Lucas Salim demostró, con experiencias concretas, por qué los usos mixtos son la respuesta al futuro.
El empresario cordobés Lucas Salim tiene 45 años. Es esposo de una santiagueña, Alejandra, orgulloso padre de dos niños y amigo inseparable de dos perros: Polo y China. A los nueve años empezó a jugar rugby en el Club La Tablada y hoy le dedica seis días a la semana a su otra pasión: la bicicleta. Es, como él mismo se mostró anoche en el salón del Jockey Club Salta Golf, un ciudadano que disfruta de la naturaleza, que ama el tiempo que puede dedicarle a su familia y que está completamente convencido de que «la mejor movilidad es la no movilidad».
Esos valores convirtieron al Grupo Proaco, compañía que fundó en 2002 y que timonea «aprendiendo de los errores», en la desarrollista con más operaciones inmobiliarias de Argentina y en una de las más prestigiosas del país.
Su conferencia, ante un auditorio asombrado de la dimensión de los desarrollos concretados, ejecutados y planificados por Proaco en el área metropolitana de Córdoba, dejó ver con una franqueza digna de elogio uno de los objetivos centrales del ciclo «Hablemos de los que viene» de El Tribuno.
«La pandemia hizo a algunos de nuestros proyectos, como Opera Fun, en Villa Carlos Paz, caer en serias dificultades. Pero aprendimos de aquellos errores y volcamos las experiencias en otros emprendimientos, de mucha mayor envergadura, como Pocito Social Life», remarcó Salim, en referencia al desarrollo de usos mixtos más importante que tiene Argentina. Esta clase de proyectos es una tendencia que está cobrando cada vez más fuerza en muchos países y en la que el actual vicepresidente de la Cámara Empresarial de Desarrollistas Urbanos de Córdoba (CEDUC) invitó a sus pares de Salta y el norte argentino a plasmar iniciativas con «ideas flexibles» y «mente abierta».
Los desarrollos de usos mixtos son aquellos en los que se combinan tres o más usos en un mismo emprendimiento. El fundador y CEO del Grupo Proaco señaló que entre los proyectos más comunes se cuentan aquellos que complementan unidades residenciales con locales comerciales, oficinas corporativas, hotelería, espacios culturales y centros de salud, entre otras alternativas.
«Una combinación exitosa de usos mejora la incidencia del costo de la tierra», afirmo Salim, quien destacó que, al tener mayores servicios en un mismo desarrollo (gimnasios, gastronomía, supermercados), también le da mucho más valor a las unidades residenciales. El destacado desarrollista hizo notar, asimismo, que los servicios instalados cuentan con un flujo asegurado de clientes, que son aquellas personas o familias que habitan en los propios complejos de usos mixtos.
«Las amenities pasan a ser un valor y no un costo del proyecto», agregó Salim, para resaltar luego que «el compartir usos, además, baja el costo de operación y de las expensas del emprendimiento».
El empresario que ofreció una de las conferencias centrales de la nueva edición del ciclo multiplataforma destacó más adelante que «los estacionamientos en parking son mucho más eficientes cuando se comparten usos y la base de usuarios para cubrir los costos que genera el mismo proyecto».
Sobre lo expuesto, Salim insistió en que los usos mixtos viabilizan proyectos que, de otro modo, son imposibles de desarrollar ante los problemas que se presentan hoy en las ciudades. «Uno de esos problemas es la escasez de terrenos en buenas ubicaciones y con potencialidad para desarrollos. Esa escasez se traduce en un elevado costo de la tierra», puntualizó.
Tras hacer notar que «los consumidores son cada vez más exigentes», el director ejecutivo de Proaco subrayó que los proyectos planteados con usos mixtos también son una interesante opción ante «los elevados costos de las expensas».
Optimizar los recursos y buscar usos complementarios
Salim dijo que una clave para desarrollar emprendimientos de usos mixtos es «la etapabilidad para optimizar recursos», porque los proyectos de Real Estate son de largo plazo, todos los emprendimientos de usos múltiples son grandes y las inversiones se exponen a condiciones cambiantes, tanto por eventos impensados como los que marcaron los dos primeros años de la pandemia, como por los frecuentes vaivenes de la economía argentina.
«La flexibilidad de los proyectos es fundamental para cambios de usos y costumbres», insistió el desarrollista cordobés.
«Hay que buscar usos complementarios, acordar alianzas estratégicas con operadores de distintos usos, buscar un operador o armar una estructura profesionalizada de retail», añadió, en referencia a los espacios comerciales de los proyectos de usos mixtos.
En este punto, Salim remarcó que «incorporar unidades residenciales a los proyectos de oficinas, o retail, mejora la experiencia».
Por otro lado, recomendó considerar con mucho detenimiento en los proyectos de parking «el crecimiento de la participación de camionetas y SUV en el parque automotor, para que la experiencia de la circulación y el estacionamiento sea positiva», un elemento que es inevitablemente primordial en los proyectos de desarrollos urbanos en la actualidad.
Proyectos y proyecciones de la firma
El grupo empresario fundado por Salim lleva 24 grandes emprendimientos desarrollados y más de 130 mil metros cuadrados construidos. Por estos días la compañía tiene proyectos de tierra por 6 millones de metros cuadrados y 250 mil metros de construcción. Una de las claves de su éxito ha sido la importancia que le da a la localización de los proyectos, logrando una conexión entre el lugar de trabajo, la vivienda y la recreación.
Antonio Oieni – El Tribuno