Aldo Rudi, 91 años de edad, 72 años ejerciendo la profesión de Ingeniero Agrónomo, convocó a sus colegas a “desburrar a la sociedad y a los políticos” respecto a que “el campo es la fábrica más grande y fabulosa del país y del mundo”.
“Los agrónomos tenemos la obligación de transmitir a la sociedad y a nuestros políticos que ignoran esa potencialidad”, reforzó enseguida.
Sostuvo que en poco tiempo la Argentina está en condiciones de “crear” 180 millones de toneladas de granos- “Ese es el negocio que tenemos que administrar (los ingenieros agrónomos) y mostrarlo como la vía que tenemos para construir el perfil del país que queremos”, proclamó.
Aldo Rudi, que lleva muy bien puestas sus nueve décadas, con una lucidez y sabiduría envidiables, tuvo esos conceptos alentadores durante el acto de celebración de los 35 años de iniciación de actividades del Colegio de Ingenieros de la provincia de Córdoba, institución que lo homenajeó con una «Matrícula Honorífica».
En los festejos por sus 35 años, el Colegio de Ingenieros Agrónomos homenajeó a sus ex-presidentes
El veterano e incansable profesional, con esas convicciones, reiteró luego que “nuestro país tiene el negocio del mundo” y por eso les dijo a sus colegas y a los futuros ingenieros agrónomos que “tenemos mucho para hacer” para que estén convencidos cuál es el horizonte de trabajo que tienen por delante.
Sin Colegio, se es un “huérfano”
En cuanto al aniversario del Colegio, contó una situación que le tocó vivir como profesional hace 61 años, que lo hizo entonces sentirse “huérfano”, cuando para una regulación de honorarios por una intervención que le solicitó el Poder Judicial debió acudir al Colegio de Ingenieros (civiles), que le asignaron una cifra irrelevante.
“Estaba huérfano”, repitió. En cambio, “hoy me siento en mi propia casa y estoy muy contento que tengamos nuestro propio Colegio”, cuya función es jerarquizar y defender a los ingenieros agrónomos.
El negocio de la agroforestación
Rudi se refirió también a su gran pasión, la agrofoestación que -subrayó- “ayuda a recuperar los suelos: el universo de un suelo forestal no es comparable con ningún otro cultivo, o sea, que es un gran recuperador de suelos”
Es así, “un negocio al que todos los productores rurales tenemos que entrar porque es fundamental para el desarrollo integral de la provincia y el medio ambiente”.
Rudi se recibió de ingeniero agrónomo en 1949 en la Universidad de La Plata. Para dar fe de cómo asume su pertenencia a la profesión, exhibe una triple matriculación: Colegio de Ingenieros Agrónomos de la Argentina, Asociación de Ingenieros Agrónomos del Sur de Córdoba y Colegio de Ingenieros Agrónomos de la provincia de Córdoba
Juan Carlos Vaca – Agroverdad