años de sistema, casi el 25% de los remates se realizaron en esta jurisdicción que, por otro lado, recién se sumó en 2018.

Cuando asolaban las asociaciones ilícitas en torno de los remates judiciales y nadie le ponía el cascabel al gato apareció, allá por 2010, un proyecto de la Suprema Corte bonaerense para frenar el delito, que no siempre se mostraba con formas disimuladas.

La ley 14.238 creó el Sistema de Subastas Electrónicas y tuvo, desde el 1 de octubre de 2015, a La Plata como prueba piloto.

De la misma forma que San Martín, Mercedes, Mar del Plata y San Isidro, Bahía adhirió a la herramienta en la segunda etapa, el 2 de julio de 2018, y hoy, en el séptimo año de balance, está al tope de la cantidad de remates «virtuales».

Casi el 25% de todas las subastas judiciales vía Internet que se hicieron en la provincia de Buenos Aires fueron en nuestra ciudad.

Se trata de 352 de los 1.432 actos, aún por encima de La Plata, que lleva 261 aunque comenzó tres años antes, y Mar del Plata, que tiene 210 en el mismo tiempo que Bahía.

El mecanismo cambió remates presenciales por informáticos para buscar mayor transparencia, con la idea de desterrar las «trenzas» montadas.

La conducta de «La Liga» en la ciudad y su persecución penal -16 procesamientos con condenas diversas-, pudo haber incidido en esta estadística.

«La Liga» fueron asociaciones ilícitas para obtener propiedades, sometidas a remate judicial, mediante actos simulados o coacción a posibles competidores, que funcionó entre el límite de la ley y la impunidad, la indiferencia de varios y la connivencia de otros.

No son del todo nítidos los argumentos para definir por qué Bahía hoy está al tope, ya que los mismos administradores del sistema no tienen respuesta, aunque sí existen especulaciones.

Un operador judicial dividió el tema en 3 ejes.

Por un lado consideró que en Bahía «hay poco interés» en los acuerdos conciliatorios previos a las subastas, como sí se dan en mayor medida en distritos del conurbano.

A su vez, opinó que las quiebras en nuestra ciudad son más «sinceras» que en aquellas jurisdicciones, donde se pueden llegar a licuar más bienes entre escribanos y abogados y, por último, también buscó una explicación desde lo territorial.

«El de Bahía es un departamento amplio, no solo subastan jueces civiles de acá sino los jueces de paz de distintas localidades y los dos juzgados civiles de Tres Arroyos», agregó.

Otra fuente calculó que, siendo los jueces locales parte de una sociedad con perfil conservador y prudente, se pudieron haber «soltado» más con el sistema virtual, teniendo en cuenta la mayor seguridad de la operatoria.

Un tercer vocero consideró que el avance de «La Liga» en nuestro ámbito seguramente profundizó el cambio, siendo la subasta electrónica «muy positiva».

«Siempre fue así»
El martillero Diego Rozas Dennis, especializado en la materia, aclaró que Bahía -aún en tiempos de remates presenciales- siempre fue de los departamentos con más subastas, así como Mar del Plata y San Isidro.

«La ley de quiebras habla que en 4 meses tienen que estar realizados los bienes. Yo vivo de esto, acelero, todos los actores y los juzgados son bastante ágiles y tenemos un Registro de Subastas con empleados de lujo. Considero que nuestro departamento es más transparente, me consta que en otros lados existen más arreglos extrajudiciales», argumentó.

Sostuvo Rozas Dennis que el sistema electrónico es seguro, porque «además de lo de ‘La Liga’, el postor ya no tiene que ir con plata al remate y el martillero no se retira con dinero y, otro tema, es que participa gente de toda la provincia».

«Yo vendí una casa en Goyena a un tipo de Ituzaingó y otra propiedad en Coronel Pringles a gente de Mar del Plata que no conocía esa ciudad», graficó.

Con la figura presencial actuaban entre 40 y 45 martilleros y hoy, por vía informática, son 90.

«Una chica de 22 años, recién recibida, tiene más experiencia que yo, que tengo 41 de profesión, por todas las cuestiones tecnológicas. Antes, además, yo organizaba mi fecha y la proponía al juzgado, ahora tengo que pedir fecha y para un remate que antes salía en 15 o 20 días, me están dando turno para abril o mayo. Se produce un cuello de botella», explicó.

Entre los puntos «defectuosos» marcó la extensión por 10 días hábiles.

«Se hacen como mínimo 14 días y la gente recién oferta a último momento. Si surge una oferta en los últimos 3 minutos, se tiene que extender 10 minutos más y así sucesivamente. Tuve una subasta que terminó 3 días después», dijo.

