La Selección argentina llevó jugadores de siete provincias y un futbolista de Capital Federal. Del pueblo más chico a la ciudad más grande. Cada localidad juega su propia Copa del Mundo.
La Selección argentina arrancó con el pie izquierdo su experiencia en la Copa del Mundo de Qatar. Sin embargo, la ilusión se mantiene intacta. Sobre todo para los 26 jugadores que integran el equipo nacional y que, a la vez, también llevan la bandera de los distritos a los que representan.
“Que la gente confíe…”. Con esas palabras, el capitán de la Selección, Lionel Messi, volvió a poner rápidamente el foco en lo que viene. Más, luego del empate de México y Polonia, que mantiene al combinado dirigido por Lionel Scaloni con chances concretas de poder seguir con vida en la competición mundial.
“Nos vamos a levantar. A seguir cabeza arriba y a ganar los dos partidos…”, manifestó el director técnico argentino tras caer 2 a 1 ante Arabia Saudita en el debut. El golpe fue duro y sin dudas así lo sintieron en cada uno de los rincones del país. Pero sin dudas, donde más impacto tuvo fue en Rosario.
Es que en la ciudad santafesina no hay nadie que no sueñe con la posibilidad de que el mayor crédito local, Lionel Messi, pueda levantar la copa que se le escapó en 2014.
El deseo es grande. Y se mantiene vivo. No solo por la importancia de tener al mejor del mundo como referente local sino también por contar con el autor del gol que le dio a la Argentina la última Copa América ganada en Brasil: Ángel Di María.
Uno de Newell’s; el otro de Rosario Central. Ambos con el sentimiento a flor de piel. El mismo que también tiene Ángel Correa, el tercer rosarino que forma parte de la lista de 26 jugadores que integran el plantel nacional para convertir a la ciudad que es la cuna de la bandera argentina en la que más futbolistas aportó para Qatar.
Y la política tampoco se mantiene alejada de esta realidad. Es por eso que cada vez que puede, el intendente Pablo Javkin menciona la importancia de que el hijo pródigo del fútbol haya nacido en Rosario. A tal punto que hasta en algún momento contó que su hijo lo presiona para que le escriba a Messi para que vaya a jugar a Newell’s. “No le escribiría porque no lo conozco. Creo que es algo que hay que respetar mucho. Pero lo bueno es que cuando quiera venir va a poder vivir con tranquilidad…”, aseguró.
Junto a ellos tres, el arquero Franco Armani, oriundo de Casilda, completa la nómina de cuatro futbolistas que la provincia de Santa Fe le aportó a la Selección. Además, claro está, de la importancia de tener a Scaloni, nacido en Pujato.
Pero claro, como no podría ser de otra manera, Santa Fe no es la provincia con más jugadores en el Mundial. Ese puesto le corresponde a Buenos Aires, con 13 jugadores.
Claro, ninguno de los distritos alcanza los tres futbolistas como pasa con Rosario. Pero sí hay municipios bonaerenses que aportan dos jugadores. Ese es el caso de La Matanza (Gonzalo Montiel y Leandro Paredes), Tres de Febrero (Thiago Almada y Guido Rodríguez), La Plata (Juan Foyth y Germán Rulli) y Bahía Blanca (Lautaro Martínez y Germán Pezzella). Con una particularidad: estos dos últimos también contribuyen con créditos locales desde el arbitraje ya que Facundo Tello es bahiense y Fernando Rappallini, platense.
“Es una enorme satisfacción contar con representación local”, le dice a Municipios el jefe comunal de Bahía Blanca, Héctor Gay.
“En la gran mayoría de los mundiales, Bahía tuvo jugadores o técnicos, pero esta vez se dio por partida doble y con el aporte de Tello”, señala. Y agrega que al distrito “se lo conoce como la ciudad del básquet, con una historia de éxitos que obviamente tuvo su epicentro con Manu Ginobili y la Generación Dorada. Pero ahora también tenemos mucha expectativa por estos hijos dilectos”.
La nómina bonaerense se completa con Emiliano Martínez (Mar del Plata), Nicolás Otamendi (Tigre), Nicolás Tagliafico (Almirante Brown), Rodrigo De Paul (Avellaneda) y Enzo Fernández (San Martín).
El salto interior
Uno de los jugadores más pedidos para el partido del sábado ante México por la segunda fecha del grupo es Alexis Mac Allister. El mediocampista que juega en el fútbol inglés tiene chances de ponerse la ropa de titular y salir a la cancha desde su Santa Rosa (La Pampa) natal. Su padre, el exjugador de Boca, Carlos Mac Allister fue precandidato a gobernador del PRO en la provincia en 2019. Pero no logró superar la contienda en la PASO ante su oponente radical.
Ese antecedente no fue un escollo para que el jefe comunal Luciano Di Nápoli celebre que sea parte de la Selección. Dejando claro que en el fútbol “la grieta” puede quedar de lado. “Alexis Mac Allister será el primer santarroseño de la historia en jugar un Mundial con la Selección mayor”, destacó el intendente en sus redes sociales. Y celebró: “A darlo todo. Sos un verdadero orgullo para nuestra ciudad. ¡Felicitaciones y vamos Argentina!”, arengó.
La representación del sur esta vez llegará desde Neuquén, más precisamente de Zapala, de donde es Marcos Acuña. En diálogo con Municipios, el intendente local, Carlos Koopmann manifestó que “es un orgullo para mí y para todos los zapalinos que Marcos, que es nacido en el Barrio Don Bosco, nos represente por segunda vez en el Mundial. Es un ejemplo para los chicos de nuestra ciudad que, al verlo, saben que con esfuerzo y tesón los sueños se cumplen. Así que desde acá hacemos fuerza por él para que les vaya súper bien en la Copa y la traigan junto a Messi y todo el equipo a la Argentina”.
El norte también tendrá su crédito de la mano de Exequiel Palacios, quien llegó a Qatar desde la ciudad de las artes: Famaillá (Tucumán).
Mientras que Entre Ríos también tiene un jugador nacido en la provincia con la participación de Lisandro Martínez, oriundo de Gualeguay.
Al respecto, y también en diálogo con este medio, la jefa comunal Verónica Berisso aseguró que “para los gualeyos es un orgullo tener un jugador que es oriundo de Gualeguay en la Selección. Nos produce alegría y expectativa y nos identifica mucho más…”. Y agrega: “Vamos esperar cada partido para ver a la Argentina porque desde Gualeguay siempre recibimos a una persona muy sencilla a la que le gusta volver cada vez que puede. Siempre le agradecemos eso. La gente lo recibe con los brazos abiertos. Nos da más alegría recibirlo y está bueno felicitarlo por solo estar sin la necesidad de ser tan exitistas”
Por Bruno Lazzaro – Ámbito