Y también destacó como negativo que al menos un juez local habilita remates sin base. Como el sistema está hecho por tramos, que suben un 5% de la propuesta inicial, se hace engorroso pujar sin un piso.

«Por una casa en Goyena me ofertaron 100 pesos y subía de a 5 pesos. Se vendió en 47 mil pesos. Es decir que hubo más de 9 mil ofertas. Todo el mundo pidió la nulidad», destacó.

Hoy esta situación está casi subsanada, porque se puede fijar lo que se llama «precio reserva».

Cómo funciona
Los interesados pueden inscribirse como usuario del sistema en las distintas seccionales del Registro de Subastas Electrónicas, cuyos datos figuran en la página de la Corte provincial: www.scba.gov.ar.

En esa dirección también se visualizan las ofertas vigentes, ya sea de bienes muebles o inmuebles.

Aquellos postores que se acrediten recibirán un código aleatorio con el cual estarán habilitados y se garantiza que solo la Justicia conozca su identidad.

Al finalizar la puja le llegará a cada participante un e-mail con los códigos de postores y las ofertas realizadas y, una vez adjudicado, se citará para la suscripción del instrumento.

Según Néstor Trabucco, secretario de Planificación Suprema Corte, se trató de «un cambio relevante» que «eliminó conductas inapropiadas» y también aumento de los participantes.

Respetar el anonimato
Gustavo Pérez Villar, subsecretario de Tecnología Informática de la Corte, remarcó la reserva de identidad como un pilar de transparencia del sistema, para evitar cualquier coacción, como sucedía con el formato presencial.

«Un usuario registrado pasa a ser postor y recibe un código aleatorio. Si se anota en tres subastas a la vez, recibe 3 códigos diferentes, que solo conoce esa persona y se ‘mueren’ con la subasta. Durante la puja solo ves los códigos de otros postores, no la identidad», explicó a La Nueva.

«Cuando termina la subasta, el martillero emite un reporte al juez, con el código del mejor postor, pero sin los datos personales y el Registro Público de Subastas (depende del Poder Judicial) tiene los nombres, aunque sin los códigos. Mandan las listas cruzadas y solo el juez sabe quién es quién», agregó.

Sobre la cantidad de remates en Bahía, el funcionario no supo responder a qué obedece, aunque estimó que tiene que ver con una cuestión jurisdiccional o de litigiosidad.

«Sé que hubo un caso resonante (por ‘La Liga’) y no sé si está relacionado con eso. No tengo respuesta. Sí que el sistema es obligatorio y ya está instalado en toda la provincia. No hay posibilidades de subastas presenciales», reafirmó.

Preguntado por cierta oposición de los martilleros en un principio, Pérez Villar dijo que «fue más ruido que resistencia en sí».

«El martillero trabaja normalmente, aunque con menos funciones. Hoy es auxiliar del juez, que es el dueño de la subasta, y lo asiste en las tareas previas, como las fotos del bien o las visitas de interesados, en cuestiones previas a la puja y después, al emitir el reporte, que antes coordinaba de manera presencial», explicó.

«Sacando las malas prácticas, esto beneficia a todos porque es más transparente, se pueden anotar más personas. De hecho, no se margina a ‘Las Ligas’, sino que los pone en igualdad con los demás», amplió.

También remarcó que la oferta no se hace por dinero sino por «tramos».

«De la base se calculan los tramos en alza, con diferencia del 5% de ese piso. Se hace una oferta por el tramo 1, se sube al 2 y así sucesivamente. Si alguien se baja (postor remiso), el sistema toma el siguiente o siguientes, dentro de ese valor del 5%», cerró

Los otros distritos
Datos. De las 1.432 subastas electrónicas judiciales, 352 se hicieron en Bahía, 261 en La Plata, 210 en Mar del Plata, 156 en San Martín y 115 en San Isidro.

Después. Luego figuran Mercedes, con 79; Necochea, 55; Morón, 42; Azul, 28; Lomas de Zamora, 26; Quilmes, 19; Junín, Trenque Lauquen y La Matanza, 18.

Completan. Por último, figuran Pergamino, con 11 remates judiciales electrónicos; Avellaneda-Lanús, con 9; Zárate-Campana, con 8; Moreno-General Rodríguez, con 6 y uno en Dolores.

Fueros. Del total de subastas, 1.272 corresponden al fuero Civil y Comercial; 59 son del Laboral; 19 de Familia y 82 de la Justicia de Paz Letrada

– La Nueva Provincia